
Category: inteligencia feminista
https://www.mujerpalabra.net/conoce_a/pages/junejordan/poemasobremisderechos.htm
Contra la cultura de la violación, y el análisis patriarcal de la realidad

La guerra es un crimen contra la humanidad y la naturaleza. Todo es horror, tortura, destrucción, miseria, asesinato, incertidumbre, pavor. Y unos la deciden, justifican y se enriquecen, los k la deciden y la hacen, contra todo. Tenemos inteligencia y empatía sobrada para solucionar los problemas sin esta arma. Pero no sin tomar la clara y rotunda posición de luchar por la abolición de la guerra. Y eso empieza por controlar el aprendizaje a odiarnos.
Fue mi profesor en 1980, en primero. Yo acaba de haber pasado mi primer verano loco con amigas, y zas, me enfrentaba a la soledad intimidatoria de que en lugar de ir con mis compas de instituto a la Autónoma, me tocó ir a Complutense.
Tímida y desbordada, me sentaba al final, al fondo, al nivel de la puerta de salida, un montón de filas vacías me separaban de las primeras filas llenas. Aún no sabía que yo era miope, porque andaba muy en mi mundo. Un día Emilio Palacios llegó con un tocadiscos y cuando puso el disco que traía fue tan bello que se me saltaron las lágrimas. En silencio, me caían las lágrimas a mares, imparables. No creí que me pudiera ver de tan lejos, pero cuando él salía, el último, me dijo, «Te invito a un café». !Tan bonito! Lo dijo no como un hombre sino como una persona.
Y hablando creo que se dio cuenta de que yo no era alcohólica, sino despistada. Me preguntó que por qué bebía, y le expliqué que era una conexión con lo que no podía llevarme allí, las amigas, y un hábito temporal por no pensar. De hecho fue el último día que lo hice, porque gracias a él logré fijarme! Al día siguiente dejé la rutina de empezar la mañana con un cubata y así uno a la hora!! Como su clase era a las 12.00… Fueron mis 15 dias alcoholizada. Aparte de los 15 con las amigas.
El disco era Amancio Prada cantando a Juan de la Cruz. Le agradecí mucho el descubrimiento. A veces la belleza te llega plena y te vuelca en el universo. Qué gran libertad.
Soy escritora anónima, como nos pasa mucho a las mujeres, aunque gracias a internet me leen. Supongo que lo llevo dentro, a Palacios. Ese amor, esa pasión, esa ilusión por lo bello, la belleza, un aire de libertad y bien.
Hoy se me ocurrió buscarle para decírselo y bueno. Qué triste no poder. Pero gracias por el post y la oportunidad de contar algo que hizo en clase!
Salud!
Gracias al autor del blog donde encontré la noticia, Miguel A. Lama: http://malama.blogspot.com/2017/09/emilio-palacios.html
Yo he practicado el igualitarismo desde siempre porque soy una rebelde y ni de pequeña (y eso que estaba aterrorizada por el mundo humano) podía acatar el mandato (bueno, no sin que ejercieran recursos fulminantes). Pero he de decir que sin que se comprenda la diversidad de las asombrosas mentes-corazón humanos, el igualitarismo, el trato entre iguales, se sigue viviendo en la obediencia al mandato de homogenización o negación identitaria.
Hubo un tiempo en que sospeché que lo que pasaba era que si para tu desgracia (como persona igualitaria nata, pues además de animales culturales, somos especie humana) se podría identificar en la sociedad prevalente, e incuso en la contrasociedad (esa parte grande que no practica la autocrítica de su Ser animal cultural por más buenas ideas que trabaje), que una persona tuviera lo que en la investigación se ha llamado capacidades para “liderazgo ético”, lo que pasaba era que llegado un punto (al inicio se da esa arma de destrucción selectiva que es la admiración, idea que he desarrollado en mi hipótesis “Estrellas en el jardín”) no se perdona que esa persona no asuma “la obligación” de liderazgo.
Ahora no lo veo así. Creo que la gente está en cuerpo y mente entera, por educación cultural, activamente cotidianamente por la homogeneización radical, lo que se puede comprobar a diario en las relaciones humanas. La versión de igualitarismo aquí es saber de entrada o antes de atender, lo que la otra persona piensa, lo que la mueve, lo que significan sus palabras que en realidad te son nuevas, al menos en esa versión particular, que es lo mismo que sabes tú, y así se perpetúa la guerra ideológica patriarcal contra la escucha, la expresión significativa, el diálogo y el aprecio (que esto está muy prohibido culturalmente porque todo ser no homogeneizado es desprecio al resto). Y esta creencia es implacable en el contexto de una cultura que construye las identidades a costa de otras identidades porque no permite (y así, no se entiende) que construir tu propia identidad se puede hacer sin que eso sea a costa de nadie, que no tienes, para ser tú, que negar, forzar, ni destruir a nadie.
Por la poesía, por ejemplo, se pueden saber muy bien estas cosas, porque un poema nace de un detalle o momento de lucidez o emoción de una particular persona en cuya identidad se ha dado una combinación única por todo su estar viva y sin embargo, centrada en eso tan pequeño, puede transmitir algo que comparten muchas personas de la especie. Su fuerte, claro, el poder de eco, de evocar sin nombrar directamente, pues la palabra más literal está cargada de interpretaciones que funcionan como distorsiones y construcción de un mundo ficticio, enajenado de lo que nos hace humanas a las personas. No me extraña que la poesía tenga un afán de belleza, yo lo llamaría rescate vital.
La AUTODETERMINACIÓN IDENTITARIA individual (igual que la autodeterminación colectiva de las comunidades) ayuda a que superemos el primordial sistema de opresión patriarcal, el sistema de opresión identitaria llamado «de sexo-género«, que establece como inferiores al inmenso grupo de las mujeres (concebidas como objetos reproductores, de trabajo y de abuso “sexual”), que niega sus diferentes identidades (incluso como reproductoras), que niega toda existencia de identidad humana (que siempre han existido y se evolucionan con menos sufrimiento sin ser forzadas o destruidas), incluidas las formas de ser hombre, y también las de ser persona.
Los avances hacia comprender y respetar el derecho a ser buscar, decidir, expresar, construir tu identidad ayudan a que superemos la tara ideológica patriarcal, y repercuten en otros subsistemas de violencia patriarcal, por ejemplo, sistemas de organización de recursos y relación, como los que nos imponen pobreza, «guerra», destrucción de la vida en el planeta… Porque respetando la diversidad identitaria humana se genera menos sufrimiento y destrucción, aunque en nuestro superar el patriarcado, para hacer eso tan básico que es convivir, haya que abordar y resolver ahora problemas muy complejos por todas las estructuras de violencia desarrolladas.
La extensión de respeto hacia toda identidad humana nos está ayudando a comprender mejor cómo rectificar la noción de los derechos humanos, y esto es decir poder pensar y actuar mejor, para poder convivir sin este terrorismo cultural autodestructivo. Nos ayuda a reemplazar en la práctica el uso de la Razón patriarcal por el uso de la racionalidad empática, mucho más de soluciones noviolentas, verdaderamente inteligentes, pues hacen posible la convivencia en libertad.
michelle renyé
mujerpalabra.net
Los movimientos sociales son noviolentos por esencia. Sabemos k las acusaciones de violencia vienen de dos cosas: 1. de k no se percibe la violencia k la sociedad prevalente o el poder establecido inflige (y se toma como violencia k se esté explicando), y 2. k no se tolera la protesta de autodefensa, o se la ekipara a lo k en realidad se le está haciendo a kien protesta, pongamos, el afán de borrar y destruir su identidad o causa.
Tengo neuronas capaces, conservadas
a pesar de la tara de mi grupo Opresor,
de esas que ven lo que está ahí.
Están cargaditas de catálogos de casos
sobre lo que no se quiere ver, que es decir
casos que construyen, perpetúan
el mundo que nos destruye.
Ese mundo que es nuestro y nos ciega
a diario, nos ordena no ver, apreciar o
disfrutar de la realidad cotidiana, pongamos
la compañía de Otras Personas,
la oportunidad de relación,
de compartir acción conjunta.
Ese mundo que es nuestro y siniestro
en su forzar a creer
que lo que nos da vida y alegría
es algo intolerable: amenaza, abuso, carga,
desconsideración, agresión.
Considerando los casos entre mis iguales
sincrónica y diacrónicamente
organizo la información valiosa de esas pequeñas
distorsiones asesinas:
arrogancia, ansia, subestimación,
victimismo, egocentrismo,
competencia, desprecio, no aprecio…
Ver según mandato es un verdadero problema,
por eso me ocupo en estas manualidades.
Espero no perderme cuando de nuevo lleguen
los silencios espesos y los juicios ligeros
que se obcecan en convencerte
de que haces lo que te hacen,
de que eres quien no eres.
La Real Academia del Español (RAE) debería de una vez por todas, a la luz de las investigaciones de las ciencias sociales, particularmente de la Lingüística (que es decir del descriptivismo), dejarle los diccionarios de la lengua a estas personas dedicadas al estudio científico de la lengua y la comunicación, y dedicarse a los diccionarios etimológicos, que nos cuentan cuándo y cómo surgieron las palabras y ofrecen información sobre la evolución de sus significados a lo largo del tiempo, y usos. Porque está claro que el prescriptivismo que preconizan –que para nuestra desgracia resurge ahora notablemente en los concursos de la televisión (dado que la gente prefiere usar diccionarios descriptivistas de internet, diccionarios más fieles a que consultemos el significado y uso de las palabras en nuestros días), dejándonos a todas las personas patidifusas con sus «respuestas correctas»–, está cargado de errores que obstaculizan la comunicación y el conocimiento de lo que significan y de cómo se usan las palabras, es mera distorsión interesada y claramente hostil a muchas realidades humanas, por ejemplo, misógina, en su negación del uso del femenino en nuestros días. Cambio social es cambio lingüístico, desde siempre, y sus «defensas» de cosas que no son en la realidad lingüística y la evolución lingüística son barbaridades y anacronismos.
michelle renyé, mujerpalabra.net
Aprender inglés ampliando mundos. Estoy trabajando en una publicación, Sisters. Workshops for Lifelong Learners of English, que publicaré como tarde a inicios de abril por los copyrights que tengo que conseguir (y si posible o no, implica abandonar a algunas autoras, a Audre Lorde por ejemplo, ayyyyy cómo duele, y buscar otras en el dominio público, o que practiquen la sororidad, como Tiffany Midge y Joy Harjo, pues soy una escritora anónima para el mundo de editoriales y cultura sancionada). La base es partir de aprender poemas con sus audios, claro, para practicar la música del idioma, de la poesía, y pronunciar y entonar bien, pero de ahí se sigue un recorrido que es como viajar, explorando y descubriendo además de usando la lengua de todas las maneras posibles. Sigo la metodología que he creado tras décadas de exploración e investigación en el aula, y que tan buenos resultados dio en tantos sentidos, prácticos y revolucionarios, aunque al fin libre del todo, escribiendo y proponiendo como si la gente tuviera más interés que aprobar un examen o sacar un título. Y como soy de hacer lo que propongo, y para acompañar a quienes compren el libro (quizá nadie, lo sé, pero da igual, yo hago lo que quiero y puedo hacer), acompaño a la gente compartiendo mi trabajo. Esta cíberpostal es mi trabajo creativo con ese poema de Emily Dickinson. Tras leer y leer y aprendérmelo y hacer que salga en mis sueños, finalmente he logrado hacer lo que mejor refleja mi relación personal con el poema. No quita que haya otras, pero tampoco que quizá la mía se aproxime a la intención de la escritora. En cualquier caso, es tan buena escritora que supo usar lo no poder hablar abiertamente de las cosas para multiplicar el eco de los poemas, y sin duda, aquí habla de un tema de ecología que al fin comprendemos, pero también de cosas íntimas.

UNA SIEMPRE SABE
I
Que las mujeres se llamen Hombre es síntoma
de irracionalidad y violencia, del odio del Sistema a nombrar
la realidad humana. Es cultura de violación de tu nombre,
un dejarse, para salvar una vida secundaria.
Aceptar la falta propia de respeto: no nombrarse
perpetúa tu boca manchada, tu voz estrangulada,
las magulladuras del cuerpo siempre feo o incapaz.
Es ningunación de una vida de cosa que se usa.
II
Aceptar ser enemiga de tu palabra es aceptar
la insignificancia a que te condena la jerarquía de la tara;
siglo tras siglo, no desarraiga la raíz de distorsión,
no hace visible el esfuerzo y la visión titánicas, nuestros hechos.
Aparecer en la foto del homenaje de la hilera, los cinco minutos,
sostener unos segundos el micrófono, descomprimirte un poco
al ocupar tu asiento, pagarte tú la ropa que es disfraz
es promoción –de renuncia, mutilación, genocidio.
Sin nombre, el espejo está velado, no puedes mirarte, re-conocerte,
el mundo se agolpa de palabras ajenas, reingresas, Sísifa,
al claustrofóbico lugar del Eterno Emparedamiento
tras el actor principal de esta obra falsa, torcida, malsana.
III
Sin poder nombrarte, no cambian las conexiones neuronales,
no se hace trizas la forma y el rumbo, no entra la luz,
el aire no se renueva, el universo no se expande.
¡Nómbrate de acuerdo a tu imaginación y semejanza!
¡Limpia tu mirada y contempla lo que te rodea!
¡Busca nuestra memoria, ahí está!
(Camino descalza. Poemas políticos, de michelle renyé)
EMPATÍA E IDEOLOGÍA PATRIARCAL. Una guía a la identificación de la ideología patriarcal es cómo la gente se relaciona con la idea y la realidad de la empatía, obviando su inteligencia y el hecho de que ya incluso hay apoyo de las ciencias para el conocimiento de que la empatía se puede aprender, eso que la gente que no desprecia, subestima y mira paternalmente la empatía sabe por el día a día.
ODIO y LUCHA SOCIAL. Yo entiendo que la gente no comparta afectos o luchas, porque son incontables. Cada cual debe buscar lo que hará y aportará, lo que pueda compatibilizar, y lo que le conmueva, que si no, no durará en esa lucha. Lo que no entiendo es el odio porque todo movimiento social es humanista, en el sentido de no ir jamás contra los llamados derechos humanos de nadie.
Hay otro tema grave también, conveniente para la perpetuación del patriarcado: en el fragor de ese odio se pierde la crítica, que sí necesitamos, por nuestras mentes taradas de ideología patriarcal.
El odio es una gran cobardía y darle la baza a la razón patriarcal frente a la alternativa noviolenta culturalmente de la racionalidad empática es sabotearlo todo en la lucha social, que es el avance a la superación de esta cultura de violencia.
La identidad de nadie debe ser señalada para ir a la hoguera. Si te amenaza, a pensar, dialogar, acordar, convivir, no a obedecer el mandato inquisitorial patriarcal contra las identidades humanas.
CRIMENES IMPORTANTES. Bueno, guerra nuclear amenazando, hambrunas brutales, empobrecimiento masivo, calentamiento planetario grave, misoginia boyante, pero tranquilidad, la ministra trans ha dimitido por el acoso. Estamos a salvo.
NO ME AMENAZAN LAS IDENTIDADES NO TOLERADAS XEL PATRIARCADO SINO SU SISTEMA SEXO GENERO MACHISTA Y MISOGINO. No puedo entender cómo se habla asi en el mov soc de identidades humanas odiadas y negadas x el patriarcado. k no se alegren de la revolución identitaria al fin pk lo k nos ha oprimido y es la base de todos los sistemas de violencia es el sistema sexo género patriarcal.
Yo sé kién soy, y me llamo mujer, aunke me gustaría k ese dato no hubiera k ponerlo en los documentos, un mundo libre me gustaría, no policial como el k impera; y la identidad de otra persona y como se llame, la k me oprime, es la de la cultura machista y misógina k nos asola, y asola x cierto a esas otras identidades.
De verdad, creo kel error está en k piensan en realidad con el pensamiento patriarcal.
BELICISMO NUCLEAR PATRIARCAL. Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki han sido los dos únicos ataques nucleares del planeta y asesinaron a población civil masivamente. Fueron ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, en nombre de «Los Aliados», contra Japón, en la Segunda Guerra Mundial.
El nombre de las bombas es elocuente sobre la demencialidad asesina del patriarcado: Little Boy (Niño Chico) cayó el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y Fat Man (Hombre Gordo) el 9 en Nagasaki.
A las víctimas del impacto se suman las personas que murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación, y las posteriores muertes por leucemia y distintos cánceres atribuidos a la exposición y a la radiación liberada por las bombas.
Los Vencedores que tiraron las dos bombas nucleares le prohibieron a Japón poseer armas nucleares.
MALOS SENTIMIENTOS Y DEBILIDAD. La debilidad de las personas con malos sentimientos hacia otras no es tenerlos (eso pasa, a cualquiera, en x momentos). Su debilidad es preferir creer que todo el mundo siente igual Y ACTUA IGUAL, en lugar de optar por soluciones más inteligentes y empáticas para consigo y otras personas, y aprender a procesar y cagar lo que no sirve, lo que degrada, por ser violencia e injusticia, o no ser «solución» sino perpetuación de los mandatos de violencia relacionales culturales; y aprender a luchar por su mejor Yo. La debilidad de las personas atrincherados en sus malos sentimientos es que se condenan a una vida llena de eso, malos sentimientos, que deforman su pensamiento. No hay dignidad en lo que dicen y lo que cuentan, desde el púlpito de la ideología del odio y la destrucción, que se vende como La Verdad de la especie en el patriarcado. Son pobres obedientes que se condenan no a morir por la Causa, sino a algo peor: vivir en un infierno por ella.
Las personas que han nacido en sociedades donde hay leyes que dan alguna protección a servicios sociales y derechos de las personas, y algunas de las personas que han participado en la lucha social y han visto que había logros, pasos, hacia esa consecución, no siendo conscientes las primeras y habiendo olvidado las segundas el Goliat que tenemos delante, confunden queja y crítica con desprecio a lo que hay de avance constructivo, que no nos ha sido regalado, que ha sido resultado de muchas luchas y esfuerzos titánicos de una gama inimaginable de precios a la vida propia por parte de generaciones y generaciones de personas. Creo que caen en la ideología patriarcal que lo confunde todo, enseñando siempre a convertir en objetivo de destrucción lo que no debería ser objetivo de destrucción. Tener derechos y luchar por derechos no es algo que deba concebirse en aislado, pues está en el contexto de un sistema social, de una cultura de siglos de antigüedad, que si bien no ha logrado deshumanizarnos por completo, sí nos inocula con una visión destructiva de lo que nos ayuda, de lo que construye, como un proceso, claro, porque eso del Héroe que lo cambia todo de golpe, o el grupo que quita del poder al grupo malo, o del hada que nos concede un deseo es sólo más narrativa de ideología patriarcal. La racionalidad empática y la autocrítica me parecen clave para estar en este mundo tan violento, tan innecesariamente violento, tan intencionada y estructuralmente violento que tenemos fuera y perpetuamos desde dentro.
Apreciar lo que tenemos que no es abuso y destrucción, por muy imperfecto que sea, no va de la mano del conformismo, sino de no desvariar y caer la perpetuación de la ideología patriarcal y sus guerras, sus bandos de destrucción. Además, hay muchos caminos, se puede trabajar en muchas cosas no destructivas, y con una visión algo menos estrecha o pequeña se puede ver que todas construyen lo que se llama el movimiento, el movimiento de la sociedad, pongamos, a la superación de sus modos de organización y explotación basados en la violencia y la injusticia.
Michelle’s quotes
«La poesía tiene que ser escuchada con lo que traiga, y eso implica ponerse inocente, tierna, como si se escuchara música, como si se viera un sueño, como si se oliera un aroma.
Poetry needs to be listened to with whatever it brings, and this means listening with all your innocence, tenderly, as if you were listening to music, as if you were journeying in a dream, as if you were smelling a scent.»— Michelle Renyé
SOBRE LA LUCIDEZ DEL RESPETO
Los pueblos del frío no comprenden el calor
de la hospitalidad, esa inteligencia.
Lo sé porque he vivido entre ellos, aprendiendo
sus cosas buenas, cosas de libertad
individual, importantes,
yo agradecida, creciendo,
más viva y compleja, más sabia,
e invisible a sus ojos porque
los pueblos del norte saben a ciencia cierta
que no tienen nada que aprender
de la gente del sur.
Camino descalza. Poemas políticos
michelle renyé
ON THE CLARITY OF RESPECT
The peoples from the cold do not understand the warmth
Of hospitality, that intelligence.
I know because I have lived among them, learning
from their worth, say
individual freedom, crucial,
me grateful, blooming,
more alive and complex, wiser,
invisible to them because
the peoples from the north are absolutely certain
about not having a thing to learn
from the people from the south.
Walking barefoot. Political poems
michelle renyé
SER BUENA O MALA PERSONA
Ciertamente, hay gente que se porta bien y gente que se porta mal con otras personas y animales en todas las ideologías, pero hay ideologías que no consideran personas a otras personas, sus iguales. Y esto es un problema para la evolución a sociedades capaces de emplear la inteligencia y los talentos humanos para vivir y dejar vivir. Esto por un lado. Por otro, cuando hablamos de gente buena o mala es peligrosa porque si bien cualquiera puede portarse mal con alguien en algún momento, para causar daños de los no inevitables (por ejemplo, no querer a quien te quiere, eso no es que tú hagas daño, es que sencillamente no te has enamorado) no hace falta estar todo el rato portándote mal con la persona.
Para este segundo caso, comento dos hechos sociales: el maltrato misógino y el problema de odio dentro del feminismo.
Se ve muy claro con el tema de mujeres maltratadas, violadas y golpeadas y psicológicamente esclavizadas por hombres que supuestamente las quieren dicen o firmaron, que te dicen que otras veces son buenos, tiernos, o dan pena, etc. Pero es que si te violan, o te dan una paliza, aunque no sea un continuum de violación o paliza o control sobre tu vida para que no puedas más que pensar en Él y no tener vida, da igual si hay ratos en que esa tortura no pasa. Y ahí, según lo que sea de ese «portarse mal» con la gente, en ocasiones sí que se puede decir que esa es una mala persona. Yo personalmente he visto que una frase que ayuda a una mujer maltratada a avanzar para darse cuenta de su realidad de maltrato es decir esto tan sencillo: que quien se porta mal, no está todo el rato portándose mal.
Otro tipo de casos, pongamos el acoso laboral, cómo participa la gente que lo ejecuta y promueve, y cómo lo hace esa mayoría que lo tolera y se suma así al daño, casos menos extremos u obvios en su abuso o tortura, con lo de lo difícil de nombrar los temas de violencia emocional y psicológica, pueden quizá ayudarse de ideas como frecuencia, la duración en el tiempo, los grados de participación en generación del daño, en fin, habrá otros factores que ayuden.
Respecto al daño de las luchas del odio dentro del feminismo, por ejemplo, donde encontramos formas de hablar de otras personas que parecen de la extrema derecha, por ese odio, por esa superioridad o más bien, inferioridad humana que se le atribuye a la otra persona, que no «merece vivir» y por eso se la insulta y difama tanto, y se la lincharía en la plaza como es tradicional en las culturas patriarcales, lo que sorprende es lo mismo que para el caso de las mujeres maltratadas, que no se vean, que no lo vean, esa violencia, ese portarse mal que no puede justificar el tenerse ideas diferentes sobre las cosas. Pero a diferencia de las mujeres maltratadas, estas personas activistas no son víctimas de una situación de terror. Su actuar mal, usando palabras del odio, no de la comunicación o racionalidad empática, no de la construcción colectiva del conocimiento desde luego, no del diálogo siquiera, es puro afán de mandar, de dominar, de imponer una visión.
Hay algo muy sencillo de observar y comprender: la diversidad de todo en la vida, y en la especie. Convivir no puede construirse sin saber y asumir esto.
Si habéis leído mi poema de hoy, «Imaginación», en este podcast para aprender español no machista, que hice para una amiga ojibwe, y ahí quedó, a medias, por falta de tiempo (quizá retome), cuento en español para personas extranjeras el recuerdo de infancia que me sirve de motivo o detalle para crear el poema aquel político sobre la imaginación en el mundo patriarcal.
El link para escuchar la historia es https://www.talkingpeople.net/learnspanish/colors-2-story/
Imaginación (Poema)
“Una niña con mucha imaginación”
no ve que el tronco es marrón y las hojas verdes
aunque la humille la profesora por ignorante,
ridícula, torpe, y sus iguales
disfruten y participen en la fiesta abierta
en la milenaria historia de la inquisición.
La imaginación humana
es una herramienta para el universo
de nuestras realidades.
Nos da libertad para limpiar la mirada,
gratitud de poder ver mejor, más hondo,
para reconstruir la historia, investigar
causas, consecuencias… llevar lejos
todo lo que sabemos y podemos saber.
La imaginación es la intuición del conocimiento,
el saber silvestre y audaz, que se mueve feliz
desde su casa de la existencia.
Un árbol de vida que nos sorprende
dándonos cuerpo
incluso contra todo pronóstico cultural,
pura naturaleza,
un árbol de conexiones que recoge y refleja
el fenómeno del crecimiento,
los latidos de la voz, la luz y el color,
el volumen y el viento,
con sus rumores y sus sombras,
la distancia, la identidad,
del árbol, de la narradora,
que suspende Dibujo,
y Redacción, el Trimestre, el Curso,
y es enviada a un lugar de paria y monstruo
por su incapacidad de amoldarse,
esa inflexibilidad
de niña con mucha imaginación,
en la esquina oscura iluminada
de una pequeña clase.
GENÉTICA Y DESCENDENCIA. La gente que quiere tener descendencia debería leer un poco sobre genética, para quitarse esa idea desinformada sobre que su descendencia tiene más genes suyos que si adopta, y llegar a la opción brutal que ofrece la sociedad patriarcal a quien tiene dinero de alquilar a una mujer para geste sus genes. Si supiera, creo que se organizaría entonces (todo ese esfuerzo y dinero) para luchar por leyes de adopción que ayudaran a millones de peques del planeta y de aquí que por pobreza (exclusión) necesitan quienes les cuiden.Ciertamente, entre amistades se pueden hacer cosas de prestarse el cuerpo y demás. Pedirle semen a un amigo para chutártelo a ver si te quedas, conozco un caso muy feliz. Quedarte sin formar pareja y haciéndolo con amante(s), libremente (donación de semen unawares, sin saberlo, pero no es oro, vaya, y no te van a pedir cuentas, y tú ya lo vas «regalando» incluso forzando por ahí, incluso sabiendo que la mujer no quiere quedarse embarazada y la estás poniendo en riesgo. Además, ser «padre» es más que echar un polvo, y si cuando lo echas no estás haciéndolo para tener descendencia, y de hecho te importa una mierda si ella se queda embarazada, pues que ella controle y elija si quiere o no es tema de ella, lógicamente, porque es una PERSONA con derechos humanos). O pedirle una pareja hetero a una amiga que le geste su bebé. En general eso ha ocurrido en el mundo libre en los 70 y 80 y no tenía nada que ver con la contratación de mujeres para gestar para desconocidos por dinero, es decir, por necesidad económica.HAY muchas cosas de génetica rulando que apuntan a la realidad que podemos verificar cotidianamente: que quizá, mira, entre hermanas y hermanos, los parecidos son escasos o nulos, y que puedes parecerte físicamente a millones de personas con las que no tienes parentesco familiar. Somos de una misma especie, lo de la semillita propia de una y uno es una mala razón para tener descendencia, un tema que debería, pienso yo que no la tengo ni la he querido tener nunca, relacionarse con el amor a convivir con, cuidar, proveer a una personita hasta que pueda valerse sola.
Traducido por michelle renyé (diciembre 2021, mujerpalabra.net)
Audios en inglés y español en Soundcloud, Literatura con inteligencia feminista (michelle renyé)
https://soundcloud.com/michellerenye/snow-white-the-seven-dwarfs-by-anne-sexton
Fanzine a impresión para el 8M 2022 EDICIÓN BILINGÜE
Cubierta Fanzine Blanca Nieves de Anne Sexton, edición bilingüe, traducción de m. renyé Fanzine Blanca Nieves interior 1 Fanzine Blanca Nieves interior 2 Fanzine Blanca Nieves interior 3 Fanzine Blanca Nieves interior 4 Fanzine Blanca Nieves interior 5 Fanzine Blanca Nieves interior 6 Fanzine Blanca Nieves interior 7 Fanzine Blanca Nieves interior 8 Fanzine Blanca Nieves interior 9 Fanzine Blanca Nieves interior 10 Fanzine Blanca Nieves interior 11 y fin

Acoso laboral
Me enfrento a una migraña depredadora
provocada por la mezquindad fratricida
que tantas voces y vidas humanas nos han arrebatado.
Crímenes anónimos, masivos, cobardes,
amparados en la conveniencia de ser nada,
vivir con penosas aspiraciones.
Si mi paisaje era un pueblo de orografías,
todo se ha ido concentrando y de montaña ahora
soy volcán bullendo con la consciencia de lo que son
y de sus crímenes abominables nunca nombrados.
Se escucha un rumor en ascenso y ahora
un torrente de lava.
Camino descalza. Poemas políticos, de michelle renyé

Comparto un Poema político: la niña y el gato. Como éste, así quiero sacar los poemas de este libro que preparo. Sé que en el canon patriarcal no se ahondará en el significado que aporta sobre la identidad humana en la cultura y la identidad humana que la trasciende, pero es un hecho que la cultura patriarcal no ha podido deshumanizarnos con sus siglos de violencias brutales, y lo que pretendo es visibilizar la historia no contada. En fin, seguiré en ello.


En revisión, para Poemas políticos
Nos faltan palabras, visión: afinar en las narraciones y conceptos. A raíz de reflexiones sobre feminismo académico y de partido político ante la inteligencia feminista
Que haya mujeres y personas feministas en el mundo de estructuras de poder reconocidas como los únicos centros, lugar de generación, de cultura y política es indudablemente positivo, vital para la evolución a sociedades racionales empáticas, o noviolentas y libres. Que estas personas olviden o no quieran ser conscientes de que esos centros de cultura y política son sólo unos, porque está todo el pensar y accionar de millones de personas en la vida, esa saga minoría que aún combate la cultura patriarcal prevalente, no tendría que ser, hay opciones. Ser feminista no implica que te desaparezca el marco conceptual patriarcal, como sabemos, aunque a veces nombremos como si no lo supiéramos, sin acotar, «universalizando». Ante la crítica al «feminismo blanco», yo como blanca entendí que debía ampliar mi marco mental porque al nombrar mi identidad estaba generando, perpetuando un objetivo patriarcal de exclusión y violencia. Quise protestar, porque duele, claro: luchar por mi identidad no tendría que hacerte sentir que te excluyo. Pero la realidad de lo que nombramos y pasa al imaginario colectivo consciente, y a la historia, a la memoria consciente, está ahí, con sus injustas y distorsionantes narraciones desde los lugares con más recursos para perdurar en la memoria colectiva consciente, o llegar a más personas. Así pues, hay que narrar libremente y al tiempo, acotando muy bien que tu realidad no es «global» (quizá hoy aún se entienda mejor «universal», pero esta palabra es un clásico ejemplo de las cotas ridículas a las que lleva la arrogancia conceptual patriarcal y ¡hay que abandonar esa palabra!)
El propio mundo académico dice que para escribir (pensar) sobre algo habría que conocer todo lo anterior. (Esto es locura, porque ni aceptando que lo único que existió humano es lo que cuentan en la Historia patriarcal, tan seleccionada y violenta, se puede estar leyendo y estudiando todo para decir lo tuyo. Ahí hay una tara en la universidad española que ha llevado a mucha gente que habría hecho un trabajo intelectual interesante a no estar en la universidad.) Así pues, que personas que (discúlpeseme, no pretendo ofender) siguen esa máxima (por razones de estatus y poder establecido) escriban ignorando lo que otras feministas y personas con inteligencia feminista han hecho, para nombrar según el marco mental patriarcal, del poder establecido, de lo que se reconoce que existe y con ello, se niega existencia al resto, esa manera tan patriarcal de nombrar, pura violencia, no tiene sentido. Por qué lo hacen. Ahí debería haber una autocrítica que no puede darse por razones de poder establecido, aunque como en todo lo humano, siempre hay personas que lo hacen, aunque les lluevan violencias. Porque les ha costado mucho estar ahí, tienen que aguantar mucho, luchar contra mucho, y alcanzado el lugar no se va a poner en peligro por algo incierto, que aún no se comprende lo suficiente.
Visualizando el problema más concretamente. Desanima cómo se cuenta la historia del feminismo en una época además en que ya, gracias a «debates internos»*, sabemos que hay buenas razones para generar otra forma de narrar lo de cada cual. Sabemos ya que para nombrar nuestra particular identidad y lo de nuestro particular contexto o colectivo, no hace falta presentarlo como «universal», genérico de la especie, como hace la Historia patriarcal con la vida, darle una tajo a un trozo, y presentarlo como el todo. Está claro que estamos en transición, porque en los propios textos académicos se encuentra la contradicción en la narrativa: se cuenta algo excluyendo una realidad, pero luego se dedica algún texto a constatar que existió esa realidad, o algo de esa realidad. Es escandaloso respecto a dos temas: la lucha noviolenta (que ni saben nombrar estos textos) y el hecho de que la noción de derechos humanos y su consecuente lucha noviolenta en el movimiento social le debe existencia a mujeres y personas de todos los tiempos que han transmitido ideas a través de la palabra o los hechos de su vida que han dejado clara esta idea crucial de que las personas, todas, no son objetos para que otras personas las exploten, lo que por ahora llamamos «derechos humanos» aunque sin terminar, pienso, de comprender lo que encierra. Y encierra que se entienda lo que el sufragismo encierra (por centrarme en un tema): no sólo luchar las mujeres de posición social que permite opciones, mayoritariamente blancas y de la sexualidad que fuera (porque no se ve cuando vas a votar), por su derecho a votar. Está todo lo que ese sufragismo que sí pasa a la historia, el blanco etc., le debe a ideas y experiencias de la lucha contra la esclavitud de las personas negras, por ejemplo, que por ahora se menciona, si acaso, en un aparte, pero no se integra en la comprensión o la narrativa general con la normalidad de los hechos de la vida, sino que, si acaso, se fuerza como un pegote debido en un lugar, siendo su ausencia de otros lugares más visible, por suerte (así vamos dando pasos en este eterno tener que educarnos a ver mejor, para superar la tara patriarcal y rescatar lo humano, lo que como personas podríamos generar respecto a sociedades y culturas noviolentas guiadas por la racionalidad empática). Igual pasa con la lucha noviolenta, desde el feminismo institucional (académico y de partido político) no se sabe ni el lenguaje que usamos en el movimiento social que presta atención al tema de la violencia y la noviolencia como modos de resolución de conflictos, al pacifismo feminista (no digo «antimilitarismo feminista» por unas razones sobre las que también tendría cosas que anotar), o la ADNV feminista (Acción Directa Noviolenta). A mí me ha sacado los colores leer a filósofas hablar de pacifismo, pues para quien conozca el tema de la lucha noviolenta está muy claro que están hablando de algo que no conocen lo suficiente como para hablar así. Pero ahí está la arrogancia inconsciente patriarcal de personas feministas: se perpetúa el desprecio, la subestimación a existencias que no son la tuya, en este caso, en el ámbito del estudio y la comprensión del tema violencia y noviolencia.
Hay algo que aún no tenemos claro: que las ideas no nacen sólo en la universidad. Si bien la universidad nos ofrece vital material con sus investigaciones para rescatar la verdadera historia de las personas, las ideas que han movido el mundo a mejor, a que no nos autodestruyamos aún por seguir en un tipo de sociedad de la violencia en todo siempre justificada, las han tenido todo tipo de personas, no sólo quienes han podido realizar un trabajo intelectual para el bien de la comunidad, o comunidades, ¡o de la especie! Soujourner Truth, con su «Ain’t I a Woman?» (¡¿Es que yo no soy una mujer?!) no es para un epígrafe dedicado sino para estar integrada como señal de mucho más en una narrativa que no desvirtúe o distorsione las luchas humanas por un mundo menos brutal. Ella dijo eso en una época en que en el movimiento sufragista de Estados Unidos prevalecía que las «verdaderas» sufragistas/feministas digamos eran las blancas, por ejemplo, ellas debían encabezar las manifestaciones** . Ayudó, ayudaron a que se corrigiera un error brutal conceptual, pero a día de hoy, se sigue contando como tema aparte, no integrado en esa historia del feminismo. Igual pasa cuando se menciona en una historia del feminismo la cuestión del feminismo romaní. Y en esos propios textos se ve ya la contradicción: cómo sí hay una sección para nombrar a tal o cual, cómo incluso en la narrativa general se pudiera mencionar, pero no se termina de integrar en la comprensión, en el marco conceptual general, y se nota. Lo que quiero decir es que aunque ya tenemos la información, otra cosa muy distinta es conseguir que eso haga evolucionar nuestro marco mental, nuestra emoción, nuestra cabeza-corazón.
En clase, el 10 de diciembre, siempre intento plantear (y no genera análisis ni debate, sino una especie de estupor que, espero, al menos ayude a «ablandar» la ceguera que impone la ideología patriarcal, conmover para limpiar la mirada) que la noción de derechos humanos ha sido construida por muchas personas, una saga crítica con la cultura prevalente, a lo largo de los siglos, personas que han podido o no estar en posiciones de poder establecido, y la mayoría no lo ha estado, porque no pudiera estarlo o porque rechazaran estar ahí o las dos cosas. Que no es un hecho concebido y redactado por nuestros patriarcas. Que, aunque positivo, no fue sólo por la lucidez y la fuerza de Eleanor Roosevelt, que también. ¿No habría una manera más amable, más realista, de contarnos las cosas? Por lo pronto, siguen faltándonos palabras. Cuando nombramos la historia del «feminismo ilustrado» al «feminismo de clase» falta todo lo relacionado con las cuestiones del mundo no blanco. Nombramos el mundo blanco disidente pero sigue siendo el que llega a las estructuras reconocidas de poder, digamos. Sigue siendo desde la mentalidad compartimentalizadora patriarcal, con sus ideas nefastas sobre lo que es diversidad y lo que representa. La diversidad humana no puede ser selectiva o excluyente, aunque podamos cada cual hablar de nuestra identidad y construirla contra ese todo que es la cultura patriarcal.
Las ideas nacen, se transmiten y generan realidades no sólo en lo que renoce la cultura prevalente. Hay universitarias, intelectuales, pero también todo tipo de personas en todo tipo de lugares que han movido el mundo hacia otro rumbo, un rumbo no patriarcal, artistas, activistas, mujeres constreñidas por su explotación total en un contexto o situación… Yo dudo que la historia del feminismo, como cualquier otra historia humana, nazca en un momento histórico, siquiera porque no conocemos la historia de la humanidad. Tiene que haber espacio para esa duda. Y así, abrirse ese marco conceptual de que logros sociales vienen de muchas cosas, de mucha gente tendiendo a algo diferente, que cuestiona la cultura prevalente. Quienes sean la persona que hizo tal o cual, ¿pueden ser nombradas así sin que eso implique esa mitología de Primeras (y Únicas, es la implicación) Personas que Hicieron? Es todo muy complejo, pero hay que seguir mejorando las narraciones, para que nombrándose algo invisible, no se invisibilicen otras realidades, sino sencillamente se nombre una realidad.
Este texto está escrito tal cual, sin tiempo a elaborarlo y organizarlo. Espero que se entienda o que aporte algo para seguir avanzando en comprender y nombrar con más racionalidad empática.
—
Notas
*Debates internos: esos que en general se ignoran en el feminismo de las instituciones educativas o de gobierno, por ejemplo; aunque luego se aprovechen, el eterno modus operandi del poder establecido patriarcal, del que no se libra ningún movimiento por transformador que sea si no se mantiene una afinada consciencia o también autocrítica.
**Manifestaciones (lucha social): ese modo de ADNV que si bien no inventaron, sí lograron transmitirnos como herramienta de lucha noviolenta para la sociedad que no tiene acceso a los micrófonos y textos publicados. Digo «no inventaron» porque que masas de gente se lancen a la calle a intentar frenar al poder establecido se ha hecho con toda probabilidad en la historia de la humanidad, aunque no lo sepamos. Lo que no quita valor al hecho de que las sufragistas, desconocedoras además, como la mayoría hoy también, de la historia no contada en las sociedades patriarcales, dieran con la forma de lucha noviolenta de la «manifestación» y la popularizaran — que como siempre además borráramos de nuestra memoria o consciencia colectiva que nos vino el ejemplo de ellas es un caso más del terror de género patriarcal, su poder de aniquilación incluso a través de la omisión, convertida en arma de destrucción masiva en el patriarcado.
Manifestación feminista Petra Kelly 2017 Lula 2011 No soy una niña mala. Es que tengo una duda (humor feminista) Norma Quixtan 2016 Gloria Fernández López artistas prehistóricas Berta Caceres Mujeres indígenas June Jordan Atticus y Scout (Harper Lee) Mary Wollstonecraft, y la dignidad porque las mujeres pensamos artistas prehistóricas Marcela Lagarde Nawal Al Sadaawi Ani Di Franco Audrey Hepburn Toni Morrison Goya Mujer Palabra Wilma Mankiller Jane Bowles Angela Davis Bronislawa Wajs Tico Pelayo Olympe de Gouges Mujer Palabra Joy Harjo Alice Walker Sara López Olvera 2017 Querer a una feminista JM y michelle renyé Carmen Reñé Francisca Martín-Cano Abreu Mujer Palabra Hadizatou Mani Mina Loy Zene u Crom Mujer Palabra Mujeres de Negro España y Balcanes Ruta Pacífica de las Mujeres Colombia Difitas en mani feminista Noelia Heredia Mujer Palabra Marcha de las putas Audre Lorde Manifestación feminista Emma Goldman Mujeres del MOC Mujeres de Greenham Common Niña en lucha noviolenta, Gaza ¡Basta! Niña palestina en lucha
BONDAD Y PATRIARCADO. cada vez k se le dice «tonta» a una persona con valores màs humanizantes k los k imperan en la sociedad patriarcal, se está ayudando a perpetuar su orden brutal. Lo que sí parece ser algo falto de inteligencia y empatía.
MIEDO IRRACIONAL, ENVIDIA, AVARICIA EN EL PATRIARCADO. ¿Qué explica que personas perfectamente humanas, capaces de razonar empáticamente, de querer y ser generosas y valientes, ser parte de una red humana de mutua compañía, elijan ser la versión más violenta de sí mismas? ¿Tanto les da pasar ese miedo, sentir esos sentimientos que tanto daño hacen y les hacen? Las más de las veces, no consiguen nada, más que llenar sus vidas con esas violencias y mezquindades. Y cuando consiguen algo, les dura un tiempo limitado. El resto, ese no poder vivir en sí si no obedecen el mandato de destrucción de una sociedad con valores patriarcales. La violencia que vemos en las guerras tiene sus raíces en la vida cotidiana.
(Pegaré más posts aquí si los escribo)
Recojo hoy que estoy muy opinante de todo las tres recetas que me he inventado en la vida, que no justifican que no sepa cocinar (ese un daño colateral de mujer consciente en la sociedad patriarcal, un precio que he tenido que pagar, porque siempre se espera que una mujer sepa cocinar porque es mujer, en fin, la soberana estupidez imperante) pero que de alguna manera me han ayudado a ofrecer algo rico a personas queridas alguna vez!
Cóctail «Biblioteca de Mujeres», dedicado a Marisa Mediavilla
Se pone un trocito de mango y alguna uva pelada sin semilla en una copa de cava y luego se echa el cava y se deja un ratín. Se bebe despacio y te comes la fruta cuando esté bien empapada de cava!
Ensalada «Atticus tiene un día raro», dedicada a Atticus
Se corta un plátano en rodajas, se pela y corta por la mitad un aguacate, se pone en un plato y se le echan por encima pasas de Corinto, dátiles del desierto y unas hojas de yerbabuena fresca. Luego por encima un chorro de aceite de oliva virgen extra.
Menú «Cena de verano Difitas», dedicada a las DIFitas, mujeres de la red Desarrollando inteligencia feminista, para las sesiones de trabajo por amor a la vida!
Plato único y postre
Ensalada: pasta (de lenteja roja, por ejemplo), aguacate, espinaca fresca, atún, pasas pequeñas, aceite de oliva, vinagre de Módena
Postre: mango y uvas pequeñas negras con helado y barquillos y unas hojas de yerbabuena,
o bien
mango y uvas pequeñas negras en mitad yogur natural mitad nata para montar batida (en la nevera tendría que quedar algo durita), con ramitas de yerbabuena
Quizá tengo que editar esta última porque luego me pongo y quizá me sale otra cosa… 😀
Hoy he conocido a la que será, espero, mi traumatóloga después de 10 años sin ir y haberme mudado. Una mujer que no se asusta porque escucha y comprende. Aquí un fragmento de la conversación en la consulta, para ilustrar lo que digo.
La pongo en antecedentes: Tras años de «lumbagos» finalmente supe que tenía una hernia discal 4-5 y bueno, me puse a aprender eso de la vida de princesa: no cargar peso, moverme con suavidad… Bueno, en lo posible! (siendo independiente es algo jodido, la verdad, pero se hace lo posible).
Ella, ante mi consulta sobre si me hago daño en las rodillas con rotulitis al andar a buen ritmo cuesta arriba con lo que me duele (de ver estrellitas de dolor), si eso podría deformármelas más o algo: Andar siempre es bueno, no te va a deformar las rodillas. Lo que daña es el deporte de impacto en los huesos.
Yo: Además, desde hace ya como 10 años o 12, conseguí aprender a no pisar tan fuerte. Es que yo de pequeña para ser libre tuve que aceptar ser marimacho y me movía como una brutota.
Ella: Y ahora eres más femenina.
Yo: Sí, eso.
😀 😀 😀
Me ha encantado. Me comprende perfectamente. Y no la parece que desvarío con mis imaginaciones! Sabe que son apreciaciones científicas!
No me comprendes, eso
no me convierte
en una amenaza a exterminar,
en una persona despreciable.
Podemos hacer música…
Los pies en la tierra,
roja, verde, rosa, ámbar,
ese palpitar,
los pulmones llenos
de noche y de llama,
la voz como agua:
transparente, pura, bronca.
Podemos erizar el aire
con el rumor y los destellos
de la risa y la palabra.
Basta
comprender esto otro.
m. renyé
Julio 2018
(Con Bronislawa Wajs, Petra Kelly, y tantas otras personas noviolentas vitales para la especie!)
RESPETO A LAS IDENTIDADES COMO PROCESO-CAMINO DE AUTOCRÍTICA Y APRENDIZAJE AUTÓNOMO PARA LA SUPERACIÓN DE LA TARA IDEOLÓGICA QUE NOS TRAE LA MILENARIA CULTURA PATRIARCAL. Algo fundamental que todo el mundo puede hacer para construir sociedades humanas que superen la tara ideológica de considerar la violencia como único modo eficaz de tratar los problemas y las relaciones es el desarrollo de la inteligencia feminista, de una inteligencia que apuesta por la racionalidad empática para construir su comprensión del mundo y de las relaciones, en torno a la cuestión de la identidad, del respeto a las identidades humanas. Cuánto más crecería el mutuo apoyo y al tiempo el dejar vivir identidades individuales y colectivas diversas si se comprendiera esto. Es agotador lo poco que se comprende dentro del activismo cómo perpetuamos la ideología del sistema sexo-género patriarcal por cómo vemos a otras personas y las relaciones, siempre desde esa mentalidad de binomios contendientes donde uno debe prevalecer porque representa el bien y el otro ser aplastado porque representa el mal. Lo vemos entre gente con empatía y poca autocrítica en el movimiento social y en los partidos políticos y sindicatos, por ejemplo, cómo es común encontrar personas que creen que por haber dado con algunas buenas ideas pueden condenar a quienes no lo vean o a quienes no actúen o hablen igual, con sus mismas palabras. Es pesado y negativo, y sería sencillo abrir la cabeza-corazón al mundo humano, y entender que en cualquier caso todo es un proceso y sin respeto mutuo, haciendo lo mismo que hace la cultura patriarcal todos los días a través de la mayoría que acata los valores milenarios aprendidos y también de quienes creemos saber por donde tirar para superarlos: dar la espalda, condenar, invisibilizar, no tener en cuenta, difamar, no escuchar, no dialogar… Hay tantos ejemplos cotidianos, que desmoraliza poner a escribir un ensayo sobre esto. Es doloroso, sin duda. Porque no se ve su irracionalidad y violencia. No se comprende que la violencia coyuntural y estructural del complejo sistema de violencia del patriarcado la perpetuamos a diario con palabras, ideas, modos de hacer coherentes con los valores y visiones patriarcales. Las personas tenemos un potencial asombroso para construir las sociedades que como personas o minorías llevamos siglos imaginando y de alguna manera dando realidad (parcial siquiera) en nuestras vidas.
De la saga de Petra Kelly, dando otro pasito, desde un feminismo algo diferente, más en la creencia de que el respeto a la vida puede nacer y nace como mínimo también no de algo espiritual sino de la comprensión y el amor a la vida, y de que ser mujer o hombre en las sociedades patriarcales milenarias es una realidad pero no humana sino del sistema de la cultura, pues la humana es mucho más diversa (hay muchas más formas de ser mujer que la que se define en el sistema sexo-género patriarcal, que asocia ciertos genitales a un conjunto de funciones en la sociedad y cualidades de la mente, limitándonos y deshumanizándonos).
Para que pare un poco, que nos controlemos, en educar a las personas pequeñas en que es fundamental que YA digan si son niño o niña, porque son PERSONAS primero y porque además pueden ser niño o niña de muchas formas que el patriarcado ha perseguido siempre a través de nuestras visiones mayoritarias, intolerantes, inquisidoras, excluyentes…
Lo que nos ayuda a rescatar nuestra humanidad son nuestras diferencias
Según lo comprendo yo, el desencuentro dentro del feminismo respecto al tema de la identidad se encuentra en que hay personas con inteligencia feminista que creen que la distinción Hombre-Mujer es biológica, como lo cree la cultura patriarcal, sólo que conciben la superioridad de forma contraria: la “naturaleza femenina” sería superior a la “naturaleza masculina” por las mujeres están vinculadas a la vida y el amor/construcción y los hombres a la muerte y la violencia/destrucción. Ambos pensamientos emplean para su comprensión del mundo lo que llamo los binomios contendientes donde uno debe prevalecer sobre el otro porque ideológicamente se considera superior, es decir, donde uno representa el Bien o llamémoslo ya (que ayudará a evolucionar, pienso) El ideal y el otro el Mal o bien Los peligros.
Matices aparecen en los feminismos respecto a cuántas identidades humanas son “naturales” e incluso entre personas feministas que no se identifican claramente con la visión del feminismo de la diferencia se produce la desconfianza respecto a que la identidad humana, natural y cultural, pueda ser más diversa que una idea algo más borrosa que la patriarcal pero muy parecida sobre que las personas somos Hombres y Mujeres.
El encuentro de los feminismos respecto al tema de la identidad está en el rechazo al sistema sexo-género patriarcal, que define la identidad humana restringida a una versión de lo que es ser mujer y ser hombre, donde la mujer es vista como inferior al Hombre.
La cuestión es, sin duda alguna necesitamos ser conscientes de los puntos donde podemos aunar esfuerzos, para fomentar eso, y no tanto la no comunicación y la perpetuación de la idea patriarcal que lo diferente es el enemigo.
Son ya siglos de patriarcado, y realmente, esto tiene que superarse ya, esta tara ideológica de la que somos objeto culturalmente, que es decir, conceptual, verbal, psicológica, físicamente también.
En los hechos pequeños de la vida cotidiana se puede rastrear el afán de violencia respecto a la identidad humana, y esto no nos ayuda a evolucionar. Por eso en el movimiento social del feminismo (o los feminismos) otro punto de encuentro es saber de la importancia de las palabras y las ideas para transformar acciones y actitudes del mundo de la violencia, porque la violencia física o última se construye, es posible por la existencia de todos estos otros tipos de violencias posibles: ideológica o cultural, sentimental, emocional, psicológica, verbal sin duda alguna (véase la misoginia tolerada por el mundo oficial de la cultura de la Real Academia de la Lengua Española, que no puede soportar que a las mujeres se les deba el mínimo respeto de nombrarlas si te diriges a ellas, buscas su apoyo, hablas de ellas o de la humanidad o las personas).
(Para mí el feminismo pacifista incluye todos los temas que el pacifismo patriarcal obvia, todos los tipos de violencia que el pacifismo patriarcal, espiritual-religioso o ético-político ignora, incluido el hecho de los siglos de lucha noviolenta de las mujeres, con todas las ideas de lucha que nos han proporcionado y no vemos, no se las atribuimos.)
Sobre mi postura personal, por un lado vital, intelectual-vital, yo no puedo entender bien la cuestión de la superioridad como tampoco puedo entender bien la admiración, si no fuera algo así como la superioridad ética, de racionalidad empática, pero no podría llamarse así porque desde esa racionalidad empática no sería éste el mejor nombre, “superioridad”, tendría que existir otro. Y por el lado de observación de la vida humana (esa pasión, ese miedo y esa necesidad de conocer), lo que yo llevo visto en medio siglo de vivir intensamente, me ha conducido a pensar en personas, intentando ver más allá, con más inocencia o libertad, de nuestro adoctrinamiento de cultura patriarcal en los binomios identitarios base a todos los sistemas de violencia patriarcales, de Ser Hombre y Ser Mujer. Aunque entiendo que la cultura prevalente haga que nuestra maleable mente desarrolle más las cualidades que se nos dice tener culturalmente, porque queremos que nos ayuden, o quieran, o admiren, o teman… Yo he visto rasgos y ausencia de rasgos supuestamente correspondiente a un género sólo en los dos, e incluyo la fortaleza física (que además puede concebirse desde muchos enfoques muy diferentes, curioso que sólo se hable de uno) o la capacidad de comprender cosas.
“We can best help you prevent war, not by repeating your words and repeating your methods, but by finding new words and creating new methods” Virginia Woolf (Como mejor podemos ayudaros a evitar la guerra no es repitiendo vuestras palabras y reproduciendo vuestros métodos sino hallando nuevas palabras y creando nuevas formas de hacer las cosas. Citado en Petra Kelly (1983), p. 35, Fighting for Hope, Chatto & Windus. The Hogarth Press, 1984)
Si los genitales nos especializaran en capacidades no habría tantas excepciones como encontramos día a día; y cómo nos pasamos los siglos sobre todo hablando y actuando para juzgar y condenar las “excepciones”. No deberíamos perpetuar esta especie de fe, que no conocimiento, en la identidad de género humana porque ponemos muy difícil poder colaborar en la construcción de un mundo humano donde los valores de respeto/amor, solidaridad/cooperación, honestidad-sinceridad, y noviolencia prevalezcan.
El pensamiento, la ciencia, el lenguaje, las emociones…, son productos humanos, y pueden llevarnos a todo tipo de hechos, constructivos y destructivos en infinitos grados. No creo que los genitales tengan mucha influencia, con su química incluida, dado que la mente humana tiene capacidades como la imaginación.
Termino con una idea que expresó, probablemente entre muchas otras personas a lo largo del tiempo, Einstein, y que yo leí en un artículo de Petra Kelly, del citado libro Fighting for Hope: “Everything has changed except our way of thinking” (Todo ha cambiado excepto nuestra forma de pensar / marco mental).
A la gente curiosa, con afán de aprender y mejorar, se la malinterpreta mucho. Sencillamente, culturalmente, no se puede creer que algo pueda hacerse por eso tan fundamentalmente humano como es la curiosidad, el afán de aprender y mejorar.
Lo malo no es la malinterpretación: eso podría corregirse preguntando, escuchando, confiando en la respuesta, que no es tan difícil de entender ese tríada de afán, tan humana. Lo malo es que esa malinterpretación está asociada en las culturas patriarcales a ejercer automática algún tipo de violencia, la más invisible, la que educa en que no se tenga curiosidad, ni ganas de aprender ni de mejorar.
Abro el verano, la huida feliz a mi mundo,
al mundo de la libertad de movimiento,
esa bicicleta de la niñez
que te transporta lejos
de la falta de visión cotidiana;
el paseo como respiración de luz
porque todo deja impronta vital
en el claro que abre el día y también
en la oscuridad intensa y plena
de los grillos y el jazmín, las noches de verano…
Abro el verano a la lectura como viaje,
como reencuentro, el libro un puente,
y siento, conmovida, profundamente, gratitud.
Desde tus palabras, Mina Loy,
con mi voz de presente,
construyo el paso, creo ese tipo de realidad,
la que se extiende por las eras de la historia,
rebeldes, tú y yo, nuestra saga,
rescato ese pasaje de siglos
y de lucha por la vida,
conectadas,
un tipo de fortaleza gigante,
de Davida limitando los hechos de violencia de Goliat.
30 de junio de 2018, revisado el 6 de diciembre, 2018
Hoy por azar al releer a Mina Loy y mirar mi traducción de inicios del siglo 21 (2000 y poco, si no 1999) he visto que no comprendí bien una cosa, así que aquí está la traducción que considero más fiel a lo que ella dijo y a cómo lo diría en español. Así que esta tradu es del 2018. 😀
No hay Vida ni Muerte
sólo actividad
y en lo absoluto
no hay declividad.
No hay Amor ni Deseo
sólo tendencia a
Quien pretenda poseer
es una no entidad.
No hay Primero ni Última
sólo igualdad
y quien pretenda dominar
es todo vulgaridad.
No hay Espacio ni Tiempo
sólo intensidad
y lo dócil
no tiene inmensidad.
https://soundcloud.com/michellerenye/no-hay-vida-ni-muerte-poema-de-mina-loy-traducido
Derechos humanos, libertad, justicia social, feminismo, derecho a la identidad individual y colectiva-cultural, antiespecismo, antimilitarismo, ecologismo…
Un problema que plantea la libertad en el contexto de sociedades patriarcales milenarias es los hechos de la mayoría, que acatan ciegamente el mandato de la tradición, con sus valores patriarcales milenarios. Y un valor es no razonar, no escuchar, no dialogar, no pensar, no respetar sino más bien ejercer el “conmigo o contra mí”, es mundo en blanco y negro, tan violento y tan antihumano.
¿Cómo poder transmitir ideas para su análisis vital y debate racional empático? Porque sin esto, sin que la mayoría comprenda algunas buenas ideas (que no ideologías, no hablo de paquetes de ideas que imponen, como paquete que son, dogmas de fe) –que rescatarían nuestra humanidad y construirían sociedades menos violentas e injustas— no podemos ser eficaces a la hora de neutralizar a los violentos. “Frente a la violencia de un loco”, me dijo Julio una vez en Centroamérica en los ochenta, “ni violencia ni noviolencia”, y entendí muy bien lo que significaba, pero no todo lo que significaba. No significaba que la noviolencia no fuera una buena idea para estructurar las relaciones humanas personales, en sociedad y en el mundo. Como sí interpretaban los dogmáticos del pacifismo, quienes no podían tolerar una frase así. Sí implicaba que para que el espacio de noviolencia como modo de actuación cotidiana en la sociedad pudiera llegar a serlo era preciso que una inmensa mayoría comprendiera que rechazar la violencia en masa –en lugar de justificarla siempre siguiendo el mandato de la tradición, de nuestra supuesta historia (ésa tan seleccionada por los más violentos)— impediría la violencia en muchos espacios, permitiéndose la evolución de nuestra naturaleza por otras vías. Porque no sólo cuenta lo que está, también cuenta el potencial. Y las culturas evolucionan, se extinguen, cambian, nacen.
La problemática de qué ocurre con las buenas ideas en la sociedad patriarcal tiene relación con el bombardeo de desacreditación, difamación, demonización que sufren las personas que queriendo o sin querer se ven vinculadas a ellas. Todo esto hay que observarlo, pensarlo, hablarlo y analizarlo. Porque es un problema grave: mucha gente querría escucharlas (que no quieran no quiere decir que no hayan tenido su impacto, pero claramente: si fuéramos conscientes el impacto sería más determinante de un cambio social duradero y más profundo, más consolidado), incluso las compartiría, pero hacerlo se vive como un riesgo, el riesgo a quedar fuera del grupo que sigue al líder, que sigue la tradición, la historia contada, quienes han sobrevivido. Y culturalmente tienen prohibidísimo escuchar, y pensar, y poner en común ideas con el fin de explorarlas y conocerlas, que es algo que va antes que decidir que son ideas que quieren incorporar a tu vida y relaciones. Porque escuchar puede transformar el mundo. No es sólo que HABLAR, nombrar, consciencia que le debemos agradecer muy mucho al movimiento feminista, es ACTUAR (si no me nombras, tú no existes), es también que PENSAR, COMUNICARSE y ESCUCHAR pueden, como absolutamente todo lo humano, representar, ser ACTUAR, ser cambio a mejor, r-evoLucionario.
En clase, ¿cómo presentar ideas de los movimientos sociales, cuando sabemos que las personas se defienden de escucharlas atribuyendo maldad, ganas de despreciar y destruir, a quienes las plantean? –como vemos que ocurre con el feminismo, que se interpreta y distorsiona a “Odio a las personas hombre”, en lugar de algo que sin duda plantea, “Crítica a la interpretación y a la imposición de la identidad Hombre en el patriarcado”, o con el antimilitarismo, que se interpreta como “Odio a las personas que trabajan en los ejércitos” en lugar de lo que sin duda plantea, “Crítica a las soluciones de violencia como método para la resolución de los conflictos”. Y digo esto consciente de que dar con buenas ideas no te salva de convertirte en una persona integrista dogmática, que acaba perpetuando precisamente lo que combate al ejercer un no tolerar que se rechiste, que puedan existir diversos modos o maneras o enfoques o desarrollos y que quizá haya que escuchar y pensar más antes de despreciar, juzgar y condenar. Que quizá haya sencillamente que convivir.
Voy a llevar a clase a Petra Kelly. Creo que trabajar sobre su vida y obra de análisis puede ayudar a muchas cosas, incluida que su vida pueda verse, valorarse como tal, sacarla de la condena a No Ser porque un hombre al que ella quería la asesinó, y ya se sabe, a los héroes patriarcales, al Hombre, no se le puede criticar, aunque nos cueste la deshumanización, la negación de la verdadera historia de la humanidad, la condena a ser como no somos, que basta mirar con mirada clara para ver la diversidad y el potencial que tenemos para superar la tara de violencia patriarcal a diario, sin tener que reproducir los modos patriarcales de lucha: la mentira, la falta de escrúpulo, la acusación, la cobardía, la falta de razón empática…
A ver si me sale… Pongamos el hip hop, el blues, los jazzes, el flamenco… (no menciono otras músicas, para que no se me escape esta reflexión, porque el tema de la música es increíble) hay comunidades que han aportado a la raza humana un tipo de música de extraordinario valor artístico. Como músicas que han llegado a personas de cualquier comunidad, pueden gustar a gente de fuera de esa comunidad a puntos pasionales, tanto como agentes de la música o como personas que la disfrutan.
Pues bien, se dice que esa música suena mejor cuando la tocan o cantan personas de la comunidad que la originó, como si esa comunidad fuera un ser con esa característica, y como si pertenecer a una determinada comunidad diera una cualidad que no puede tener ninguna otra comunidad humana.
¿Pero no es la música una cualidad humana? Y cuando una comunidad da con un tipo, dan con ese tipo las personas artistas que lo generan, no todas las personas de esa comunidad. Análogamente, le gustará a personas de fuera de esa comunidad, y no a todas. Es arte. Arte es dar expresión a una realidad, pero la realidad tiene enfoques, formas, desarrollos incontables en su narración. Si otras personas de otras comunidades han compartido vivencias/sensibilidades/ideales… similares, como la música, el arte, no tiene fronteras, mal que pese a quien sea, podrán crear de ese arte, o disfrutarlo.
Y luego está el tema de poder imitarlo, ahí se verá la diferencia entre una actuación artística y una imitación excelente. Se puede imitar y se puede crear y hacer cosas que son híbridas de esto. Son cualidades humanas.
Temas aparte son que se reconozca quién aporta qué, que se aprecie.
Pero eso no es decir, no creo que pueda ni deba decirse que sólo las personas de las comunidades originarias creadoras de un tipo de música serán las únicas que puedan crear arte con esa música, porque la música, el arte, son hechos humanos, y nuestras mentes, que según desarrollo de su amor a la libertad, pueden no optar por tener las fronteras que imponen los colectivos, en su definición de lo que son, o lo peor, en la defección de lo que son por quienes no pertenecen a ellas, pueden verse conmovidas por cualquier obra humana.
La opresión, explotación, represión ha generado incontables crímenes contra la humanidad, y algunos no podemos explicarlos bien, y al nombrar hacemos cosas que los sostienen o perpetúan.
Por eso pensar, comunicarse, pueden ser ACCIÓN, como el arte, y revolucionarias.
A JM
Dejamos atrás, estremecedoramente suave, la piel
de la infancia, mecida al viento, como un señal eterna y urgente.
No dejamos atrás su capacidad de ver.
Tú y yo, juntas, ya centenarias,
tú fuerte ante el dolor físico, conociendo
filosófica y poéticamente el mundo y sus lenguajes,
yo experta en ahogarme en charcas y en remontar, quimérica,
cadenas montañosas, cúspides perdidas.
Nosotras: emoción de suelo túnel fértil, agrestes.
Nuestro abrazo: ideas, observaciones, palabras
creando el asombro del color, mutando a sabiduría.
Saber nombrar las cosas importa mucho para el análisis, pero para eso tenemos que comprenderlas (ese arduo proceso) con cierta profundidad –no sólo es cuestión de diferencias por puntos de vista de los que se parta.
En la ideología patriarcal es más importante usar las ideas como armas para «destruir al oponente» que conocer el mundo a través de la puesta en común de ideas y desarrollar conocimiento en procesos colectivos conscientes.
Podemos decirlo de muchas formas.
En el vídeo de abajo sobre Petra Kelly, Alicia Puleo lo dice de una forma. Al explicar el ecofeminismo nos cuenta (y su opinión está ciertamente informada) que el ecofeminismo se encuentra más asociado a una corriente feminista llamada «feminismo de la diferencia», que es esencialista, es decir, que cree en una diferencia identitaria fundamental entre dos géneros, y nos dice que en cierta forma esta corriente enfrenta dos géneros –como lo hace el esencialismo patriarcal (añado yo), aunque en un sentido diferente, y en un sentido contrario según matizaciones, cuando se plantea con el mismo esquema de superioridad de un género sobre otro en un sistema de dos. Y nos cuenta que la corriente feminista prevalente hoy es aquella que se centra en combatir la discriminación machista y misógina o del Hombre hacia la mujer, y que el ecofeminismo ampliaría eso para incluir la lucha contra la discriminación de otros animales y la explotación del planeta. Dice que por tanto en algún sentido el feminismo (la corriente prevalente) se ha especializado en el tema igualdad entre hombres y mujeres.
Yo creo que esta visión está condicionada por la comprensión del feminismo occidental, de su importancia en la lucha por la igualdad entre sexos, y que tenemos que nombrar o comprender el feminismo de una forma más amplia y eficaz porque explica muchas cosas más y su impacto es mucho más amplio y profundo: el feminismo cuestiona la ideología patriarcal, esa cultura humana de sistemas de violencia (por sexo, sexualidad, piel, estatus social, económico…), y por eso sin desarrollar inteligencia feminista no se puede abordar la evolución a la superación de este tipo de cultura. La construcción de una cultura abarca todo lo humano, y condiciona cómo pensamos, hablamos y nos relacionamos, qué valores prevalecen en comunidad, las prioridades.
Consideremos las luchas de las personas feministas por el lenguaje.
La idea de un lenguaje que nombre la realidad –y no un lenguaje empleado dogmáticamente para invisibilizar la realidad que no se quiere aceptar culturalmente en una sociedad dada (invisibilizar que no destruir, porque siempre hemos existido y aportado las personas denostadas por la cultura prevalente)– en la práctica y teoría de diferentes personas feministas nos ha aportado culturalmente más que la sola cuestión de nombrar a las mujeres. Nos ha descubierto la falta de inocencia en la cultura, en el mirar desde la cultura; cómo vemos lo que creemos, lo que la cultura/sociedad dice que hay que creer, en lugar de comprender (ver, entender que existe) la realidad existente; y cómo viendo así hacemos daño intencionada y no intencionamente, inconsciente y conscientemente, porque juzgamos injustamente, agredimos verbal y conceptualmente, y omitimos o invisibilizamos, que es, ya lo sabemos bien, una forma de matar, obstaculizar y hacer sufrir.
Estoy hablando sólo del mundo del lenguaje humano, que parece un tema solo y que es en realidad un tema transversal a todo nuestro mundo porque constituye nuestra herramienta cotidiana para transformarnos y transformarlo, justamente por eso, porque en él se refleja todo lo que concebimos, sentimos, creemos, soñamos como colectivo –aunque eso no haya podido eliminar nuestra capacidad para el lenguaje individual o no prevalente socialmente, como esta forma de nombrar empática propuesta por el feminismo porque sabemos del daño que hacen las palabras a quienes excluyen o difaman, lo pretendamos o no; cómo las palabras más usadas son culturalmente reguladoras de la inclusión y exclusión, del reparto de funciones en una comunidad, la construcción de la identidad de los papeles admitidos por una sociedad determinada.
Así, el que haya corrientes feministas prevalentes (en el sentido de mayoritarias) en determinado lugar que se centren a la lucha por «la igualdad ¿con el Hombre?» (así lo mal-interpreta mucha gente), o dicho mejor: que se centren en la lucha por la igualdad de derecho de todas las personas a una construcción de su identidad propia y a poder elegir su papel en su comunidad en función de sus decisiones y no de sus características físicas o genitales en el contexto de una sociedad patriarcal (que parte de la deshumanización fundamental que es una definición limitada y distorsionante de lo que es ser persona, asignando dos papeles, «Hombre» y «mujer» a todas las personas, papeles asociados a funciones en la sociedad), no es decir que el cuestionamiento del patriarcado que realiza el movimiento social feminista sólo implique el tema «Hombre-mujer» (ya se ve en mi reformulación, pienso) pues cuestionar la base dogmática fundamental de la cultura patriarcal no es para que las mujeres estén mejor, sino para evolucionar a sociedades menos violentas e injustas, donde se respete la identidad de las personas y se apoye una evolución individual y colectiva hacia realidades más humanas, más fieles y respetuosas con el potencial y la diversidad humana, pues la cultura patriarcal es autodestructiva –y si tras siglos de patriarcado aún no nos hemos autodestruido eso ha sido sencillamente porque la realidad humana no ha podido ser transformada por la ideología patriarcal en el sentido buscado, y ha seguido existiendo y cuestionado el sistema todos estos siglos; por eso hoy tenemos cosas buenas que en realidad no nos vienen del patriarcado sino de lo que esta cultura ha, digamos, robado a mucha gente anónima, y también y sobre todo, de lo que esta cultura ha recibido como impacto de la existencia de esas otras realidades a lo largo de los siglos, que enfretándose al sistema o sencillamente siendo han tenido un impacto como una hoja seca o una piedra que cae al río, en ondas expansivas.
Con todo esto intento explicar que yo no creo que el feminismo sea el feminismo de clase media blanco y de izquierdas, ni tampoco que el feminismo se haya centrado en la lucha contra la discriminación de sexo no trabajando la conexión con otras discriminaciones o sistemas de violencia. Todo va íntimamente ligado porque es complejo, como la vida. Cada persona, grupo, red, como cada sociedad y comunidad, claramente elige temas de trabajo y prioridades, pero como movimiento, el feminismo es una de las razones fundamentales por las que comprendemos la discriminación y asociamos su superación a un cambio de valores y modos de ser y de relacionarnos. De hecho, como movimiento social, en todas partes del planeta, no sólo en España o Europa occidental donde estamos (pero nuestras poblaciones son heterogéneas, aquí vive mucha gente variada en situaciones materiales muy distintas, y que es feminista también), lo que nos hace ingresar en este movimiento, digamos, es un afán de lucha por rescatar nuestra humanidad que va a asociada a un rechazo visceral y racional empático por el uso de la violencia como forma de resolver problemas y conflictos, o como forma de relación en la especie y con la naturaleza, siquiera porque es el planeta donde vivimos, siquiera porque en él encontramos nuestro alimento para poder vivir y no morir.
Así, si bien es cierto que aún no hay palabras, teorías, ideas comprendidas más ampliamente sobre la conexión inevitable de feminismo, noviolencia y ecologismo, según vemos y nombramos las cosas, puede comprenderse legítimamente que todo se contiene en el feminismo como movimiento social que cuestiona la ideología y la sociedad y cultura patriarcal, por ser una cultura basada en sistemas de violencia que parten del sistema primario de reducción de la identidad humana a dos papeles con funciones específicas que se excluyen y que se nombran falsamente como «complementarias».
Volviendo al lenguaje, en mi viaje personal para humanizarme a través de cómo nombro y por tanto de cómo pienso y por tanto de cómo me relaciono, no sólo he aprendido a mirarme a mí misma desde un enfoque diferente (siempre en peligro hasta que llegas a décadas de práctica en resistencia y lucha!, por la presión indescriptible de que sigamos en ceguera), uno que me permita pensar que soy inteligente, fuerte, valiente, creativa, genia, capaz de ofrecer ideas valiosas a la sociedad, capaz de tanto, con mi pequeña vida de minoría en mi sociedad que cuestiona la tradición. Ocurre que al hacerlo, al hacer este viaje, me he humanizado, he rescatado mi racionalidad y empatía como persona, y con racionalidad y empatía no puedes ejercer injusticia y violencia fácilmente, no puedes obedecer el mandato de violencia e injusticia de los sistemas impuestos en la cultura patriarcal, al menos no tan fácilmente o defendiéndolos contra toda razón o sin sentirte autocrítica y con un conflicto ético y vital. Los reproduces por ser un animal cultural, pero por ser humana en evolución, los criticas e intentas superar.
El feminismo como movimiento social que lleva siglos en escena aunque sin siquiera un nombre, es muy joven respecto a la fase actual en que está (la de encontrar nombres y pegarnos), sólo tiene algún siglo, y quizá por eso todavía hay tantas tortas, tantas luchas que nos podríamos ahorrar, y que en realidad nacen de que por más que sepamos que la violencia es negativa y evitable a menudo, la cultura patriarcal nos constituye ideológicamente, y muchas veces usamos la lucha por cuestionar algo para justamente perpetuar algo: el poder de ubicarnos en posiciones que discriminan, no respetan y desprecian a otras personas, por ejemplo. Porque no es fácil concebir algo que socialmente no existe, aunque a nivel individual te conste que sea real, humano. No es fácil nombrarlo. Y sin embargo, tenemos la palabra para pensar, comunicarlo y comunicarnos, entendiendo que todo será como siempre una evolución hacia la comprensión y hasta llegar a un poder nombrar de forma más fiel a la realidad, con mejor conocimiento.
El otro día un periodista español entrevistaba a un científico español en Estados Unidos, creo, y decían algo terrible y terrorífico, como si eso lo dijera el Conocimiento que cimienta nuestras sociedades. Preguntaba el periodista sobre, p.e., hombres embarazados, al tratar el tema de los límites éticos de la ciencia (en el patriarcado), y respondía el científico (cuya inteligencia feminista no parecía muy desarrollada) que la naturaleza era práctica, con una sonrisa de sobresuficiencia patriarcal estremecedora, con un significado muy preciso: era práctica y no iba a permitir cosas raras! Estremecedora porque al no tener inteligencia feminista este científico no se daba cuenta de la brutalidad y la falsedad de lo que decía: «práctica» desde la ideología patriarcal no es «práctica» desde la naturaleza, que en realidad no puede tener nada que ver con la idea humana «práctica» ya que la naturaleza sencillamente es vida. La naturaleza, señor científico, EXPLORA TODA POSIBILIDAD y se caracteriza por su DIVERSIDAD, por eso hay incontables formas de vida, y dentro de éstas, incontables formas o identidades o modos o relaciones. Lo sabemos muy bien las personas cuya identidad no se conforma o explica con el sistema identitario milenario de las sociedades patriarcales, y no hablo sólo de personas con cuerpos o sexualidades diferentes a los del mandato patriarcal, sino también a gente con vidas movidas por valores no prevalentes, por ejemplo. Por eso, porque la naturaleza es VIDA, la sociedad humana genera CULTURA, para acotar, entender, organizarse y poder ubicarse en el mundo de la vida, y por eso las culturas son diversas y van cambiando, evolucionando.
La cultura la creamos, y nos rige el pensamiento y la vida en un casi total porcentaje, en comparación con cómo nos condiciona lo biológico. En el mundo humano, tener ciertos órganos no implica desear o no desear lo que la cultura establece como asociado a esos órganos: hay varones con una maravillosa mente humana que no usan más que para perpetuar la violencia; hay mujeres con útero gestor que no desean gestar vida como única y primordial función identitaria de su vida; hay personas que se enamoran de personas y no entienden por qué si el resultado no es una relación monoparental heterosexual ese hecho es anormal y censurable. No hay nada menos práctico que la violencia para resolver conflictos, por todo el horror, sufrimiento y destrucción a tantos niveles que genera, y sin embargo, la cultura patriarcal nos enseña que en ideas, actitudes, sentimientos, palabras, y otras acciones, debemos ejercer violencia a diario para mantener el sistema social, los valores y los modos de la cultura patriarcal.
Es fácilmente comprensible que si en lugar de ver a otras personas como amenazas constantes a nuestra existencia nos viéramos como una comunidad, capaces de mutuo apoyo, la vida sería más grata, interesante y positiva para todo el mundo y el planeta no estaría amenazado. Y esto no tiene nada que ver con la idea expresada por el científico mencionado arribo de lo que es «práctico» para la naturaleza. Para la naturaleza humana en la sociedad patriarcal lo práctico ha sido la guerra, porque operan unos determinados valores o ideas, pero no es nuestra única opción. Ampliar el marco identitario humano para reflejar la realidad identitaria humana no se puede ver como algo «práctico» o «no práctico», ni como algo anormal, sino justamente como algo que, si se respetara la realidad de diversidad de la vida, nos permite construir una cultura más evolucionada, capaz de superar los sistemas de violencia que nos tienen sumidas a las personas en una especie de Edad Oscura. Esperemos nuevamente, que ya hayamos entrado en la era en que conseguiremos superar la tara ideológica de esta cultura represiva, explotadora, destructiva.
La vida cotidiana es reflejo de los grandes temas, por eso es importante aprender a no pensar, a no ver, y a no comunicarse – en el patriarcado.
La internacionalidad y la longevidad de las culturas patriarcales no demuestran que su concepción de la identidad humana sea biológica (que, por más que no se quiera ver, se ve por la realidad social en el mundo que no lo es, pues la naturaleza incluida la humana es muy diversa; y se ve también al analizar con el conocimiento y la inocencia de la racionalidad empática, que limpia la mirada de las violencias múltiples y criminales de los prejuicios e intereses de la violencia). La internacionalidad y la longevidad de las culturas patriarcales demuestran que la especie sigue no sale del bucle de seguir sometida y utilizada por los seres más violentos y con menos escrúpulos y empatía, seres que solos, a pesar de su violencia, no podrían nada si no fuera porque la mayoría los sostiene con su vida y trabajo, porque Sólo Violencia resulta en la Aniquilación y por eso los sistemas más violentos siempre necesitan la colaboración de quienes mantienen y crean vida y evolución. Y por qué la mayoría sigue apostando por esta pesadilla se explica porque temen y/o no piensan, temen pronunciarse y pensar, temen ofrecerse apoyo mutuo, todas esas ideas críticas y amorosas que una minoría lleva siglos transmitiendo y que son la base de lo mejor que tenemos a pesar del patriarcado, lo que nos ha mantenido con VIDA como especie (no a millones de esas personas que aportaron con su vida y trabajo tantas ideas y modos de valor fundamental).
El patriarcado es el padre de los subsistemas de violencia que padecemos, y lo replicamos a diario en las dinámicas sociales prevalentes. (Deberíamos a diario hacer una lista y de vez en cuando una puesta en común, sin miedo a la crítica y la autocrítica porque si algo podemos, es cambiar, nuestras mentes son tan maleables que pueden aprender todo tipo de cosas, por más que a través de la Razón Patriarcal se nos diga que no tenemos remedio y mejor confiar en el más violento.) Y digo que es el sistema de violencia que da origen y justificación a los demás porque, como el racismo y el especismo (y a diferencia del clasismo: dinero, estatus social, poder patriarcal), parte de la violencia más íntima, la violación a la identidad de las personas: esa que nos dice que se puede ser sólo dos cosas, Hombre (patriarcal) y mujer (patriarcal), y que además siendo una no puedes ser la otra y necesariamente tienes que pensar, sentir, hacer en función de los genitales que se te reconozcan. De ahí, el resto, resumiendo, que la guerra es la paz porque quienes dominan así lo ven, mientras imponen que la mayoría de la humanidad sea esclava de sus visiones dementes.
Quisiera poner un ejemplo con mi experiencia, pues es la fuente más directa, menos interpretada, que manejo, con todas las trampas y dificultades que no obstante existen para que incluso de nuestra experiencia podamos conocer, dada la tara ideológica patriarcal.
Me ha llevado una vida ver que soy una persona crítica (y con ello inevitablemente autocrítica) y creativa, no una persona con muchos fallos, que se desborda y no puede, siempre deficiente… todo el conjunto de cosas que nos decimos porque nos dicen continuamente (que si trabajas con ilusión, alegría, inteligencia, conocimiento y empatía, la versión más ruda de lo que te hacen es: «Hija, tranquilízate», como si estuvieras enferma de los nervios, porque trabajar con ilusión, alegría, inteligencia, conocimiento y empatía es un crimen en el patriarcado, algo que debe machacarse, que todo peón del sistema debe ayudar a aniliquilar, sobre todo si no «vendes» tu trabajo al Poder establecido. O murmuran a tus espaldas sobre la mala intención de tus actos y lo negativo que es para la comunidad… En fin, podría hacerse una lista de todas las cosas que se ven a diario allí donde opera la cultura contra eso mucho más grande que es la capacidad humana, diversa y asombrosa), que es lo que las «mujeres» estamos educadas a pensar y ejecutar cuando no encajamos con el papel que se nos asigna. Esto por mencionar dos rasgos perseguidos en general por el patriarcado en la especie (aunque explotados, por lo mencionado arriba, robado su fruto y explotado por el sistema desde siempre, borrando además o distorsionando el conocimiento de la fuente).
Así que si pusiéramos en común, lo que percibimos al rastrear cómo se construye la violencia conceptual, en las actitudes, en las palabras y acciones de las dinámicas sociales prevalentes, si lo hiciéramos mucha gente, en el día a día, siempre, seguiríamos generando un cambio social imparable, como muy a menudo hemos generado, aunque más determinante para cambiar el rumbo de lo que son las sociedades humanas, porque sin una mayoría que comprenda ciertos valores no se puede de manera permanente a la violencia extrema que sufrimos siempre en los avances, y que se encarga muy bien de borrar toda huella para que no tengamos memoria, para que no consigamos entender, descubrir lo que pasó, para que siempre estemos pensando que empezamos de nuevo, en un bucle de estupidez reiterada. No es así, la lucha es desigual sólo en el sentido de que nos matan y aniquilan, no en el sentido del valor pragmático de lo que aportamos, porque no es la ideología del mal (no tener escrúpulos y justificar siempre las soluciones de violencia ante el conflicto) lo único que «funciona o soluciona» (y aunque así fuera) porque los ideales del no perpetuar la violencia, de buscar usos noviolentos de nuestra inteligencia para la construcción de sociedades, tienen un valor igual o mayor y sobre todo un efecto de vida y protección real de la vida y la posibilidad de vivir con dignidad.
A Sofía
Quizá llores por algo más,
algo que significa ‘diferente’.
Porque, sí, con todo el cuerpo,
la echamos de menos, les echamos de menos,
sentimos ese vacío. Nos duele y enfurece
su tortura y asesinato y este fin
no puede negar quiénes fueron.
Pero también, si lo piensas,
en este momento de vulnerabilidad extrema,
quizá te echas de menos a ti misma,
a ti que sí estás aquí,
la mujer que eres, a quien la mayoría percibe como
objetivo a ignorar o destruir, porque no se conforma
al molde, lo resquebraja y revienta, lo disuelve;
esa mujer que no encuentra espacio fuera
para estirarse, bostezar y crecer libre
pero que tiene la capacidad de hacerlo hacia dentro, creando
espejos, caminos, abriendo vanos, túneles, transformando
el tiempo, alimentando lo humano, esa saga.
Quizá estés llorando porque vas a claudicar,
a cerrar ciega a negar tu existencia,
entregarte a la condena milenaria de acatar,
ese bucle de irracionalidad y violencia:
soy risible, mi vida una ficción,
soy nada, no puedo,
una loca, una bruja, una incapaz.
A perder
la perspectiva
propia y la histórica,
la microscópica y la del universoquelateyseexpande,
como tu identidad
cuando no abandonas la vida,
cuando no abandonas la lucha.
A perder tu, nuestra capacidad de realidad
para contarte el cuento que nos condena
a la camisa de fuerza que es esta cultura imperante,
la raíz de nuestra deshumanización.
Pues desearía recordarte algo que importa.
Someterse
nunca ha significado
que la realidad no exista.
Dar la espalda, mostrar el índice, distorsionar,
nunca ha podido cambiar los hechos y sus ramificaciones,
sólo acosarlos y poner fin a su fuente.
Lo sabes como yo, y lo contamos a todo el mundo:
no es sólo lo que hacemos al vivir,
las incontables ondas de expansión de nuestros actos.
Es lo que somos:
el cuerpo que manifiesta
que otro mundo es posible.