REFLEXIÓN POLÍTICA DE UNA ACTIVISTA SOCIAL. Como veterana en el movimiento social, sé que “política” tiene aproximaciones muy diferentes, no sólo la noción patriarcal operativa en la política de partidos políticos e instituciones que nos organizan la sociedad. Para las personas implicadas en los partidos políticos y las instituciones de gobierno que son de izquierdas, mi amorosa crítica es: si bien se entienden las limitaciones, y porque se entienden las limitaciones, eso no niega que se debe tener más respeto, más reconocimiento de lo que se le debe al movimiento social, siquiera porque todo emprendimiento de leyes y novedades que ayuden a la construcción de un mundo menos violento e injusto nunca se abordan en esos lugares (con más recursos y poder de establecer cosas para toda la sociedad) sin décadas o siglos de trabajo desde el movimiento social. No es cierto que son los partidos políticos o instituciones quienes nos han otorgado la declaración de derechos humanos o las leyes que nos protegen y fomentan un mundo donde se distribuyan los recursos de formas que se permita la vida en dignidad y la preservación del planeta. Los partidos políticos abordan lo que creen que tiene un apoyo en la sociedad, lo que un sector significativo de la sociedad comprende al fin. Y eso viene del trabajo del movimiento social, que no es como las instituciones, por suerte, sino más libre, y se compone de vidas individuales y de comunidades dedicadas a esfuerzos a favor de un mundo que no es el de los valores patriarcales de la guerra perpetua, del superiorismo perpetuo, de la perpetuacion de los sistemas de opresión de genera la sociocultura patriarcal, que llevamos tan dentro de las cabezas, que se cree “ley de vida”, “única realidad posible”. En el movimiento social hay más diversidad en la exploración de maneras de convivir, y que lo único que se planteen los partidos políticos respecto a esto es que hay que fagocitar a sus gentes o hacer como que su trabajo y efecto no existe, es un error, y pura violencia ideológica patriarcal. Las personas de izquierdas en partidos políticos, sobre toda la que además está/estaba en el movimiento social, tienen que desarrollar modos de relación con el movimiento social de colaboración y apoyo mutuo. En el movimiento social, que se mueve con el recurso de vidas dedicadas a esfuerzos por la comunidad, no hay estructuras ni recursos económicos o materiales más que los que se sacan de las vidas de quienes hacen esos esfuerzos. En mi experiencia, cuando se acercan los partidos políticos de izquierda al movimiento social, la idea que mueve el hecho es usar a la gente para el proyecto del partido político, más limitado por su marco institucional patriarcal, y eso no es colaborar, apoyo mutuo, ni respetar la visión, la naturaleza de lo que se hace. Por poner ejemplos pequeños: personas del movimiento social, siempre sacando tiempo del poco tiempo libre que la vida adulta de obligaciones de supervivencia pueda dar, pueden mover ideas en la comunidad, información, generar acciones, pero la carga sería aliviada si hubiera colaboración, consciencia, de los partidos políticos de izquierda de que pueden aportar algo que no es fagocitar sus esfuerzos, sino por ejemplo, convocar desde sus estructuras, ofrecer materiales que no tienen dinero para pagar. Pero si no hay respeto, consciencia de que tú, partido político de izquierdas, no eres nada sin el movimiento social, no puede darse la colaboración o apoyo. No nos hacen falta “enemigos”. Muchas personas del movimiento social hemos visto con alegría que pudiera atisbarse un cambio en la monstruosa maquinaria o estructura de la política de partidos y las instituciones, que lo humanizara, que inoculara valores humanizantes cuya prioridad y apoyo es a un mundo sin sistemas de superiorismo o opresión, explotación, tortura. Pero después del inicio, se entra en la dinámica de partido político, de sistema de gobierno de sociocultura patriarcal, donde que se logre algo que salga de ahí, queda en muy poco porque todo lo demás es incoherente en sus modos de relación, que son lo que da forma y transmite los valores y visiones de futuro. Si se apoya al movimiento social, más allá de la Razón patriacal de gobierno, se genera evolución social, y con esto, cambio estructural y de valores o visiones. No puede ser tan imposible que se vea, se comprenda, se haga. Porque esta sociocultura va hacia la destrucción total de todo lo bueno de lo que somos capaces, que si bien no es valor ni estructura en nuestras sociedades, sí es humano, potencial humano.

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