SOBRE ESCUCHA, CREDIBILIDAD, VIOLENCIA Y GÉNERO. La gente de las culturas patriarcales de violencia-prevalencia tiende a no escuchar los mensajes que no les son ya conocidos, y se precipitan a interpretar según parámetros que no sirve ahí, y que impiden escuchar / entender lo que se está diciendo. Esto se combina con un no-creer cuando se dice algo verdadero, que se puede verificar, y en un sí-creer a quien miente o distorsiona, lo que también se puede verificar.
(A mí me ha pasado mucho contando historias de mi vida. ¡Suelen creer que miento! No consideran datos a la mano para imaginar que quizá no. ¡Y por eso no preguntan!, que es algo que siempre me llamó la atención, porque yo tendría miles de preguntas. ¡Es muy impresionante!)
Es fundamental este hecho cuando la cultura se construye con mentiras sobre la identidad humana: que si la violencia (del Hombre sólo, claro) es inevitable, que si la Mujer miente y es histérica… Así, un hombre que cumpla con el mandato patriarcal de misoginia, y torture (golpee / viole) a una mujer, contará con la complicidad de la sociedad para encubrir su abuso / crimen (lo que ya sabemos que no es «natural» sino cultural, un aprendizaje para Ser Hombre, contrario a los derechos humanos de las personas), contará con más credibilidad y autoridad que la mujer que recibe esa violencia, y además no la puede responder porque en la construcción de Mujer se prohíbe que ésta use la violencia incluso en autodefensa (solo podemos usarla si es para apoyar al Hombre en sus guerras y persecuciones). Lo que significa que si lo hace, es «mala», no, es más que mala, da más miedo que el Hombre violento, porque es «natinatural»: «perversa», una «bruja» y merece lo que le ocurra y más.
Foto de Saltitos, la madre de Negri, que fue abandonada preñada y logramos llevar a un albergue de animales cuando parió la segunda camada porque quienes la «adoptaron» se negaban a esterilizarla porque «la naturaleza es sabia» y no me creían cuando les decía que sí se pueden quedar preñadas tras haber parido una vez.

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