Tag Archive: carmen reñé


Cuando era pequeña, no le tenía miedo a los viejos gruñones (ellos). Me daban confianza más bien. (Tenía bici además para poder huir si resultaba que la pudiera tomar conmigo.) Intuitivamente había comprendido que no fingían, y por la buena educación que me daba mi madre luchando por ser libre, sabía que todo el mundo tenía derecho a estar en el mundo como quisiera. No era eso algo que fuera a molestarme, como le molesta a la gente bien socializada. En general, y por mi excelente capacidad de observación de la realidad fuera de la caja según lo nombran hoy, es decir, desde la mirada clara diría yo, esa que no se deja ensuciar por condicionamientos culturales prevalentes, no me gustaba la gente que halaga y admira. Rodeaban a mi madre cuando tenía dinero, porque era muy generosa. Pero nunca estaban ahí para sencillamente desarrollar una relación de amistad. A esto podría añadir, respecto al tema que me ocupa, que como niña condenada a ser Mujer en la sociedad patriarcal, no aceptaba la obligación de ser agradable porque sabía (como capta la gente muy pequeña aunque luego lo olviden a fuerza de tanta violencia conceptual soportada) la gran mentira que era eso, la gran violencia contra la persona y las relaciones, lo que encubría: una gran mentira social construida sobre tu sumisión al servicio, al estilo esclavitud. Yo prefería poder expresar mis ideas y emociones con libertad. Ya tenía empatía suficiente para regular si la expresión de algo hubiera que trabajarla para no herir. No necesitaba acatar absurdos.

Retraté a un amado “viejo gruñón” en mi versión de la “Bella y la bestia” (un “feminist retelling”), el cuento de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve (1740) por si no lo sabíais –aunque es posible que exista literatura oral que lo hubiera inspirado y más despojada de aprendizaje ideológico patriarcal–. En el relato, yo me puse a su vera, claro, por lo bien que me caen los viejos gruñones, soy la niña Scout. Lo podéis escuchar aquí, un canal de youtube que llamé «michelle renyé, escritora y activista»: https://www.youtube.com/watch?v=WXYLTaVMnyc. O lo podéis leer en mi libro de relatos en primera persona La Saltadora. Relatos feministas (que me publiqué en mujerpalabra.net donde se descargó 11.000+ veces y luego creé como libro de Renyé editora para que se pudiera comprar en papel pero dado que he vendido 10, creo que volveré a ponerlo de descarga gratuita).

El personaje del viejo está basado en un hombre gruñón al que descubrí cuando en la universidad me ahogaba, me sentía estupefacta y perdida, además de algo desbordada porque también trabajaba y vivía con Lazy, una perra. Se trata de Rafael Sánchez Ferlosio, un escritor con una voz crítica propia. Leer sus pecios y reflexiones me aliviaba (leí a lo largo de años porque no soy lectora voraz sino más bien lenta y de interrumpir lectura según me inspira cosas, “Mientras no cambien los dioses nada ha cambiado”, o “Vendrán más años malos y nos harán más ciegos”; se me escapan carcajadas al escribir los títulos, por cómo suena, porque es muy de viejo gruñón nombrar esas posibilidades reales; pero esto no debe cegar sobre lo que se aporta al hacerlo, toda la complejidad de tener que explicar y al tiempo sencillez de dónde nace el impulso en lo que analiza). Leer a Ferlosio me creaba espacio para ser y vivir. No subestiméis la importancia de expresarnos si no acatamos el Orden establecido en estas culturas de la violencia). Ferlosio, quien sin duda no fue valorado ni propuesto en la Real Academia de la Lengua Muerta (RAE) porque el mundo cultural prevalente de Madrid se alimenta del odio a todo lo que no sea perpetuar la violencia-prevalencia patriarcal. Yo tuve la suerte, además, de poder quedar con él y un amigo algunas veces, por lo que sé que era un apasionado y empático viejo gruñón de primera mano.

Hay una vieja gruñona muy bien retratada en una obra de una escritora irlandesa feminista que vive en Canadá, y que contra todo pronóstico llegó a tener una película basada en una novela suya (pero, como la “The Book Thief / La ladrona de libros” del escritor australiano-alemán Markus Zusak, no recomiendo verla antes de leer el libro, porque es impedirse conocer la obra: son libros escritos desde el punto de vista infantil y en las pelis eso tan vital se pierde, pues vemos los escenarios que nos eligen personas adultas que hacen la película). Hablo de Emma Donoghue. Su vieja gruñona es el hilo conductor en una obra de retellings feministas con cuentos tradicionales. Sí, es la vieja o la bruja. Es muy interesante, y una gran respuesta al patriarcado, llena de amor y realidad.

Eso es todo. Es sólo que me he despertado con un gran amor por las personas viejas gruñonas, una gran gratitud y alegría por su existencia. Pero ya tengo que ponerme con mi Mary Wollstonecraft para webdianoia.com, sin más dilación. ¡Felices días!

Aspirando a vieja gruñona
Ilustración de Bella y la Bestia en La Saltadora
Carmen Reñé en la aventura de aprender algo prohibido
La Saltadora. Relatos feministas, editado para poderse comprar en papel.
Mary Badham como Scout en la novela de Harper Lee To Kill a Mockingbird / Matar a un ruiseñor (algo que no debe hacerse). Inspira a la niña de mi Bella y la bestia
Rafael Sánchez Ferlosio y su Vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Inspira a mi viejo en mi Bella y la bestia
Hallar una maravillosa vieja gruñona. Emma Donoghue y su Kissing the Witch / Besar a la bruja, con retellings feministas de cuentos
Cuadro de Helena Villamor Meseguer de Atticus, Scout y Osipanda Gorgorita Porfavor

Os cuento historias (8 min): Lugares de vida que creen que son utopía, para animarnos un poco y apoyar lo bueno que generamos!

Yo tengo ya mi muerte insuperable
ese relámpago que llega y lanza
el rayo que revienta,
ese sueño profundo recóndito
que es víscera y a veces piel
de palabras sin cuerpo
imágenes que no existen
recuerdos desconocidos…
Ausencia, ausencia
esa nana de carencia

Esa pérdida que no cesa
sobre la que construyes vida
un enjambre de vida
silvestre y bello
los pies sin lavar
con el polvo de tus caminos
con destellos de tus estrellas guía
la mirada siempre un universo en expansión

Es todo grande imposible
No podrá aguantar otra
muerte insuperable
No querrá

Qué será…
Sólo espero ir antes

michelle renyé

Carmen Reñé explorando el windsurf en La Manga del Mar Menor en los setenta

Es que ayer vi algo en una película que me ha desatado estos dos últimos poemas. La verdad es que el arte es un gran consuelo, un poder hacer algo, de alguna manera.

Rastreando mi familia! No sé mucho, pero sí sabía que mi abuelo fue un talentoso violinista, llamado el Mago del Violín porque ganó el Premio Sarasate a los 16 años (noticia de 1922). La otra noticia menciona también a un tal Enrique Reñé, compositor, cuando mi abuelo actuaba en 1924. También sé que el cómico que venía a pedir ayuda económica a mi madre, Carlos Lucas, era familia, quizá el hijo de Enrique Reñé? No sé! Fue actor de reparto y una vez descubrí un blog que le dedicaron. Era también muy musical, en ese blog hay vídeos con él cantando! ❤ Mi abuelo tuvo que exiliarse, cuando había logrado el puesto máximo de Primer Violín de la orquesta nacional, y como era un hombre vital y bueno, no lo convirtió en tortura para nadie: disfrutó y tocó en hoteles, cafés. Sé que a la vuelta del exilio tocó en El Avión, un famoso bar de Madrid, con César, el famoso pianista de este bar. A mí de bebé me tocaba a Sarasate y música zíngara para dormir. Murió cuando yo tenía tres años. Sé también, lo último, que mi madre de pequeña le pasaba partituras a tinta. Y que una vez una mujer me envió partituras registradas en la Biblio Nacional de él y un familiar de ella. Me da cosa no saber de mi familia casi, pero soy de no sufrir, como él y mi madre, y no hallo pena que me torture. Reñé es un apellido catalán, pero estaba prohibido hablar catalán en Madrid en la dictadura, y no sé si la familia sería catalana, pero como lo sospecho, por eso uso la ñ catalana, Renyé.

Gracias, miamor, por estos recortes!

PS: 1922 fue un año de entreguerras asombroso para la creación.

Noticia Premio Sarasate en ABC 1922
Noticia actuación Carlos Reñé en El Imparcial 1924
He grabado un relato del 2014 que tiene cosas sobre pobreza y dinero, desde una inteligencia feminista.
CELEBRANDO MI DÍA DE LAS PERSONAS MUERTAS. Reposteo una prosa poética, «La catedral», que escribí en los años 90, como si vomitara un dolor insufrible, para defenderme de él y salir del túnel, por la muerte de mi madre, con una mala muerte y una vida excepcionalmente valiente, emocionante, generosa y buena.
Posdataaarrgghh: Bueno, lo de «bebo alcohol con fiereza» (como otras cosas) no es real, sino metafórico!
https://soundcloud.com/michellerenye/la-catedral-prosa-con-comentarios
CELEBRANDO 2. Y para quien prefiera leer poesía, mi primer poemario está dedicado a ella también. Podéis descargarlo aquí: «Tu muerte en mis sueños, y los animales». Son poemas escritos entre 1986 o 89 y 1992 creo. la vorágine de emociones en la vida de una mujer joven enfrentando amor, desamor, dolor y autodestrucción. Es un poemario lleno de gente <3
http://www.mujerpalabra.net/creadoras/michelle/pages/poemas_cuadros/poemas/memilt_portada.htm
CELEBRANDO 3. Y para quienes prefieran relato, aquí uno dedicado a su vida y su muerte, «El misterio de Chihuahua» incluido en mi libro de relatos feministas «La saltadora», que se pueden descargar en mi web en pdf o en ebook.
http://www.mujerpalabra.net/creadoras/michelle/pages/relatos/pdf/lasaltadora08.pdf

Están echando lo que es el primer documental que yo veo sobre el suicidio y realmente es importante sacar este tema. Hablar es sin duda fundamental, y aprender a hablar de maneras constructivas, sobre temas importantes, con el apoyo de la ligereza de la vida. Esa complejidad y esa facilidad. Documental en La 2

mamaAnte la muerte de mi madre siempre he tenido un sentimiento bicéfalo: fue asesinada, literalmente, por las mezquindades y crueldades que genera la vida humana en sociedad, y se suicidó sin realmente saber. No lo habría hecho. No sé. No tengo gran cosa que decir, y me pasaría la vida buscando comprender algo. Si fuera rica, me pagaría una investigación en mi mente para saber, sacarla a la luz, comprender, y comprenderme, para aprender y no volver a sufrir, y ayudar en lo posible que no se sufra, pues no es cierto que el sufrimiento compense nada, no lo compensa, es un infierno. Es como la pobreza. No se aprende, o bien, se puede aprender sin tener que pasar por eso. ¡Si la gente quisiera entender esta idea, cuánto mejor nos portaríamos / viviríamos!

Ante mi época en que el sufrimiento me hizo plantearme matarme, para cesarlo ya, por no aguantar más, escucho aquí que esto de las ganas de suicidarse nace de algo que había ya antes, en la infancia. Yo no estoy segura. Pienso que puede nacer de los golpes de la vida también. Ciertamente, la depresión es una enfermedad muy grave, quien no la ha pasado no sabe lo grave que es, y lo fácil que es liarse y acabar en ella, en algunos sentidos; ciertamente, la depresión es un infierno, y por eso desde ahí se puede llegar a querer morir, cesar, descansar. Y hay que hablar, conectarse.

De mi lucha por salir de lo que entiendo que fue una depresión que tuve por golpes de la vida y no saber asimilarlos o poder, tengo, por ejemplo, este relato, que es, no obstante, literatura, y no «confesional». Es pura vida en lucha.

El misterio de Chihuahua – relato años después a la muerte de mi madre, Carmen Reñé (1937-1990)

Me sacó la foto mi madre diciendo: ¡Pero qué femenina es mi niña! <3

Mi madre nació el 19 de octubre del 37, en plena guerra aunque ella nunca habló de guerras, como si no las hubiera pasado. El sombrero morado de la hamaca era de ella. Murió en 1990, y su color favorito era el morado.

Fue una revolucionaria porque no admitió jamás que los papeles íntimos o sociales le cortaran las alas. Y siempre se sintió una mala madre. Pero me permitió aprender a ser libre desde muy pequeña. Amé la libertad gracias a ella desde muy pequeña, lo que además me dio un sentido profudo de la responsabilidad y por tanto capacidad empática. Fue un artista. Artista. De la vida. <3

Se llamaba Carmen Reñé, con ñ por los daños del dictador a las lenguas de la península! O sea, Renyé

leertebeos

Este hombre talentoso, actor de reparto del cine español durante décadas, cómico que vivió de gira y en pensiones, era sobrino de mi abuelo, el violinista Carlos Reñé, conocido como el Mago del Violín, cosa que supe por leer el blog de Carlos Lucas, este hombre, primo de mi madre, Carmen Reñé, a quien yo vi quizá un par de veces en mi infancia, venir a casa, porque, ay, era cómico, supongo, y no siempre tenía dinero para comer.  Qué jodía dictadura de mierda, donde todo el mundo bueno era una vergüenza, y así con todo.

Web de Carlos Lucas

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Del blog De reparto, dedicado a Carlos Lucas, (pero él murió en 2006 creo. Es que yo escribí y alguien me lo dijo; me mandaron el documental en DVD), un post escrito por él sobre nuestra familia:

los reñé

Posted on Lunes, diciembre 20th, 2010 at 20:09

Están Los Navarro por Galicia cuando una jovencita llamada Carmen Reñé, se queda sin trabajo en la orquesta con la que va de gira. El padre de Carmen es pianista y los seis hermanos Reñé tocan algún instrumento… Joaquín Reñé, además de pianista es director de la banda en Teruel y terminará poniendo en la ciudad de los Amantes un restaurante cuya especialidad sean los caracoles, que su mujer cocina primorosamente. Incluso Leonor Reñé, que ha heredado de la abuela el oficio de modista, toca también el piano.

No obstante, el que más fama ha alcanzado ha sido Carlos Reñé que obtuvo con catorce años el Premio Sarasate. Con el sobrenombre de “el mago del violín” recorre medio mundo con una estancia prolongada en la Argentina, donde nace uno de sus hijos. Una de las fotografías que lo muestran vestido a la gaucha tiene sello de un estudio alemán o austriaco. En la mitología familiar su nombre aparece ligado al de Xavier Cugat. Carlos argumenta que como “Cugui” también era catalán “se conocerían de eso”. En honor de su tío violinista recibe Carlos su patronímico.

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Posted in retrato de un actor |

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Atticus encontró unos recortes de prensa de más Reñés de mi familia!

ABC 23 febrero 1924

Foto de un folleto que había en un bar con pianista, César, en Madrid, llamado El avión. O quizá era de una actuación de mi abuelo en algún lugar.

abueloviolinista

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