Yo tengo ya mi muerte insuperable
ese relámpago que llega y lanza
el rayo que revienta,
ese sueño profundo recóndito
que es víscera y a veces piel
de palabras sin cuerpo
imágenes que no existen
recuerdos desconocidos…
Ausencia, ausencia
esa nana de carencia

Esa pérdida que no cesa
sobre la que construyes vida
un enjambre de vida
silvestre y bello
los pies sin lavar
con el polvo de tus caminos
con destellos de tus estrellas guía
la mirada siempre un universo en expansión

Es todo grande imposible
No podrá aguantar otra
muerte insuperable
No querrá

Qué será…
Sólo espero ir antes

michelle renyé

Carmen Reñé explorando el windsurf en La Manga del Mar Menor en los setenta

Es que ayer vi algo en una película que me ha desatado estos dos últimos poemas. La verdad es que el arte es un gran consuelo, un poder hacer algo, de alguna manera.

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