La Gorda, por Laura Tasada

El registro que tengo de su cara es el mismo, mientras que la mía ha envejecido, y no puedo menos que llorar sobre el tiempo no pasado por su cara, que me mira niña desde el sepia de las fotos en blanco y negro, con el bordecito recortado como encaje.

Lee el artículo La Gorda, de Recuerdos para el vacío de tu ausencia – en Mujer Palabra.

Ir a la escuela, Domitila Barrios de Chungara

Entonces mi padre me dijo que dejara la escuela, porque ya sabía leer y leyendo podía aprender otras cosas. Pero yo no acepté y me puse fuerte y seguí yendo a clases.

De su libro Si me permiten hablar… (con Moema Viezzer)

 

Mujeres Libres y los problemas de machismo en la CNT

En mayo de 1936, un grupo de mujeres anarquistas fundó Mujeres Libres, la primera organización autónoma, proletaria y feminista surgida en España. Tenían como objetivo terminar con “la triple esclavitud de las mujeres a la ignorancia, al capital y a los hombres”. Las luchas que emprendieron dejan clara constancia de los problemas relacionados con el papel de las mujeres en los movimientos revolucionarios.

Las experiencias de las personas anarquistas deberían ser de especial interés a quienes se preocupan por el lugar que ocupan las mujeres en la visiones utópicas, puesto que este sector, al menos en teoría, está claramente compremetido con el tema de la igualdad, pues se opone a cualquier tipo de jerarquía.

Del estudio Mujeres Libres y el papel de las mujeres en la revolución anarquista, de Martha Ackelsberg.

Tiranía cultural, de Gloria Anzaldúa

La cultura moldea nuestras creencias. Percibimos la versión de la realidad que ella comunica. Paradigmas dominantes, conceptos predefinidos que existen como incuestionables, imposibles de desafiar, nos son transmitidos a través de la cultura. La cultura la hacen aquellos en el poder hombres. Los varones hacen las reglas y las leyes; las mujeres las transmiten. (…)

La cultura espera que las mujeres muestren mayor aceptación a, y compromiso con, el sistema de valores que los varones. La cultura y la Iglesia insisten en que las mujeres estén sometidas a los hombres.

If a woman rebels she is a mujer mala. Si una mujer no renuncia a sí misma en favor del varón, es egoísta. Si una mujer se mantiene virgen hasta el matrimonio, she is a good woman. Para una mujer de mi cultura únicamente había tres direcciones hacia las que volverse: hacia la Iglesia como monja, hacia las calles como prostituta, o hacia el hogar como madre. Hoy en día algunas de nosotras, muy pocas, tenemos una cuarta opción: incorporarnos al mundo por medio de la educación y la carrera profesional y convertirnos en personas autónomas.

Del artículo Tiranía cultural

Ser mujer – Amma Darko

“Si ya es difícil sacar adelante un libro, siendo mujer es aún más. A mí me miraban raro: ¿eres feminista? (eso es prácticamente un insulto en Ghana), ¿eres lesbiana? Muchos afirman que las mujeres están muy bien como están y no entienden el porqué de mis reivindicaciones.”

Cita conocida gracias a Asun, gracias a quien hicimos esta webita a Amma Darko en Mujer Palabra

Sobre la mentira, Nawal El Sadaawi

“Nada es más peligroso que la verdad en un mundo que miente”

(Así, la pregunta es, ¿por qué miente tanto tanta gente todos los días? ¿Podría serse más conscientes, además, de cuando se está mintiendo?)

Nawal El Sadaawi en Mujer Palabra

¿Qué es el feminismo?

Desde mi mirada subjetiva, el feminismo es un movimiento político que pretende la liberación de las personas de las cadenas de la sociedad patriarcal en la que llevamos viviendo al menos, desde hace 6000 años.

Esta estructura ha estado oprimiendo a todas las personas (hombres y mujeres) que nacen en ella, sin embargo, históricamente, el sujeto mujer se ha llevado la peor parte, pues ha estado olvidado e invisibilizado, habiéndosele arrebatado la posibilidad de desarrollar su poder. Es por ello, que las primeras reflexiones y pataleos contra este sistema, vinieron de grupos de mujeres con la sensibilidad necesaria como para darse cuenta de lo injusto de la situación, y la fuerza como para querer luchar contra ello.

Actualmente, es innegable el daño que el patriarcado (ese sistema de creencias que todas asimilamos al nacer, esa estructura social, política y económica que se crea basada en este sistema de creencias) provoca en nuestras vidas. Y desde ahí, diversos y variados grupos (ya no solo de mujeres, también mixtos y solo de hombres) se reúnen para reflexionar, criticar, cuestionarse, crear y luchar juntas para la eliminación de este sistema opresor. Lucha que empieza por una misma y por las opresiones que llevamos dentro y que guían nuestra manera de estar en el mundo.

Cada grupo, cada persona, tiene un proceso diferente de deconstrucción de su opresor patriarcal que lleva dentro. Por ello, cada grupo tiene un enfoque feminista diferente y enfoca su lucha hacia un punto determinado (transgenero, emancipación de la mujer, movimientos de gays y lesbianas, aborto libre, movimientos de putas…). Me da rabia y pena, que todavía sigamos peleándonos porque queramos que todas luchen por el mismo aspecto o punto que el mío. Porque el grupo de al lado tiene métodos de lucha diferentes a los míos, porque tiene un enfoque demasiado agresivo, o demasiado empático, o demasiado dulce, o demasiado…. Somos pocas, todavía, las sensibilizadas con este tema, vamos a luchar juntas, aceptándonos tal cual somos. Porque no queda otra, porque el mismo hecho de querer que todas sigan mi camino y yo lo lidere, no es más que otro síntoma del ego patriarcal que quiere llegar al poder él solito.

Señoras. Señores, vamos a cambiar la realidad que no nos gusta: las estructuras de poder, el pensamiento, la cultura y la educación. Pero incluyéndonos todas, pues todas somos hijas del mismo sistema y como tal, hermanas en la lucha.

No es la técnica, es la pasión (Martha Graham)

A nadie le importa si no bailas bien. Así que levántate y ¡baila! Las personas que bailan con grandeza no lo hacen por su técnica sino por su pasión.

 

Traducido para Mujer Palabra: ADNV Lenguaje

Fin de la Guerra Civil española y misoginia (memoria de una Crisis)

O “Recuerdos de una crisis, incluyéndose también la existencia de las mujeres en el mundo y del machismo y la misogina de la sociedad“.

Cerca del final de la guerra [Maruja Mallo, que consiguió exiliarse desde Galicia-Portugal], se enteró de muchos hechos espantosos que afectaban a amigas, amigos y parientes que habían quedado en España, algunos de los cuales habían muerto, otros estaban en la cárcel o se habían exiliado. España estaba en ruinas y, en el mejor de los casos, quienes se habían quedado en el país y habían tenido algo que ver con el Gobierno republicano estaban en el paro o se veían obligadas y obligados a desempeñar trabajos humildes y mal retribuidos para sobrevivir. El hambre, las enfermedades y las lesiones sufridas durante la guerra habían arruinado la salud de millares de personas y muchos de [“]los vencidos[“] se habían quedado sin casa, sin combustible y sin comida. La guerra había costado la vida de casi un millón de personas y eran muchas [personas concuerda en femenino] las que estaban encerradas en cárceles improvisadas y diseminadas por todo el país. Algunas estaban escondidas tratando de escapar de la policía secreta de Franco. Se contaban por millares los muertos anónimos, enterrados en fosas someras en las cunetas, en tanto que otros eran eliminados con un medio cualquiera después de ser fusilados sin juicio previo. A principios de 1939 escapó a Francia a través de los Pirineos casi medio millón de personas, que se vieron abocadas a más sufrimientos y a otra guerra. En Francia fueron recluidas en campos de concentración en condiciones infrahumanas y a continuación deportadas por millares a campos alemanes en los que perecieron. En el diario La Nación se comentó la desesperación y tal vez el remordimiento que embargaba a Maruja Mallo: “La conocimos en España hace algunos años. Era la época en que Maruja Mallo pintaba las verbenas y su espíritu era tan alegre y tan animado como todo ese mundo que ella calzaba en sus cuadros [durante la República]. (…) La encontramos diferente. Nos parece que ha perdido su alegría, y con razón”.

Prácticamente todos los amigos de Maruja habían abandonado España, a excepción de los que estaban en la cárcel o enterrados [p.e., Lorca y Miguel Hernández]. De todos sus amigos vanguardistas de los años 20 y 30, Giménez Caballero era uno de los pocos que se convirtió en defensor del fascismo y en aliado de la causa franquista. (…) [G.C.] había alabado siempre la obra de Maruja Mallo y había colaborado a menudo con ella. Su [propia] obra reflejaba incluso aquellos temas de las (…) Verbenas, pero después de la guerra denostó a sus antiguos amigos, sobre todo a Maruja Mallo (…): “¿Cómo le va a ir bien, hoy, a esa juventud que sólo tuvo ante sí escenas de titanes, colores de violencia cósmica y arranques infinitos de hombría, la pintura a lo Marujita Mallo, con farándulas y cachibaches de verbena?” (…) [P]rosigue, para regodearse en el triunfo militar de la dictadura de Franco, infestada de testosterona (…) “Nuestra época española de hoy es de los hombres. Tiene acento civil. Tiene expresión de guerra. De macho. Todo lo feminoide ha pasado con don Fernandino el de los Ríos, con el Lyceum Club Femenino, con Azaña y Cipri.”

Fuente: Maruja Mallo y la vanguardia española (que fue machista y misógina también, dejando fuera además siempre, consciente e inconscientemente, a las artistas y presumiendo de comentarios misóginos como ilustró Buñuel con sus propias palabras), de Shirley Mangini (Circe, 2012), páginas 219-21.

¿De verdad nos enamoramos?

Las Evas tenemos una manera de enamorarnos que nos caracteriza. Y es la de hacerlo del más gilipollas de todos los de la fiesta. ¿Por qué?

Porque nos pone el más fuerte, duro y machito. El más chulo de sus amigos. El que se ríe del débil. El que gana las peleas. El más admirado. Y no es casual. Es que queremos ser como ellos. Es que deseamos esa fortaleza, esa chulería y esa independencia. Queremos también ganar las peleas y proyectamos en el objeto de amor nuestros deseos más inconscientes.

Y es que en nuestro interior, allí dentro del medio de las entrañas, no nos creemos que podamos nunca llegar a ser fuertes, admiradas, independientes. Y lo vemos en el otro, y lo deseamos, al menos, en el otro.

Y así, lo idealizamos y lo montamos en un pedestal en el que nosotras estamos debajo mirando y esperando ser miradas, seduciendo, poniendo ojitos, haciéndonos las débiles (al macho en cuestión le mola el rollo de proteger, pa´eso es el principe azul…), inventándonos cabriolas para conseguir su atención, y su amor.

¿Lo conseguimos? A veces. Algunas de ellas, resulta que el principe sale rana, y nos acostamos con él una noche y a la siguiente se acuesta con otra y ya no nos mira a la cara… Qué lindo hombre, ¿verdad?

Otras nos quedamos esperando hasta hartarnos. E incluso ya al final, nos decidimos y se lo soltamos a la cara cuánto lo amamos. Y ahí descubrimos lo poco que se merece nuestro amor, pues no da la talla.

Quizás salga de estos vínculos (gilipollas-tontaenamorada) alguna relación estable. Contádmela por favor. Yo aún hoy no la conozco.