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¿De verdad nos enamoramos?

Las Evas tenemos una manera de enamorarnos que nos caracteriza. Y es la de hacerlo del más gilipollas de todos los de la fiesta. ¿Por qué?

Porque nos pone el más fuerte, duro y machito. El más chulo de sus amigos. El que se ríe del débil. El que gana las peleas. El más admirado. Y no es casual. Es que queremos ser como ellos. Es que deseamos esa fortaleza, esa chulería y esa independencia. Queremos también ganar las peleas y proyectamos en el objeto de amor nuestros deseos más inconscientes.

Y es que en nuestro interior, allí dentro del medio de las entrañas, no nos creemos que podamos nunca llegar a ser fuertes, admiradas, independientes. Y lo vemos en el otro, y lo deseamos, al menos, en el otro.

Y así, lo idealizamos y lo montamos en un pedestal en el que nosotras estamos debajo mirando y esperando ser miradas, seduciendo, poniendo ojitos, haciéndonos las débiles (al macho en cuestión le mola el rollo de proteger, pa´eso es el principe azul…), inventándonos cabriolas para conseguir su atención, y su amor.

¿Lo conseguimos? A veces. Algunas de ellas, resulta que el principe sale rana, y nos acostamos con él una noche y a la siguiente se acuesta con otra y ya no nos mira a la cara… Qué lindo hombre, ¿verdad?

Otras nos quedamos esperando hasta hartarnos. E incluso ya al final, nos decidimos y se lo soltamos a la cara cuánto lo amamos. Y ahí descubrimos lo poco que se merece nuestro amor, pues no da la talla.

Quizás salga de estos vínculos (gilipollas-tontaenamorada) alguna relación estable. Contádmela por favor. Yo aún hoy no la conozco.

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Aprender a amar

Depender de los hombres, no te protege: te condena. El amor es amor, no dependencia.

Del muro de la Página Me Gusta de Mujer Palabra 2013

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Charlotte Perkins Gilman

Quizá los matrimonios se creen en el Cielo, pero el contrato lo redactan aquí simples hombres.

Marriages may be made in Heaven, but the contract is drawn up by mere men.

De la revista que creó, “The Forerunner” (La Vanguardista, o la persona adelantada a su tiempo), Volumen 1. Nº. 13, noviembre, 1910

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