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Griselda (ggf): “Serán estos los tiempos…” (poema)

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Angela Davis, sobre modelo de sexualidad masculina patriarcal

“[E]staba harta de los hombres que medían su capacidad sexual por el grado de subordinación intelectual de la mujer.”

Angela Davis, Autobiografía (ed. Capitán Swing), parte 4, “Llamas”, p. 210

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Citas (1) de los diarios de Sylvia Plath

A los 18 años, 1950:

[Cómo se le niega la sexualidad, el placer, a las mujeres en el patriarcado, y otras violencias]

-¿Ya has terminado el cuadro de John?
-Ah, ja, ja -sonrió-. Ven a verlo. Tu última oportunidad.
Había prometido enseñármelo cuando lo terminara, de modo que me apresuré a alcanzarlo y nos dirigimos al granero, que es donde vive.
(…) Sentí que me miraba de forma más bien rara. Por alguna razón no conseguí que me mirara a los ojos. (…)
Nos cruzamos con (…)
-?Por qué tienen que burlarse de mí? – pregunté. Ilo se limitó a reír. Andaba muy deprisa. (…)
-¿Vives ahí arriba? ¿Tienes que subir todos estos escalones?
Él siguió subiendo, y yo lo seguí, vacilante.
-Ven, ven – dijo mientras abría la puerta. El cuadro estaba allí, en su cuarto. (…)
Era un magnífico retrato de John a lápiz.
-¿Cómo haces los sombreados? ¿Inclinando el lápiz?
En ese momento no le di importancia, epro ahora recuerdo que Ilo cerró la puerta y puso la radio para que sonara música. (…)
Sus ojos azules estaban increíblemente próximos y me miraban con audacia, con unos destellos de picardía.
-Tengo que irme, de veras. Estarán esperándome. El dibujo es precioso.
Sonriendo, se colocó delante de la puerta cerrándome el paso. (…)
[ella forcejea para liberarse; al salir de allí, los chicos la miran maliciosamente y con risas]
(…) mañana mi nombre estará en boca de todos (…) ¿Y qué puedo hacer yo sola contra todos…? (pp. 20-22)

A veces me invade un sentimiento de expectación, como si, por debajo de la superficie de mi comprensión, hubiera algo aguardando a que yo lo capte. (p. 26, ed. Alba 2016)

vivo cada instante con una terrible intensidad (p. 30)

Estoy cómodamente sentada en un sofá, mientras fuera los grillos cantan, chirrían. Esta es mi habitación preferida, la biblioteca. El suelo es un mosaico medieval de teselas planas y cuadradas, y la habitación está teñida del color de las viejas encuadernaciones de los libros: óxido, cobre, dorado oscuro, pimentón, granate. Y están las cómodas butacas de cuero oscuro y agrietado, bajo el cual asoma una estructura de un gracioso color rosado, y los libros en las estanterías, usados y cordiales: todo lo necesario para entretenerse los días de lluvia. (p. 30)

Mi pensamiento se desvía de nuevo y vuelve a fijarse en mí, sentada aquí, braceando, ahogándome, enferma de deseo. Como me han llenado de mala conciencia, cualquier cambio en mi rutina produce unos efectos calamitosos, por lo que solo me permito asomarme al umbral con envidia y odiar con toda mi alma a los chicos, que consiguen satisfacer su apetito sexual libremente, sin preocuparse, como si tal, mientras que yo voy de una cita a otra muerta de deseo y siempre insatisfecha. La situación me pone enferma (p. 51)

Si cambiaran la palabra “amor” por “deseo” en las canciones populares, serían bastante más fieles a la realidad. (p. 32)

Tal vez un día llegaré a rastras a casa, abatida, derrotada, pero no mientras mi corazón pueda crear relatos y mi dolor belleza. (p. 34)

(estudiando para los exámenes): Estoy perdida. Huxley se habría reído: ¡menudo lugar de adoctrinamiento es este! Cientos de rostros inclinados sobre los libros, los ventiladores zumbando, marcando el tiempo y poniendo límites al pensamiento. Es una pesadilla. (p. 38)

[Cómo se le niega la sexualidad, el placer, a las mujeres en el patriarcado, y otras violencias]

-¿En qué consiste luchar? ¿En matar a alguien?
Siento una curiosidad inmensa: está claro que no puedo ser un hombre, pero él puede contarme cómo es.
Contesta con indiferencia. (…)
-¿Sylvy?
-Dime…
-Quiero que seas mía, toda mía.
(Por un momento pienso que me está proponiendo matrimonio. Qué encantador, le ha cautivado mi espíritu inquieto y compasivo.)
-¿Cuándo? – le pregunto prosaicamente. (Tal vez diga dentro de cuatro años…)
-Ahora.
Entonces siento su pierna sobre las mías, siento el peso de la realidad, fría, gélida, sobre mis ilusiones.
-¡No! -me incorporo, indignada.
Él forcejea, es fuerte.
-Échate, Sylvy, échate.
Tengo ganas de vomitar (…)
Pero de pronto estoy encima de él, sacudiéndolo (…)
-¡Te odio! ?Maldito seas! ¡Sólo porque eres un tío, solo porque nunca has tenido que preocuparte por quedarte embarazada…! (…)
Cuando dejo de sacudirlo, se incorporra y también yo me siento. Se comporta de forma petulante, está ofendido.
-Muy bien -se aleja rezongando en la oscuridad-, está visto que soy imbécil por beber y por confiar en una maldita tía. (…)
Estupendo, para desquitarse me deja sola en medio del bosque.
Me incorporo y empiezo a andar por el camino. (…) Lo encuentro sentado sobre un tocón, con la cabeza hundida entre las manos, refunfuñando o llorando. Me acerco y me arrodillo penitentemente delante de él.
-Lo siento.
Sigue refunfuñando, ofendido. (…)
-Tú no sabes lo que es -contesta-.No puedes saber lo que es cuando te arde todo el cuerpo, cuando te sientes arder por dentro. (…)
Al final me perdona. (¿Será posible? Tendrías que ser tú quien le perdonara.)
Cuando nos hemos reconciliado, se echa boca arriba apoyando la cabeza en mi regazo. (…)
-Agáchate, bésame. (…)
Le beso, toma mi mano y la desliza hacia abajo. (…) De modo que así es que un chico quiera que le masturbes. (…)
-No, no, no, no, no, no, no…
Tal vez ahora se ha dado cuenta de que solo eres una niña, solo tienes dieciocho años. Y regresáis por fin a la casa de la fraternidad. Ya sabes que no volverás a salir con él si te lo pide, pero nunca más podrás volver a pasear, ni a estar sola, y le odias por haberte privado de eso: de los paseos y de la soledad. (pp 55-57)

Sylvia Plath – 1950

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Gertrud Stein, sobre hacer daño

Odio el riesgo de herirme o de herir a otra persona. Lo único que quiero es meditar sin cesar y pensar y conversar. (Ser americanos, de Gertrude Stein)

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Gertrude Stein, adolescencia

a los quince años la vida es muy medieval y pionera y nada está claro y nada es seguro y nada está a salvo y nada ha llegado ni nada se ha ido. Pero todo puede ocurrir (Guerras que he visto, de Gertrude Stein, en Dossier Gertrude Stein localizado en mujerpalabra.net > Conoce a…)

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June Jordan, confiar

juneCita en audio en inglés del proyecto Talking People para estudiantes de inglés.

Traducimos: (…) el “propósito” intrínseco es alcanzar, y recordar, y declarar nuestro compromiso con todo lo que tiene vida, sin engaño, y sin temor, y sin reserva. Hacemos lo que podemos. Y al hacerlo, conseguimos seguir confiando, es decir, vulnerables, y más que eso, ¿qué se puede pedir? (De una carta personal de 1970)

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Combatir la injusticia desde el espacio umbral entre culturas, por Carol A. Hand

Fragmentos del artículo: Desde el espacio umbral entre culturas, por Carol A. Hand (ojibwe, América del norte); original en inglés.

Décadas después, siento gratitud por haber tomado la decisión de asumir la responsabilidad de hacer lo que estuviera en mi mano no sólo para combatir la injusticia, sino, lo más importante, por explorar formas de vida desde un compromiso con una praxis liberadora que combinara teoría y acción. Volví a la universidad y decidí centrarme en entender las teorías de las organizaciones y políticas del bienestar social de las culturales dominantes, para someterlas a un análisis crítico desde un enfoque ojibwe. En mi carrera profesional como gestora de políticas y programas, administradora, educadora e investigadora, exploré formas de trabajar conscientemente a favor de la liberación de las personas en lugar de lo clásico, imponer enfoques que enseñan a obedecer y a depender.

En esta última fase de mi vida, siento una urgencia por utilizar el tiempo que me queda de la forma más constructiva posible, incluso aunque esto signifique seguir habitando el espacio limiar entre culturas. (…)

No podemos cambiar la historia (esa historia “blanqueada” de nuestros libros de texto). Pero sí podemos cambiar el futuro. Y según lo veo yo, sólo podemos hacerlo desde el espacio umbral que encontramos entre las nacionalidades, las clases, las culturas, los géneros, las edades, las capacidades — desde todos esos constructos de distinciones que existen en nuestras sociedades y que nos dividen. Espero que suficientes personas podamos recordar esa capacidad infantil de ver la belleza en otras personas, esa belleza que las propias personas no se ven.

Traducciones Ilegales para mujerpalabra.net (con lenguaje r.evolucionado)

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Sobre el machismo, por María S. Martín Barranco y gráfico de Juana Inés

Gracias a Feministas Conspirando leemos esta cita de María S. Martín Barranco y conocemos este gráfico de Sor Juana Inés de la Cruz de Jovan Israel. ¡Que lo disfrutéis!

“Todos los machismos hieren. El penúltimo, mata. El último justifica la muerte. Por eso no existe un machismo “verdaderamente” preocupante y otro que no lo es. El machismo es machismo siempre y supone una deslegitimación de la capacidad de las mujeres en su conjunto. No podemos trabajar para que uno desparezca y no otro porque todos se sustentan. Un asesinato se sustenta en golpes, un golpe en insultos, un insulto en la creencia de que hay un ser superior y otro inferior, esa creencia en una forma de relacionarse, de reírse de las bromas, de hablar y de pensar”

María S. Martín Barranco (de Escuela Virtual de Empoderamiento Femenino)

sorjuanaines

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El mito de Narcisa / The Myth of Narcissa

Estoy tan poblada de personas amadas
perdidas para siempre
que me pregunto si el mito de Narciso
es una distorsión más, la de un mito más profundo
y vital para quienes no creen en mundos espirituales.
Quizá se trataba de una mujer que se miraba en el agua
(que late, fluye y se transforma)
para encontrar en el universo de sus ojos
la valiosa compañía perdida para siempre.

Self-ReflectionbyKristygordon

Prose translation into English: I’m so populated by people I love who are lost forever that I wonder if the myth of Narcissus is one more distortion, that of a deeper myth and vital for those who do not believe in spiritual worlds. Perhaps it was a woman who contemplated herself in the water (that beats, flows and transforms itself) to find in the universe of her eyes the cherished company lost forever.

elmitodenarcisa_miniposter (1 pág. pdf, con poema de michelle renyé, boceto de cuadro de Kristy Gordon)

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Angela Davis: Pregunta sobre nuestra capacidad de aprendizaje

angeladavisthemeaningoffreedom¿Por qué aprendemos a temer el terrorismo pero no el racismo, no el sexismo/machismo, no la homofobia?

Why is it that we learn to fear terrorism but not racism, not sexism, not homophobia? (p. 122, The Meaning of Freedom & Other Difficult Dialogues, by Angela Y. Davis, City Lights Books, 2012)

 

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