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SCUM (fragmento) de Valérie Solanas

“Mujer incompleta, el macho se pasa la vida intentando complementarse, convertirse en mujer. Por tal razón acecha constantemente, fraterniza, trata de vivir y de fusionarse con la mujer. Se arroga todas las características femeninas: fuerza emocional e independencia, fortaleza, dinamismo, decisión, frialdad, objetividad, asertividad, valor, integridad, vitalidad, profundidad de carácter, afirmación del yo, etc. Proyecta en la mujer los rasgos masculinos: vanidad, frivolidad, trivialidad, debilidad, etc. Es preciso señalar, sin embargo, que el hombre posee un rasgo brillante que lo coloca en un nivel de superioridad respecto a la mujer: las relaciones públicas. (Ha realizado un gran trabajo al convencer a millones de mujeres de que los hombres son mujeres y que las mujeres son hombres). El mito masculino de que las mujeres alcanzan su plenitud con la maternidad y sexualidad refleja lo que los hombres creen que ellos encontrarían satisfactorio si fuesen mujeres.”

Fuente: p. 27, SCUM. Manifiesto de la organización para el exterminio del Hombre, de la escritora estadounidense Valérie Solanas. Trad. Ana Becciu. Kira Edit, 2002.

Del prólogo de Elvira Siurana: “Nunca debió pensar Valérie Solanas que su provocador manifiesto se convertiría en un clásico del feminismo internacional. (…) Seguramente porque muchas mujeres a lo ancho del mundo comprendemos muy bien la desesperación y la rabia que inspiraron a Valérie Solanas. Probablemente muchas sentimos esa sed de venganza –que la cordura mantiene a nivel de fantasía—y que causa esa hilaridad liberadora que ha convertido el SCUM en un libro tan popular en los ambientes feministas.”

michelle renyé: “Cuando las mujeres usamos la creatividad para representar algo de la violencia que recibimos en el sistema patriarcal (fundamentado en despojarnos de toda inteligencia humana para usarnos como el Hombre determine), socialmente a la gente más cobarde (incapaz de desarrollar la inteligencia feminista) le generamos más miedo que los hombres que ejecutan, de hecho, la violencia. Cuándo ha organizado el feminismo secuestros, torturas y asesinatos de hombres y ha puesto todo el Sistema a trabajar en demostrar cuán necesario esto es.  Tienen que haber deformado mucho la inteligencia humana para temer a las mujeres que exponen una obra y no sentir lo mismo ante la misoginia operante y legitimizada por el Sistema. En qué se basa que las mujeres seamos malas, peligrosas, excesivas, incapaces de inteligencia. Si existiera respeto por las personas (que las mujeres eso son), tendrían que dejar de hacernos daño, por activa y también por pasiva (omisión), y sentarse a responder.”

En español: http://lasdisidentes.wordpress.com/2012/05/01/manifiesto-scum-por-valerie-solanas/
En inglés: http://www.womynkind.org/scum.htm
Comentario Valérie Solanas y el manifiesto SCUM, de Susana Koska
Cuarenta años del grito desesperado de Valérie Solanas SCUM, por Silvia Cuevas Morales

 

María Zambrano, pensadora, sobre el arte

“El arte parece ser el empeño por descifrar o perseguir la huella dejada por una forma perdida de existencia.”

(1904-1991) Si alguien quiere que le dediquemos un espacio en la sección Conoce a… recibiremos los materiales con alegría!

Biopolítica, cuerpo y sexualidades

Beatriz PreciadoLa izquierda es tan conservadora como la derecha sobre biopolítica, cuerpo y sexualidades. La situación en la que estamos y construimos el género y la normalidad son la guerra total en el interior del cuerpo y frente a eso, la revolución es constante. Desaprender tus ‘propios’ deseos,  aquello que culturalmente aprendemos a desear, es una especie de tarea muy larga pero fundamental. La guerra no será después y la revolución no será mañana sino que la guerra es hoy y la revolución es ahora. Beto Preciado

Shulamith Firestone, “The Dialectic of Sex”

Mujer Palabra: una pensadora feminista radical que considera que la raíz de la opresión de las mujeres está en la interpretación patriarcal de la maternidad y en el control del Hombre de los cuerpos de las Mujeres (derechos de reproducción) y los medios (hoy ya existentes) de reproducción. Nació en Canadá, en 1945 y se mudó a EEUU donde fue una de las fundadoras del feminismo radical de EEUU, de las Redstockings (feministas “de doble militancia”) y de la revista feminista radical Notes.

Su obra The Dialectic of Sex (1970) es un libro clave de la segunda ola del feminismo: las mujeres deben hacerse con el control de la reproducción (y de los medios de reproducción que se creen) para romper la equiparación patriarcal de que ser mujer es ser inferior y así liberarse; y la responsabilidad de educar a las personas pequeñas sea del conjunto de la sociedad, hombres, mujeres… También critica cómo se usa el tema de la belleza en el patriarcado para obligar a las mujeres a que ellas solitas se calcen el zapatito de cristal del ideal masculino de cómo es una mujer, aunque se tengan que cortar los dedos, como vemos que pasa por todo el planeta.

Cita de La Dialéctica del Sexo, posteada por Amelia Valcárcel en la red: “En algunos países por vez primera se dan las condiciones previas para una revolución feminista; es más, las circunstancias empiezan a exigir dicha revolución. Las pioneras están intentando evitar la masacre y avanzando a tientas empiezan a encontrarse unas a otras… El dualismo ying yang impregna todo el curso de la cultura, de la historia, de la economía e incluso de la naturaleza misma; las versiones occidentales de la discriminación sexual no constituyen más que su última floración”.

Citas del libro, seleccionadas en el blog “Revolutionary in Every Bedroom” de Wendy Forrest:

  • Una de las reivindicaciones fundamentales de Shulamith Firestone fue: “Que las mujeres queden libres de la tiranía de la reproducción por todos los medios posibles, y que el papel de educar a niñas y niños pase al conjunto de la sociedad, mujeres y hombres”.
  • “Liberar a las mujeres de su capacidad biológica sería una amenaza para la sociedad, pues ésta se encuentra organizada en función de la reproducción biológica y del sometimiento de las mujeres a su Destino Biológico, la Familia.”
  • Del capítulo “The Culture of Romance” (la cultura del amor romántico): “La exclusividad del ideal de belleza tiene una clara función política. … El modelo, definido por los hombres, pasa a ser el ideal. ¿Y qué ocurre? Que las mujeres de cualquier lugar se apresuran a calzarse el zapatito de cristal, cueste lo que cueste, forzando y mutilando sus cuerpos con dietas, programas de belleza, ropa y maquillaje, lo que sea … Si no lo hacen el castigo es inmenso: la sociedad las cuestiona como personas.”

 

Charlotte Perkins, pensadora crítica

Sonrío al escuchar a la gente joven, con su joven memoria, presentarme como “una de las Pioneras”. Pionera fue Mary Wollstonecraft, que inició el movimiento feminista a principios del siglo pasado, movimiento que ha quedado desnaturalizado cuando han empezado a escuchar lo que plantea, con mucha buena educación.

It amuses me when the short-memoried young people of to-day introduce me as “one of the Pioneers.” The pioneers of the Woman’s Movement began with Mary Wollstonecraft, early in the last century, and ceased to be such when their message was listened to politely. 

Fuente: p. 216, capítulo 15, de The Living of Charlotte Perkins Gilman. An Autobiography (1935), después de su viaje en 1896 a Londres, donde con motivo de un congreso internacional socialista obrero, al que asistió como delegada (independiente) de California, dio además charlas por distintos lugares de la isla (viajando sola, viviendo de quien la ofreciera hospitalidad y del dinero recogido en las charlas, como estuvo todo un turno de largos años). En la p. 198 (inicio del capítulo 14, “Inglaterra”) explica:

Entre las varias cargas innecesarias que me han surgido en la vida está que me han desacreditado las personas conservadoras por considerarme socialista, mientras que para las personas socialistas ortodoxas yo estaba lejos de ser de “los suyos”. Análogamente, la mayoría antisufragista me ha llamado con desprecio “sufragista”, mientras que las sufragistas me consideraban una aliada dudosa, cuando no peligrosa, por mi teoría de que las mujeres necesitan tener independiencia económica.* Una de las líderes sufragistas me dijo una vez, “Bueno, con todo, creo que le vas a hacer más bien que mal a nuestra causa porque como lo que tú pides es mucho peor que lo nuestro, decidirán ceder a nuestras reivindicaciones  para escapar de las tuyas”.

*Charlotte Perkins Gilman escribió un ensayo importante, “Women and Economics”, en  1898, ensayo traducido al alemán, holandés, italiana, húngaro, japonés, francés y ruso.

Among the various unnecessary burdens of my life is that I have been discredited by conservative persons as a Socialist, while to the orthodox Socialists themselves I was quite outside the ranks. Similarly the anti suffrage masses had me blackly marked “Suffragist,” while the suffragists thought me a doubtful if not dangerous ally on account of my theory of the need of economic independence of women. One of the suffrage leaders once said to me, “After all I think you will do our cause more good than harm, because what you ask is so much worse than what we ask that they will grant our demands in order to escape yours.”

Traducción mía

Flora Tristán, a los obreros

A vosotros, obreros que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer al fin sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre la mujer y el hombre. Dad un gran ejemplo al mundo (…) y mientras reclamáis la justicia para vosotros, demostrad que sois justos, equitativos; proclamad, vosotros, los hombres fuertes, los hombres de brazos desnudos, que reconocéis a la mujer como a vuestra igual, y que, a este título, le reconocéis un derecho igual a los beneficios de la unión universal de los obreros y obreras.

Flora Tristán, La Unión Obrera, 1843. Cita y gráfico conocido en la red a través del Coleutivu Milenta Muyeres y Moces y ambas cosas procedentes del blog Género con clase

Sobre la libertad de movimiento de las mujeres

Veintiuno. ¡Al fin mi propia dueña! No había ya nadie en el planeta que pudiera exigirme obediencia. Yo  me mantenía sola, claro, condición necesaria para ser libre (…) Ante mí, el mundo, claramente infeliz siendo esto claramente innecesario. La situación llamaba pues a que todas las personas diéramos lo mejor de nosotras mismas para poder así comprender lo que pasaba y  elaborar propuestas racionales que lo mejorara.

En nuestros días, se ha puesto de moda (…) ridiculizar (…) las intenciones constructivas, de mejora personal o social. Y yo realmente no puedo comprender por qué va a ser ridículo que las personas intenten mejorar la condición material de su vida, o física, mental, moral, mecánica, industrial, económica, ética o social. (…)

(…) Decidí salir sola a pasear por la noche. Lo pensé a fondo, cuidadosamente, hasta verlo no sólo como un derecho, sino además, una obligación. ¿Por qué se le arrebataba a las mujeres su tiempo libre, el tiempo en que podría hacer cosas que le gustaran? ¿Por qué tenía ella que depender de un hombre y por tanto, de renunciar a ir donde ella quisiera por complacerle a él?

Un hombre de confianza cuestionó esta reivindicación de libertad mía de pasear sola. “Todo hombre de verdad”, me dijo con sentimiento, “está siempre dispuesto a acompañar a una mujer por la noche. Él es su natural protector”. “Protector ¿ante qué?”, pregunté. De hecho, lo que más teme encontrar una mujer en una calle oscura es a su natural protector. (…)

(…) Si las calles no fueran seguras para las mujeres, lo que habría que hacer es hacerlas seguras. Y mientras tanto, frente al peligro real, ellas deberían poder llevar un arma para defenderse. Por lo que a mí respecta, en los 45 años en que llevo ejerciendo  la libertad de movimiento por la noche, desde San Francisco a Londres, nunca me he encontrado en una situación de peligro, y pocas veces me he visto frente a una impertinencia.

Del libro autobiográfico que escribió Charlotte Perkins Gilman el año, 1935, en que decidió suicidarse porque tenía cáncer de pecho. Tan bonitamente racional y amante de una vida de calidad como eso. Tan valiente, inteligente, bonita. La traducción, apresurada o libre, es mía. Ya la repasaré cuando me ponga a traducir sus relatos feministas para una webita dedicada a ella en Conoce a… de Mujer Palabra. 🙂 https://sites.google.com/site/gilmansociety/

La Soledad y la Desolación, por Marcela Lagarde

Marcel LagardeNos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía, porque desde muy pequeñas y toda la vida se nos ha formado en el sentimiento de orfandad; porque se nos ha hecho profundamente dependientes de los demás y se nos ha hecho sentir que la soledad es negativa, alrededor de la cual hay toda clase de mitos. Esta construcción se refuerza con expresiones como las siguientes “¿Te vas a quedar solita?”, “¿Por qué tan solitas muchachas?”,  hasta cuando vamos muchas mujeres juntas.

La construcción de la relación entre los géneros tiene muchas implicaciones y una de ellas es que las mujeres no estamos hechas para estar solas de los hombres, sino que el sosiego de las mujeres depende de la presencia de los hombres, aún cuando sea como recuerdo.

Esa capacidad construida en las mujeres de crearnos fetiches, guardando recuerdos materiales de los hombres para no sentirnos solas, es parte de lo que tiene que desmontarse. Una clave para hacer este proceso es diferenciar entre soledad y desolación. Estar desoladas es el resultado de sentir una pérdida irreparable. Y en el caso de muchas mujeres, la desolación sobreviene cada vez que nos quedamos solas, cuando alguien no llegó, o cuando llegó más tarde. Podemos sentir la desolación a cada instante.

Otro componente de la desolación y que es parte de la cultura de género de las mujeres es la educación fantástica par la esperanza. A la desolación la acompaña la esperanza: la esperanza de encontrar a alguien que nos quite el sentimiento de desolación.

La soledad puede definirse como el tiempo, el espacio, el estado donde no hay otros que actúan como intermediarios con nosotras mismas. La soledad es un espacio necesario para ejercer los derechos autónomos de la persona y para tener experiencias en las que no participan de manera directa otras personas.

Para enfrentar el miedo a la soledad tenemos que reparar la desolación en las mujeres y la única reparación posible es poner nuestro yo en el centro y convertir la soledad en un estado de bienestar de la persona.

Para construir la autonomía necesitamos soledad y requerimos eliminar en la práctica concreta, los múltiples mecanismos que tenemos las mujeres para no estar solas. Demanda mucha disciplina no salir corriendo a ver a la amiga en el momento que nos quedamos solas. La necesidad de contacto personal en estado de dependencia vital es una necesidad de apego. En el caso de las mujeres, para establecer una conexión de fusión con los otros, necesitamos entrar en contacto real, material, simbólico, visual, auditivo o de cualquier otro tipo.

La autonomía pasa por cortar esos cordones umbilicales y para lograrlo se requiere desarrollar la disciplina de no levantar el teléfono cuando se tiene angustia, miedo o una gran alegría porque no se sabe qué hacer con esos sentimientos, porque nos han enseñado que vivir la alegría es contársela a alguien, antes que gozarla. Para las mujeres, el placer existe sólo cuando es compartido porque el yo no legitima la experiencia; porque el yo no existe.

Es por todo esto que necesitamos hacer un conjunto de cambios prácticos en la vida cotidiana. Construimos autonomía cuando dejamos de mantener vínculos de fusión con los otros; cuando la soledad es ese espacio donde pueden pasarnos cosas tan interesantes que nos ponen a pensar. Pensar en soledad es una actividad intelectual distinta que pensar frente a otros.

Uno de los procesos más interesantes del pensamiento es hacer conexiones; conectar lo fragmentario y esto no es posible hacerlo si no es en soledad.

Otra cosa que se hace en soledad y que funda la modernidad, es dudar. Cuando pensamos frente a los otros el pensamiento está comprometido con la defensa de nuestras ideas, cuando lo hacemos en soledad, podemos dudar.

Si no dudamos no podemos ser autónomas porque lo que tenemos es pensamiento dogmático. Para ser autónomas necesitamos desarrollar pensamiento crítico, abierto, flexible, en movimiento, que no aspira a construir verdades y esto significa hacer una revolución intelectual en las mujeres.

No hay autonomía sin revolucionar la manera de pensar y el contenido de los pensamientos. Si nos quedamos solas únicamente para pensar en los otros, haremos lo que sabemos hacer muy bien: evocar, rememorar, entrar en estados de nostalgia. El gran cineasta soviético Andrei Tarkovski, en su película “Nostalgia” habla del dolor de lo perdido, de lo pasado, aquello que ya no se tiene.

Las mujeres somos expertas en nostalgia y como parte de la cultura romántica se vuelve un atributo del género de las mujeres.

El recordar es una experiencia de la vida, el problema es cuando en soledad usamos ese espacio para traer a los otros a nuestro presente, a nuestro centro, nostálgicamente. Se trata entonces de hacer de la soledad un espacio de desarrollo del pensamiento propio, de la afectividad, del erotismo y sexualidad propias.

En la subjetividad de las mujeres, la omnipotencia, la impotencia y el miedo actúan como diques que impiden desarrollar la autonomía, subjetiva y prácticamente.

La autonomía requiere convertir la soledad en un estado placentero, de goce, de creatividad, con posiblidad de pensamiento, de duda, de meditación, de reflexión. Se trata de hacer de la soledad un espacio donde es posible romper el diálogo subjetivo interior con los otros y en el que realizamos fantasías de autonomía, de protagonismo pero de una gran dependencia y donde se dice todo lo que no se hace en la realidad, porque es un diálogo discursivo.

Necesitamos romper ese diálogo interior porque se vuelve sustitutivo de la acción ; porque es una fuga donde no hay realización vicaria de la persona porque lo que hace en la fantasía no lo hace en la práctica, y la persona queda contenta pensando que ya resolvió todo, pero no tiene los recursos reales, ni los desarrolla para salir de la vida subjetiva intrapsíquica al mundo de las relaciones sociales, que es donde se vive la autonomía.

Tenemos que deshacer el monólogo interior. Tenemos que dejar de funcionar con fantasías del tipo: “le digo, me dice, le hago”. Se trata más bien de pensar “aquí estoy, qué pienso, qué quiero, hacia dónde, cómo, cuándo y por qué” que son preguntas vitales de la existencia.

La soledad es un recurso metodológico imprescindible para construir la autonomía. Sin soledad no sólo nos quedaremos en la precocidad sino que no desarrollamos las habilidades del yo. La soledad puede ser vivida como metodología, como proceso de vida. Tener momentos temporales de soledad en la vida cotidiana, momentos de aislamiento en relación con otras personas es fundamental. y se requiere disciplina para aislarse sistemáticamente en un proceso de búsqueda del estado de soledad.

Mirada como un estado del ser –la soledad ontológica–  la soledad es un hecho presente en nuestra vida desde que nacemos. En el hecho de nacer hay un proceso de autonomía que al mismo tiempo, de inmediato se constituye en un proceso de dependencia. Es posible comprender entonces, que la construcción de género en la mujeres anula algo que al nacer es parte del proceso de vivir.

Al crecer en dependencia, por ese proceso de orfandad que se construye en las mujeres, se nos crea una necesidad irremediable de apego a los otros.

El trato social en la vida cotidiana de las mujeres está construido para impedir la soledad. El trato que ideológicamente se da a la soledad y la construcción de género anulan la experiencia positiva de la soledad como parte de la experiencia humana de las mujeres. Convertirnos en sujetas significa asumir que de veras estamos solas: solas en la vida, solas en la existencia. Y asumir esto significa dejar de exigir a los demás que sean nuestros acompañantes en la existencia; dejar de conminar a los demás para que estén y vivan con nosotras.

Una demanda típicamente femenina es que nos “acompañen” pero es un pedido de acompañamiento de alguien que es débil, infantil, carenciada, incapaz de asumir su soledad. En la construcción de la autonomía se trata de reconocer que estamos solas y de construir la separación y distancia entre el yo y los otros.

Webita dedicada a Marcela Lagarde en mujerpalabra.net

Sobre animales, por Alice Walker

Los animales del mundo tienen sus propias razones para existir. No fueron creados para ser explotados por los seres humanos, de la misma manera que la población negra no fue creada para ser explotada por la blanca, o las mujeres por los hombres. (Traducción Mujer Palabra, gracias a Núria Querol i Viñas)

The animals of the world exist for their own reasons. They were not made for humans any more than black people were made for white, or women created for men.

Alice Walker, escritora estadounidense

Luz Méndez De la Vega

El diccionario es una clara expresión de la milenaria discriminación e injusticia a la que la mujer se ha visto sometida por la impuesta “superioridad” de los varones”

En entrevista a Revista Crónica, Guatemala, 18 de mayo 1990. Información sobre Luz Méndez De la Vega