Me contaba cómo era la violencia con los niños en los años 50, que cualquier persona adulta podía darles una hostia, donde fuera, incluso a veces con padre y madre presente (aunque aquí con reacciones diferentes, pero una era: Muy bien, se la estaba ganando), cómo se espoleaba a los caballos, que morían reventados de correr porque les hincaban las espuelas continuamente, y cómo los niños lo imitaban, era “montar a caballo” y era una salvajada; cómo era normal pegar a las mujeres, los hombres, “el aviso”, o la merecida paliza. Cómo notas malas implicaba sesiones de cinturón, en algunas casas con hebilla.
En esto Atticus y yo coincidimos que las cosas ahora son mucho mejores que antes, cuando éramos víctimas de la tradición y no se comprendía la idea de derechos humanos.
Le pregunté qué fue lo que hizo concretamente que se sentaran a redactar la Declaración de Derechos Humanos según lo que él sabe de estudiar y de pensar bien, y me dijo Atticus que el horror tras la Segunda Guerra Mundial. Y recuerdo que algunos profes nos hablaron de esto, sí, el gran horror de mediados del 20 que estableció cosas con vistas a la construcción de mejores sociedades. (Que desde la caída simbólica del muro del comunismo que hubo en el mundo el capitalismo se haya quedado desnudo, sin disfraz para disimular, y esté desbocado es otro problema humano. Pero voy ahora a algo tan o más importante que no se quiere pensar y abordar.)
Entonces pensé que no ha habido un momento en que se haya reconocido o generado la consciencia colectiva de que ha sido brutal conceptualizar durante siglos que las mujeres eran la versión menor del Hombre, de los dioses.
Pues bien, intuyo que las mujeres tuvieron mucho que ver con que se escribiera esa declaración de derechos humanos en 1948 pero no directamente, y sin duda no pasando a la historia por ello. De esa manera en que las mujeres siempre han influido en la historia sin sin quiera ser vistas o pretenderlo, por su ser en la historia, a pesar de su ser esclavizadas, distorsionadas e invisibilizadas.
Sospecho que ni siquiera ellas serían conscientes como lo podemos ser ahora. Que se llegó a esa idea por las mujeres sobre todo, pero que no hay rastro de esto. Y por qué. Las mujeres llevan siglos humilladas, forzadas en una piel que no es la suya por pertenecer a un grupo conceptualizado globalmente como inferior, “inferior” en todos los sentidos respecto al Hombre (al modelo de varón en el patriarcado). Siendo humanas, teniendo mentes humanas, han sido forzadas durante siglos a esta brutalidad conceptual, que no es concebida como tal, porque el patriarcado sigue vigente a pesar de los logros, y de que sospechemos que es brutal, o lo empecemos a ver, conceptualmente, con las personas.
Respecto a las guerras, las mujeres han tenido una condena salvaje que no está en nuestra consciencia: no porque se las violara, que es decir, someterlas a terror sin salvación, porque no es lo mismo luchar con un igual enemigo que la violación, para lo que está diseñada culturalmente, sino porque tenían un precio surrealista a usar la violencia física (defenderse directamente de una agresión física; que ya sabemos que luchar puede ser por noviolencia, pero frente a una agresión directa física, y aquí es donde los varones pacifistas a veces no escuchan, se requiere una respuesta física a veces, para salvarse y tenerlo prohibido culturalmente tiene un impacto y un significado y todo tipo de consecuencias trágicas, que confirman el orden mundial), porque las violaban incluso “los suyos”, porque sufrían por todos, por ellas y ellos y ellxs, y luchaban por sacarles a todos adelante (comer, guarecerse, aprender a sobrevivir)
, al tener o a pesar de tener la prohibición de usar la violencia física, territorio exclusivo para el Hombre, porque el uso de la violencia en el patriarcado le es destinado para la construcción del poder.
Bueno, voy a leer dos libros este verano: la creación del patriarcado y la creación de una consciencia feminista, de Gerda Lerner, para saber, porque soy bastante ignorante. Pero tengo esta intuición, y al margen de todo, creo que hay que escribir algo sobre esto.