Hoy en la tele escuché al escritor Montalban (género policiaco) decir que cuando se escribe es porque no te gusta la realidad, y tienes que crear la tuya propia.

De pronto pensé que si yo tengo que definirme en una ocupación, nunca menciono la que me da de comer. No me avergüenzo, es sólo que no lo siento como respuesta, que no se me ocurre decir eso. Siempre digo que soy escritora. Y activista, claro (que es lo que me ocupa siempre, sea porque estoy aprendiendo para ser como me parece que podríamos ser, y contribuir así, siendo, intentándolo, a un cambio en el mundo; sea porque estoy intentando transmitir información o ideas que sirven para conocer el mundo, conocernos, y reflexionar y actuar).

De pronto las palabras de Montalbán me presentan la explicación. Yo sabía que era cierto, en algún sentido, que era escritora, pero al no tener “pruebas” (me refiero a un reconocimiento social por esta actividad, ¡no a falta de escritos!), a veces me sentía como una impostora al decirlo. Pero eso es tontería: soy escritora. Y, efectivamente, me horroriza el mundo. Escribo para poder existir, crecer, pues no tengo tiempo, sólo mi vida, para esperar a que el mundo mejore. Escribo para defenderme de tanta violencia y mezquindad. Para disfrutar del pensamiento, de la creatividad, de la posibilidad de compartir.

Alice Walker dijo que empezó a escribir porque no encontraba libros que contaran cosas que le gustaría leer, así que tuvo que escribirlos ella. Me encantó leer esto, aunque no es mi caso, pero me pareció una gran razón para escribir.

¿Por qué escribe la gente que no escribe para conseguir poder, fama o dinero?

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