Mudarse es cambiar de piel

ley de vida, el momento preciso

en que abandonas una historia de tu ser

para empezar de nuevo otra.

Como la marca en proceso

de otro anillo del árbol

dándote dirección y rumbo de crecida

mientras todo se consume y tus cenizas

quedan libres al fin para volar con el viento.

Como la resonancia de una piedra que cae

en el agua de un nuevo emplazamiento,

dándote cuerpo, fuerza y ganas.

Mudarse en respirar, es continuar

creciendo para alcanzar la luna.

« »