A la gente curiosa, con afán de aprender y mejorar, se la malinterpreta mucho. Sencillamente, culturalmente, no se puede creer que algo pueda hacerse por eso tan fundamentalmente humano como es la curiosidad, el afán de aprender y mejorar.
Lo malo no es la malinterpretación: eso podría corregirse preguntando, escuchando, confiando en la respuesta, que no es tan difícil de entender ese tríada de afán, tan humana. Lo malo es que esa malinterpretación está asociada en las culturas patriarcales a ejercer automática algún tipo de violencia, la más invisible, la que educa en que no se tenga curiosidad, ni ganas de aprender ni de mejorar.
Hoy por azar al releer a Mina Loy y mirar mi traducción de inicios del siglo 21 (2000 y poco, si no 1999) he visto que no comprendí bien una cosa, así que aquí está la traducción que considero más fiel a lo que ella dijo y a cómo lo diría en español. Así que esta tradu es del 2018. 😀
Saber nombrar las cosas importa mucho para el análisis, pero para eso tenemos que comprenderlas (ese arduo proceso) con cierta profundidad –no sólo es cuestión de diferencias por puntos de vista de los que se parta.
En la ideología patriarcal es más importante usar las ideas como armas para «destruir al oponente» que conocer el mundo a través de la puesta en común de ideas y desarrollar conocimiento en procesos colectivos conscientes.
Podemos decirlo de muchas formas.
En el vídeo de abajo sobre Petra Kelly, Alicia Puleo lo dice de una forma. Al explicar el ecofeminismo nos cuenta (y su opinión está ciertamente informada) que el ecofeminismo se encuentra más asociado a una corriente feminista llamada «feminismo de la diferencia», que es esencialista, es decir, que cree en una diferencia identitaria fundamental entre dos géneros, y nos dice que en cierta forma esta corriente enfrenta dos géneros –como lo hace el esencialismo patriarcal (añado yo), aunque en un sentido diferente, y en un sentido contrario según matizaciones, cuando se plantea con el mismo esquema de superioridad de un género sobre otro en un sistema de dos. Y nos cuenta que la corriente feminista prevalente hoy es aquella que se centra en combatir la discriminación machista y misógina o del Hombre hacia la mujer, y que el ecofeminismo ampliaría eso para incluir la lucha contra la discriminación de otros animales y la explotación del planeta. Dice que por tanto en algún sentido el feminismo (la corriente prevalente) se ha especializado en el tema igualdad entre hombres y mujeres.
Yo creo que esta visión está condicionada por la comprensión del feminismo occidental, de su importancia en la lucha por la igualdad entre sexos, y que tenemos que nombrar o comprender el feminismo de una forma más amplia y eficaz porque explica muchas cosas más y su impacto es mucho más amplio y profundo: el feminismo cuestiona la ideología patriarcal, esa cultura humana de sistemas de violencia (por sexo, sexualidad, piel, estatus social, económico…), y por eso sin desarrollar inteligencia feminista no se puede abordar la evolución a la superación de este tipo de cultura. La construcción de una cultura abarca todo lo humano, y condiciona cómo pensamos, hablamos y nos relacionamos, qué valores prevalecen en comunidad, las prioridades.
Consideremos las luchas de las personas feministas por el lenguaje.
La idea de un lenguaje que nombre la realidad –y no un lenguaje empleado dogmáticamente para invisibilizar la realidad que no se quiere aceptar culturalmente en una sociedad dada (invisibilizar que no destruir, porque siempre hemos existido y aportado las personas denostadas por la cultura prevalente)– en la práctica y teoría de diferentes personas feministas nos ha aportado culturalmente más que la sola cuestión de nombrar a las mujeres. Nos ha descubierto la falta de inocencia en la cultura, en el mirar desde la cultura; cómo vemos lo que creemos, lo que la cultura/sociedad dice que hay que creer, en lugar de comprender (ver, entender que existe) la realidad existente; y cómo viendo así hacemos daño intencionada y no intencionamente, inconsciente y conscientemente, porque juzgamos injustamente, agredimos verbal y conceptualmente, y omitimos o invisibilizamos, que es, ya lo sabemos bien, una forma de matar, obstaculizar y hacer sufrir.
Estoy hablando sólo del mundo del lenguaje humano, que parece un tema solo y que es en realidad un tema transversal a todo nuestro mundo porque constituye nuestra herramienta cotidiana para transformarnos y transformarlo, justamente por eso, porque en él se refleja todo lo que concebimos, sentimos, creemos, soñamos como colectivo –aunque eso no haya podido eliminar nuestra capacidad para el lenguaje individual o no prevalente socialmente, como esta forma de nombrar empática propuesta por el feminismo porque sabemos del daño que hacen las palabras a quienes excluyen o difaman, lo pretendamos o no; cómo las palabras más usadas son culturalmente reguladoras de la inclusión y exclusión, del reparto de funciones en una comunidad, la construcción de la identidad de los papeles admitidos por una sociedad determinada.
2017 Homenaje a Hypatia
Así, el que haya corrientes feministas prevalentes (en el sentido de mayoritarias) en determinado lugar que se centren a la lucha por «la igualdad ¿con el Hombre?» (así lo mal-interpreta mucha gente), o dicho mejor: que se centren en la lucha por la igualdad de derecho de todas las personas a una construcción de su identidad propia y a poder elegir su papel en su comunidad en función de sus decisiones y no de sus características físicas o genitales en el contexto de una sociedad patriarcal (que parte de la deshumanización fundamental que es una definición limitada y distorsionante de lo que es ser persona, asignando dos papeles, «Hombre» y «mujer» a todas las personas, papeles asociados a funciones en la sociedad), no es decir que el cuestionamiento del patriarcado que realiza el movimiento social feminista sólo implique el tema «Hombre-mujer» (ya se ve en mi reformulación, pienso) pues cuestionar la base dogmática fundamental de la cultura patriarcal no es para que las mujeres estén mejor, sino para evolucionar a sociedades menos violentas e injustas, donde se respete la identidad de las personas y se apoye una evolución individual y colectiva hacia realidades más humanas, más fieles y respetuosas con el potencial y la diversidad humana, pues la cultura patriarcal es autodestructiva –y si tras siglos de patriarcado aún no nos hemos autodestruido eso ha sido sencillamente porque la realidad humana no ha podido ser transformada por la ideología patriarcal en el sentido buscado, y ha seguido existiendo y cuestionado el sistema todos estos siglos; por eso hoy tenemos cosas buenas que en realidad no nos vienen del patriarcado sino de lo que esta cultura ha, digamos, robado a mucha gente anónima, y también y sobre todo, de lo que esta cultura ha recibido como impacto de la existencia de esas otras realidades a lo largo de los siglos, que enfretándose al sistema o sencillamente siendo han tenido un impacto como una hoja seca o una piedra que cae al río, en ondas expansivas.
Con todo esto intento explicar que yo no creo que el feminismo sea el feminismo de clase media blanco y de izquierdas, ni tampoco que el feminismo se haya centrado en la lucha contra la discriminación de sexo no trabajando la conexión con otras discriminaciones o sistemas de violencia. Todo va íntimamente ligado porque es complejo, como la vida. Cada persona, grupo, red, como cada sociedad y comunidad, claramente elige temas de trabajo y prioridades, pero como movimiento, el feminismo es una de las razones fundamentales por las que comprendemos la discriminación y asociamos su superación a un cambio de valores y modos de ser y de relacionarnos. De hecho, como movimiento social, en todas partes del planeta, no sólo en España o Europa occidental donde estamos (pero nuestras poblaciones son heterogéneas, aquí vive mucha gente variada en situaciones materiales muy distintas, y que es feminista también), lo que nos hace ingresar en este movimiento, digamos, es un afán de lucha por rescatar nuestra humanidad que va a asociada a un rechazo visceral y racional empático por el uso de la violencia como forma de resolver problemas y conflictos, o como forma de relación en la especie y con la naturaleza, siquiera porque es el planeta donde vivimos, siquiera porque en él encontramos nuestro alimento para poder vivir y no morir.
Así, si bien es cierto que aún no hay palabras, teorías, ideas comprendidas más ampliamente sobre la conexión inevitable de feminismo, noviolencia y ecologismo, según vemos y nombramos las cosas, puede comprenderse legítimamente que todo se contiene en el feminismo como movimiento social que cuestiona la ideología y la sociedad y cultura patriarcal, por ser una cultura basada en sistemas de violencia que parten del sistema primario de reducción de la identidad humana a dos papeles con funciones específicas que se excluyen y que se nombran falsamente como «complementarias».
Volviendo al lenguaje, en mi viaje personal para humanizarme a través de cómo nombro y por tanto de cómo pienso y por tanto de cómo me relaciono, no sólo he aprendido a mirarme a mí misma desde un enfoque diferente (siempre en peligro hasta que llegas a décadas de práctica en resistencia y lucha!, por la presión indescriptible de que sigamos en ceguera), uno que me permita pensar que soy inteligente, fuerte, valiente, creativa, genia, capaz de ofrecer ideas valiosas a la sociedad, capaz de tanto, con mi pequeña vida de minoría en mi sociedad que cuestiona la tradición. Ocurre que al hacerlo, al hacer este viaje, me he humanizado, he rescatado mi racionalidad y empatía como persona, y con racionalidad y empatía no puedes ejercer injusticia y violencia fácilmente, no puedes obedecer el mandato de violencia e injusticia de los sistemas impuestos en la cultura patriarcal, al menos no tan fácilmente o defendiéndolos contra toda razón o sin sentirte autocrítica y con un conflicto ético y vital. Los reproduces por ser un animal cultural, pero por ser humana en evolución, los criticas e intentas superar.
El feminismo como movimiento social que lleva siglos en escena aunque sin siquiera un nombre, es muy joven respecto a la fase actual en que está (la de encontrar nombres y pegarnos), sólo tiene algún siglo, y quizá por eso todavía hay tantas tortas, tantas luchas que nos podríamos ahorrar, y que en realidad nacen de que por más que sepamos que la violencia es negativa y evitable a menudo, la cultura patriarcal nos constituye ideológicamente, y muchas veces usamos la lucha por cuestionar algo para justamente perpetuar algo: el poder de ubicarnos en posiciones que discriminan, no respetan y desprecian a otras personas, por ejemplo. Porque no es fácil concebir algo que socialmente no existe, aunque a nivel individual te conste que sea real, humano. No es fácil nombrarlo. Y sin embargo, tenemos la palabra para pensar, comunicarlo y comunicarnos, entendiendo que todo será como siempre una evolución hacia la comprensión y hasta llegar a un poder nombrar de forma más fiel a la realidad, con mejor conocimiento.
El otro día un periodista español entrevistaba a un científico español en Estados Unidos, creo, y decían algo terrible y terrorífico, como si eso lo dijera el Conocimiento que cimienta nuestras sociedades. Preguntaba el periodista sobre, p.e., hombres embarazados, al tratar el tema de los límites éticos de la ciencia (en el patriarcado), y respondía el científico (cuya inteligencia feminista no parecía muy desarrollada) que la naturaleza era práctica, con una sonrisa de sobresuficiencia patriarcal estremecedora, con un significado muy preciso: era práctica y no iba a permitir cosas raras! Estremecedora porque al no tener inteligencia feminista este científico no se daba cuenta de la brutalidad y la falsedad de lo que decía: «práctica» desde la ideología patriarcal no es «práctica» desde la naturaleza, que en realidad no puede tener nada que ver con la idea humana «práctica» ya que la naturaleza sencillamente es vida. La naturaleza, señor científico, EXPLORA TODA POSIBILIDAD y se caracteriza por su DIVERSIDAD, por eso hay incontables formas de vida, y dentro de éstas, incontables formas o identidades o modos o relaciones. Lo sabemos muy bien las personas cuya identidad no se conforma o explica con el sistema identitario milenario de las sociedades patriarcales, y no hablo sólo de personas con cuerpos o sexualidades diferentes a los del mandato patriarcal, sino también a gente con vidas movidas por valores no prevalentes, por ejemplo. Por eso, porque la naturaleza es VIDA, la sociedad humana genera CULTURA, para acotar, entender, organizarse y poder ubicarse en el mundo de la vida, y por eso las culturas son diversas y van cambiando, evolucionando.
La cultura la creamos, y nos rige el pensamiento y la vida en un casi total porcentaje, en comparación con cómo nos condiciona lo biológico. En el mundo humano, tener ciertos órganos no implica desear o no desear lo que la cultura establece como asociado a esos órganos: hay varones con una maravillosa mente humana que no usan más que para perpetuar la violencia; hay mujeres con útero gestor que no desean gestar vida como única y primordial función identitaria de su vida; hay personas que se enamoran de personas y no entienden por qué si el resultado no es una relación monoparental heterosexual ese hecho es anormal y censurable. No hay nada menos práctico que la violencia para resolver conflictos, por todo el horror, sufrimiento y destrucción a tantos niveles que genera, y sin embargo, la cultura patriarcal nos enseña que en ideas, actitudes, sentimientos, palabras, y otras acciones, debemos ejercer violencia a diario para mantener el sistema social, los valores y los modos de la cultura patriarcal.
Es fácilmente comprensible que si en lugar de ver a otras personas como amenazas constantes a nuestra existencia nos viéramos como una comunidad, capaces de mutuo apoyo, la vida sería más grata, interesante y positiva para todo el mundo y el planeta no estaría amenazado. Y esto no tiene nada que ver con la idea expresada por el científico mencionado arribo de lo que es «práctico» para la naturaleza. Para la naturaleza humana en la sociedad patriarcal lo práctico ha sido la guerra, porque operan unos determinados valores o ideas, pero no es nuestra única opción. Ampliar el marco identitario humano para reflejar la realidad identitaria humana no se puede ver como algo «práctico» o «no práctico», ni como algo anormal, sino justamente como algo que, si se respetara la realidad de diversidad de la vida, nos permite construir una cultura más evolucionada, capaz de superar los sistemas de violencia que nos tienen sumidas a las personas en una especie de Edad Oscura. Esperemos nuevamente, que ya hayamos entrado en la era en que conseguiremos superar la tara ideológica de esta cultura represiva, explotadora, destructiva.
BONDAD. MALDAD. EL PROBLEMA. Vale, todo el mundo es capaz de actuar con de forma bondadosa o no tanto, da cosa llamarlo “maldad”, por eso se mal-llama “egoístamente”. Digo que se llama mal porque el egoísmo no tiene necesariamente que ser maldad. Por ejemplo al hacer el amor, si eres una mujer en el mundo patriarcal, pensar en conseguir tu placer es siempre bueno para ti y el conjunto, porque como mujer tienes que compensar la mierda de educación que te da la cultura patriarcal para aprender a respetarte y tener tu criterio sobre tu placer, porque si no, importa una mierda si es con un hombre, 50%-100% patriarcal se entiende. Y hacer el amor, dos personas o las que sean darse placer, implica que todas estén contentas, y ayuden a compartir información sobre lo que les gusta, y por eso tienes que pensar en tu placer, aunque no como el Hombre patriarcal, que olvida que importa la subalterna esclavizada, sino sabiendo que la cosa va de labor de equipo. Es un gran momento para la práctica del equilibrio de lo que es pensar en ti y pensar en quienes te rodean. Y como es sábado y he cenado espagueti con… sí! lambrusco, que es absolutamente irresistible, porque emborracha sí o sí, quiero intentar volver al tema, porque aún recuerdo que quería hablar de portarse bien o mal con la gente. Veréis, pensé una idea y tenía la esperanza de que sirviera para orientarse, pero según la pensaba ocurrió lo de siempre: que me pareció una idea poco útil. En fin, allá voy: pensé que quizá lo fundamental en las relaciones humanas, y observable a diario en todas las relaciones, es saber cómo se porta la persona con otras personas, no sólo las queridas, que también, porque está claro que mucha gente, en el patriarcado, trata como mierda a las personas queridas. No creo yo que sea algo “biológico” o “humano”, es algo de la cultura patriarcal, algo que alimenta que aprendamos a tratarnos así de mal, justificándonos siempre, siempre justificando la violencia, esa pesadilla y ese aburrimiento, ese crimen contra la humanidad, que hace que nuestras vidas no puedan crecer, porque siempre estamos teniendo que contener, frenar, combatir la violencia. Pero sí pienso que vale esto, que si alguien a quien quieres trata mal a otras personas, y quieres elegir si relacionarte con esa persona, en lugar de justificarlo, tendrías que ver lo que hay: que alguien cree que es justificable pretender hacer daño a otra persona porque ha “amenazado sus intereses”. Hip. Bueno, Tengo suerte de estar en contacto con personas que me quieren bien, pero me asombra la cantidad de gente “normal” y “extraordinaria” que es incapaz de sentir la mínima empatía, que no puede desengancharse de lo que pueda darle el saber que pueden hacer daño a alguien y quedarse tan frías y fríos, incluso contentxs, y siempre cargados de razón, justificando como si fueran de una secta de normalidad sus brutalidades. La gente no ya de cultura patriarcal, que lo somos todo el mundo y por eso tenemos tanto curro para rescatar nuestra libertad y humanidad, la gente que encaja en la ideología patriarcal bien, sostiene sus sistemas de violencia sin pestañear, creyendo que “así funciona el mundo”, siempre justificándose. Pero las personas podemos saber bien desde dentro cuando actuamos mal, para hacer daño, y también podemos saber bien desde dentro que eso nunca está justificando, a no ser que sean casos muy claros de autodefensa (tema peliagudo en sus incontables grados). En fin, que para romper la cultura patriarcal y liberarnos, podríamos trabajar la idea de que una clave para elegir relaciones es ver comportamientos nobles, sinceros, honestos con las personas queridas, y en realidad, con cualquier persona. Quizá eso nos ayudara como especie a respetar a las personas que aportan no querer hacer daños, que no imponen precios, que hay que ver cuánto desprecio idiota impera y desata cuánta violencia innecesaria.
Con lo que ya sabemos empíricamente sobre la maleabilidad del cerebro y la mente humanas sorprende que cada vez que se divulgan datos sobre este tema y te aborda el género las interpretaciones se obsesionen con demostrar que el orden patriarcal de género, es decir, cómo somos personas hombre y personas mujer, esa forma tan asociada a funciones en la sociedad que se excluyen según tu órgano sexual reconocido, es biológico. Desde siempre hemos dispuesto de información alrededor (aunque hubiera tanto que ocultar para salvar la vida) e información en la historia (aunque hubiera tanto omitido, borrado y distorsionado) que habla de la realidad identitaria humana, DIVERSA, como todo en la naturaleza, precisamente.
Las formas de ser mujer, hombre, persona son inagotables, física, psicológica, sentimentalmente, socialmente, culturalmente, respecto a inteligencias varias, como persona y como colectivo, la identidad humana es inagotable. Sabemos ya que no es cierto que tener pene o espermatozoides implique que no desees tener descendencia, y cuidarla hasta que sepan valerse. Sabemos ya que no es cierto que tener vagina u óvulos no implique ser incapaz de razonar o crear. Así que la pregunta es, ¿por qué seguimos perpetuando el orden de género patriarcal? ¿Acaso nos gusta machacar a la gente, despreciarla, subestimarla, destruirla? Con tantos siglos de valores patriarcales, es decir, de sistema de violencias que nacen de la violencia primera conceptual que es considerar que un grupo humano es superior y el resto debe servirle, a costa de su identidad, libertad y vida. ¿acaso no sabemos ya sencillamente convivir respetando, concebir que quizá la vida y las relaciones puedan ser menos injustas y violentas, más humanas?
Una mujer que razona mejor que un varón no es sospechosa, ni mala, ni le está humillando, y a diferencia del Hombre (el hombre según el patriarcado), no es necesario seguirla ciegamente. Una mujer que razona es una persona que razona, y razonar empáticamente no es cosa menor, inferior, o “de chicas”, sino la clave para la supervivencia y el rescate del potencial humano más positivo, el que nos tendría viviendo en sociedades donde la curiosidad, el apoyo mutuo, el espíritu creativo y crítico, la independencia, el respeto, la colaboración, la escucha llenarían nuestras vidas justamente de eso, de vida.
SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CRÍTICA SIN TARA PATRIARCAL
Para hacer crítica, no hace falta despreciar o destruir “al contrario”, según ordena la ideología patriarcal. La crítica implica un conocimiento más profundo y certero de las cosas que ocurren y se sienten o piensan, y abre caminos para la evolución.
Hay cosas que puede hacer todo el mundo para superar la tara ideológica patriarcal, que condiciona incluso a las personas que han dado con buenas ideas, ya que la cultura está en nuestras cabezas más de lo que concebimos.
Basta limpiar la mirada para ver el claro objeto del pensamiento crítico: la construcción del conocimiento colectivamente, por eso da igual quién dice la idea crítica, aunque esto no es decir que haya que invisibilizar a nadie: está bien saber quién dice qué, por justicia o empatía, siempre, y también para seguir la pista a lo largo del tiempo y aprovechar además esa otra fuente de conocimiento.
Esta idea, como todas las ideas inteligentes noviolentas, es despreciada y también combativa por la cultura patriarcal, que tiene siglos de práctica en hacerlo, lo que se constata en que incluso personas que dan con buenas ideas pueden estar reproduciendo modos que critican en otros ámbitos.
Yo así lo identifico:
Quien al hacer la crítica desprecia o maltrata. No es necesario, a no ser que no se pretenda la crítica sino hacer daño a la persona. La crítica plantea el análisis de una idea que se cree mal construida: si es injusta o errónea basta con refutarla, si es procedente, basta con agradecer haberla podido escuchar o leer; si no es la clave pero plantea otras preguntas, también es bueno saber agradecerla.
Así lo identifico, como pensadora crítica con algunas décadas de experiencia en la lucha social:
Cuando lo que dices genera un ataque personal. La ideología patriarcal nos ha enseñado a cerrar filas ante la crítica, y linchar a la persona. Desviar la atención para que no se escuche lo que dice, armándose de sentimiento de indignación que justificará (sobre todo porque se unirá mucha gente a sentirse indignada, aun no sabiendo qué lo ha provocado) el que se haga daño a esa persona.
Por desgracia, las reacciones de la ideología patriarcal a la crítica dan mucho miedo por su violencia incuestionable (la legitimidad que tienen “las soluciones de violencia” en la cultura patriarcal es estremecedora), y lo excepcional es encontrar a personas que luchen por controlar ese miedo (que sean críticas, además, desde la consciencia de que necesariamente tienen que ser autocríticas, vigilarse, para no caer en los esquemas de violencia patriarcal al pensar; porque el patriarcado enseña que “si tienes razón, tienes que machacar al contrario” y no sencillamente refutar la mala idea).
Lo excepcional es encontrar personas que luchan por desarrollar la capacidad de aprender y rectificar para crear procesos que escapan a los esquemas imperantes culturalmente, evitando por ejemplo confundir CRÍTICA A UNA IDEA con HACER DAÑO A UNA PERSONA (p.e., falacia contra la persona: fijaos bien en cómo opera esto), protegiendo así que el objetivo de la crítica (identificar un error, sea idea mal construida, injusticia, violencia) y superarlo no quede perdido o distorsionado a la función de violencia de PRESERVAR EL ORDEN CONCEPTUAL DEL MUNDO PATRIARCAL (pensar/sentir/imaginar/soñar, la vida mental humana, las palabras y las relaciones van unidas, por eso de nada sirven los dogmas para la construcción de un mundo noviolento). Digo “función de violencia” porque en la ideología patriarcal de los binomios contendientes, todo es guerra, una de las dos partes debe necesariamente prevalecer a costa de la otra. Es una concepción IRREAL de la vida basada en la metáfora LUZ-OSCURIDAD/BIEN-MAL (útil para otras cosas, e incapaz de explicarlo todo, pues la vida es PROCESO) que se fuerza allí donde no procede usarse porque LIMITA LA DIVERSIDAD DE LA VIDA. Y forzando esta ideología reduccionista y violentísima por tanto, desde ahí, se pretende silenciar a quienes plantean críticas y preguntas (críticas planteadas a menudo siquiera por modo autodefensa sin saber siquiera que con tu vida planteas una crítica: EXISTO Y NO LO VEO ASÍ/ENCAJO AHÍ) usando difamación y el ataque a la persona, metiendo mucho ruido para que no se escuche la idea que cuestiona algo, que posibilitaría la evolución a la superación de algo injusto o violento, validando comportamientos patriarcales donde son quienes menos escrúpulos tienen a la hora de imponer ideas quienes deben necesariamente ser personas apoyadas, protegidas con la vida, obedecidas.
Y es que la ideología patriarcal es radicalmente irracional y violenta. Y a estas alturas parece mentira que tantas personas en la lucha social piensen que por estar en la lucha social esa ideología no nos afecta. Sería mejor trabajar en equipo, aprender a decir lo siento cuando nos salta el resorte patriarcal de querer callar a alguien haciéndole daño, aceptar disculpas porque partimos de que la mierda que combatimos fuera la llevamos dentro, saber rectificar, aceptar que quizá no nos habíamos dado cuenta de algo por mucha experiencia o sabiduría que hayamos atesorado en la vida.
Realmente pensar fuera de la ideología patriarcal no es un absoluto, como nada en la vida, sino un proceso de desarrollo de inteligencia feminista, noviolenta, constructiva…
En los debates internos, hay que ser críticas no déspotas o bélicas: tratar con amabilidad a la persona que participa en el debate no equivale a no ser crítica, porque la crítica no está en desacreditar a la persona, sino en desmontar la idea mal concebida o violenta. Y sin hacer esta diferencia fundamental, se cae en la violencia. Es decir, por natural que sea la noviolencia, por deseable que sea en el mundo animal, también el humano, dada la tara ideológica de siglos de estas culturas humanas tan violentas, lo “natural” es que queremos destruir. Tenemos que aprender a abandonar ese barco, y esto implica control del miedo o valentía, desarrollo de criterio, de capacidad de diálogo, que viene con aprender a confiar que con quien hablas pretende hablar (y si no es así, que eso no te desvíe a ti de tu objetivo, seguir tú con el objetivo del diálogo sin entrar a saco a la distorsión del personalísimo destructor que nos enseñamos), fomentarte y fomentar la honestidad y la autocrítica, para no ponerte por encima de nadie, y al tiempo saber valorar las buenas cosas que ofreces o aportas.
Bueno, es un borrador de nuevo, un fragmento, del ensayo que siempre estoy queriendo escribir, sobre violencia y noviolencia desde la inteligencia feminista! 🙂
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CLAUDIA MV me añade que faltaría el tema de las preguntas capciosas: aquellos/as que en medio de un debate o discusión hacen trampas intelectuales para desacreditar lo que dijiste en vez de ir de frente con su postura y ya. A esoas personas no les doy oportunidad de que se sigan burlando y to.ando » examen» desde sus pretendidas alturas
A la memoria de Lula Deus
porque el abuso y la violación se cobran nuestras vidas y no queremos saberlo
LULA MICAELA MICHELLE
Suspendidas en el agua de tres mares distantes
vamos cayendo para acercarnos
los brazos tendidos las manos abiertas
la risa de siglos que ha levantado mundos comunidades
solas y en poderosa compañía marina
Lula Micaela Michelle
Angels Marisa Sofía Helena
Rosa Pilar Odette
En la superficie ocurre violencia humana
en la guerra en la calle en los sitios seguros
las camas de las niñas y las mujeres son fuentes de miedo
sus cuerpos son objetos despreciables despreciados para Él
que impide el placer y el sueño impide la vida porque prohíbe
que ellas puedan pensar sus mundos lejos alejadas de Él
que no tolera que la cabeza de ellas respire libre de ese alquitrán suyo
que se agazapa y desata que encierra y supura o rebasa
condenándolas en el sótano a la no existencia
condenándolas en el circo de personas dóciles al linchamiento
enfermo de megalomanía crueldad invisible
a ellas las mujeres esas personas
Carmen María Pepa Verónica Mayte
Melania Desirée Rocío Loli
Sara Luisa Luz Ana Francis
Mónica Isabel Romina Jana Marta Eloísa
Africa Ximena Cristina
Somos algas plancton peces rocas crustáceas libres
caemos sostenidas por el agua conectadas salinas
solas y en mutua compañía amable buena inteligente
Valeria Karina Ale Griselda
Beatriz June Celeste
Pasarán estos tiempos terribles de odio…
Nos querrán algún día…
Selva Cirenia Lily
Alegría Libertad
Caminando, siempre, alzando sosteniendo levantando
con nuestras asesinadas con nuestras vidas
con nuestras voces materia supervivientes un universo
8M España. Parece que este año va a ser difícil no hacer la HUELGA FEMINISTA porque el movimiento feminista está a toda marcha con el proyecto, se están organizando cosas por todos lados, #HaciaLaHuelgaFeminista y dos sindicatos, anarquistas (por qué será que no me sorprende) han convocado sin ambigüedades (poniendo: 24 horas, ojo con eso que otros llaman «huelga» a convocar a paros, hay que leer el texto que publiquen, logos y banners no bastan; gracias, porque este año NO HABRÁ EXPEDIENTES) a la HUELGA EL 8M.
Así que aunque PARAREMOS EL MUNDO en protesta CONTRA EL PATRIARCADO Y SUS VIOLENCIAS en ideas, hechos, palabras, HACIA LAS MUJERES, CELEBRAREMOS también que las mujeres allí donde puedan se unan a la lucha y su SORORIDAD con las que no puedan, porque ya nos vale de siglos de este sistema brutal!
PETRA KELLY Y TRADUCCIONES. Hoy estaba mirando lo que he traducido y quiero traducir de Kelly, y buscando en la web de mi internacional (War Resisters International) lo de la conferencia de Defensa Social donde nos conocimos, que yo ayudé a organizar como voluntaria (1 voluntaria, la única que no cobró ni fue mencionada, varios meses preparando la conferencia, 12 horas diarias, 5 días a la semana, porque hacía más cosas, en Londres, pero con lugar para dormir y una comida al día y 20 libras a la semana para transporte que usaba en tabaco porque iba andando) porque venía de 6 meses en Centroamérica (Brigadas Internacionales de Paz Guatemala y luego en Costa Rica/Nicaragua) estudiando la guerra de baja intensidad y traduciendo historia de la lucha noviolenta, con bastante formación en el tema de la defensa social, pues presentamos un proyecto en Nicaragua al gobierno sandinista y grupos del movimiento popular, para apoyar la difusión y como la estructuración de la lucha noviolenta a nivel regional, nacional, lo que se pudiera (Omar Cabezas consideraba algo que a nosotrxs como pacifistas no nos parecía buena idea: combinar la defensa armada con la noviolenta desde las instituciones), y estaba mirando entonces los datos, pues no me acordaba del año, y viendo la publicación que sacamos después, y recordando a las personas que invitamos, algunas de las cuales personas con las que yo había trabajado y de las que había aprendido mucho (pero todo gratis, porque yo para el mov. soc. nunca he cobrado, ni como traductora ni como escolta noviolenta, tallerista, lo que fuera), y de pronto caí que mi nombre no aparecía en ningún lugar y desde luego yo no lo habría pedido. Y pienso ahora que eso está mal. Sobre todo porque al buscar qué había de Petra Kelly en español, he encontrado un vídeo de un grupo de lectura y ecologista de España donde cuentan que tradujeron un libro personas ni traductoras ni feministas, insistiendo en que GRATIS, por amar a la autora, (aunque es un libro sobre la vida de ella, no sus artículos), y se lo publicaron, cuando traductoras del mov. soc. como yo, anónimas, que trabajamos gratis, que obviamente lo hacemos por amor, por esa revoLución, y cuyas tradus son sin duda de calidad o de más calidad sin duda que las que salen, no aparecemos nunca en ningún lado y no nos llaman nunca para libros, sólo para el pan diario gratis, el de No eres nadie. Y desde luego no nos publica ninguna editorial. Es más, si les escribes para sugerirles un libro importante, toman nota y te olvidan, o te ignoran directamente.
Yo toy bien en la masa anónima, claro, da toda la libertad, y además creamos Mujer Palabra para dejar rastro, las personas que de otro modo seríamos absolutamente anónimas, pero a mis casi 55 pienso que no está bien. NO ESTÁ BIEN que den cosas feministas a cualquiera antes que a las feministas, no está bien que no conste en ningún lugar que hubo gente currando mucho y por amor al cambio social. Porque así es muy fácil que los partidos políticos y sindicatos y la gente de los lugares con reconocimiento en la Cultura (sancionada) arrugue la nariz cuando opinamos esta getne, como diciéndose, Ésta de dónde sale?, y crean que Cultura y Lucha sólo viene de su mano, esa profunda falta de visión de lo que es, de en qué se asienta (al menos TAMBIÉN) el cambio social.
Así que voy a centrarme en algo en el poco tiempo que tengo los findes, sacar varios artículos de Kelly, traducidos con conocimiento y destreza, mis Traducciones Ilegales, pero voy a poner mi nombre, y la foto de Petra Kelly en aquella conferencia, con su jersey de lana celeste de nubes.
(Pensando) ECOFEMINISMO, PATRIARCADO Y FEMINISMO DE LA DIFERENCIA
Si “ecofeminismo” significa como otros nombres compuestos con “eco”, tendrá que ver con una preocupación por la ecología y también del feminismo, por el cuidado o respeto a la vida en un planeta donde prevalecen violentas culturas patriarcales y su modo de comprender la realidad, y con el respeto por los grupos oprimidos en las culturas patriarcales, y por tanto la construcción del rescate de lo humano. Tendrá que ver, en otras palabras, por un modo de concebir, abordar, pensar, resolver la realidad humana desde un escenario de cómo mejorar conceptos, valores, actitudes, palabras, acciones, todo ese Ser persona que construye identidades, sociedades (relaciones humanas) y tiene un impacto en el lugar que habitamos, el planeta, que considera fundamental propuestas de protección a la vida en el planeta (ecologistas) y a las personas (fin a la discriminación de las mujeres en el patriarcado, lo que contribuye a la destrucción y superación de la imposición identitaria del sistema sexo-género patriarcal). Y tendremos que saber que para pensar fuera del condicionamiento cultural (patriarcal, en nuestro caso), tendremos que revisar incluso lo que defendemos, pues puede verse distorsionado por la ideología patriarcal. Por ejemplo, defender una visión de Ser mujer o Ser hombre no debería necesariamente llevar a que se desvaloricen, estigmaticen o nieguen otras formas de ser, a que otras formas de ser persona, mujer, hombre sean consideradas inferiores o desviadas; ser minoría, no poder entrar en el saco de la generalización no debería tener un precio al nivel identidad.
Es increíblemente complejo llegar a lo más sencillo cuando se piensa y se escribe, cuando se construye conocimiento, porque partimos de lo que somos como seres culturalmente patriarcales desde hace siglos. La cultura patriarcal, con todo su sistemas y subsistemas de violencia no ha podido con la naturaleza humana, pero nos ha hecho mucho daño. Una de las taras ideológicas que yo me identifiqué hace años (y no digo que no se pueda concebir así, pero sí que no se puede usar la idea para crear sistemas de violencia) de la ideología patriarcal es lo que me he llamado “pensar en los binomios contendientes donde una parte debe necesariamente imponerse a la otra”, en corto, “pensar en binomios patriarcales”.
La ideología patriarcal de los binomios contendientes (y no sé si el feminismo de la diferencia haría algo así, es posible que no, o que en parte, pero sí sé qué y cómo hace el patriarcado porque es cultura humana desde el neolítico, al parecer) es la que reduce la realidad a dos bloques para imponer un sistema de clasificación y un sistema de valoración que ignora, omite, invisibiliza la realidad, diversa. Pongamos la noche y el día: está muy bien tener símbolos, pero usarlos para que no veamos que luz y su ausencia son procesos es tararnos ideológicamente, impedirnos concebir la vida de modos más fieles a la realidad. No tener en cuenta la realidad, es, en el patriarcado, condenar a la no existencia o al estigma a toda una expansión de realidad. La realidad de la luz y la oscuridad, así como la realidad identitaria humana, es mucho más variada en el propio vivir (notamos el proceso de la luz a la oscuridad y viceversa, hay como mínimo estados de transición que implican cambios sustanciales) y puede ser conceptualizada desde distintos puntos de vista o aproximaciones. Por ejemplo, cuando decimos que las mujeres son madres y los hombres son guerreros, por naturaleza, estamos recogiendo el mandato ideológico patriarcal de ver lo que hay que ver, y a causa de este mandato, estamos, sí, recogiendo también una realidad que pudiera ser mayoritaria.
Qué necesidad hay de explicar las cosas así cuando la realidad es que existen mujeres que no quieren ni desean o que habría querido y deseado otra cosa si no se las hubiera inducido o impuesto ésta, mujeres que no paren, no pueden parir, no desean parir, hombres que sí lo desean, que sí desean ser padres y a quienes la guerra les horroriza, mujeres que prefieren ir a la guerra a dedicar su vida a la maternidad, etc. Y un montón de cosas más, porque maternidad y guerra son sólo unas de las cosas de nuestras vida, que pueden realizarse de muchas otras maneras. Sí comprendo que haya que hacer la crítica y definir la naturaleza como se ve, pero no comprendo que haya que hacerlo desde la noción de guerra que imponen los binomios contendientes, porque veo que éste nos condena al bucle conceptual de guerra en todo lo concebido (y ciertamente, el concepto “complementariedad” patriarcal es un engaño, un eufemismo de “guerra”).
Incluso cuando desde la inteligencia feminista imaginamos, por ejemplo, el origen del patriarcado, en nuestras generalizaciones, por su naturaleza ideológica de cultura patriarcal, tendemos a destruir cualquier conocimiento de la realidad al simplificar patriarcalmente, ajustándolo todo a los conceptos del sistema sexo-género (patriarcal o incluso el que también reduciendo la identidad humana a dos modelos “naturales” no ubica a la mujer en el subyugado). «Las mujeres se dedicaban a esto…, los hombres a lo otro». (Yo siempre me pregunto: «Y no hubo mujeres que se dedicaran a lo otro, aunque no fueran mayoría, e incluso a un otro 2, y hombres que…?» y la respuesta lógica es sí, se ve hoy como se vería antes). Así, el sistema sexo-género patriarcal y el llamado “esencialismo” feminista (si he entendido correctamente esto último) compartirían una reducción del mundo humano a dos identidades posibles que están necesariamente asociadas a rasgos y funciones (por esto me da tanto desánimo, por ejemplo, escuchar a Helen Fisher, por ejemplo), y ahí es dónde yo creo que se produce una deshumanización: naturaleza y cultura, hombre y mujer, luz y oscuridad, bueno y malo, son binomios contendientes en el sentido de que ciertas ideologías o modos de pensar los conciben así y conciben un bloque superior al otro.
Para mí la pregunta es: ¿por qué es tan importante reducir la realidad a binomios contendientes? Generalizar incluso en binomios puede ser útil y bueno o práctico en determinados momentos, pero no puede usarse para explicar el mundo y para lo que se usa al defender posturas que excluyen de la realidad humana da igual si mucho o poco, porque excluyen, estigmatizan, “anormalizan lo también humano”.
¿Por qué es tan fundamental saber si eres “hombre o mujer” (según los define el patriarcado al asignarles rasgos y funciones) en la construcción de la identidad? ¿No sería más lógico fijarnos en las cualidades de cada cual para apoyar a la persona en lo que necesitara para crecer? ¿No sería más fácil dejarnos estar? Si yo soy “hombre o mujer” más libremente, no veo cómo puede ser relevante este tema para todo lo que es relevante en nuestra sociedad: con quién te juntas, cómo vistes y hablas, a qué te dedicas, qué puedes o no puedes soñar, desear, querer hacer, porque la realidad es que puedo ser “hombre o mujer” de muchas maneras diversas, por ejemplo, puedo ser hombre pintándome las uñas, sin pintármelas, pintándomelas a veces; y puedo ser mujer de esa misma forma, y si pintarse las uñas tiene relación con un rasgo o función eso también podrá ser variable, según sociedad o persona. ¿No sería mejor una sociedad donde pudiéramos ocuparnos de la construcción del conocimiento, del cuidado mutuo, de los recursos y sus gestión, como personas, ignorando nuestro sexo y sexualidad, evitando construir papeles de género, dada la nefasta experiencia de siglos sobre a lo que esto lleva respecto al hecho asombroso de la diversidad de la vida, incluida la humana? ¿No se podría sencillamente usar nombres para nombrar, y no para clasificar, con vistas a crear pirámides conceptuales?
Sobre la llamada “ética del cuidado”, sobre el concepto del cuidado mutuo, el impacto de la tara ideológica patriarcal parece haber sido inmenso pero todo es un proceso y pensar fuera de la ideología patriarcal que culturalmente nos constituye es todo un esfuerzo, ahora bien un esfuerzo que libera y da alas para la construcción o reconstrucción o evolución de las identidades humanas. Ojala se esté avanzando en este sentido más humano y evitándose ese pensar desde binomios contendientes.
Leyendo Ecofeminismo para otro mundo posible, de Alicia H. Puleo (Cátedra, 2011)
CELEBRANDO MI DÍA DE LAS PERSONAS MUERTAS. Reposteo una prosa poética, «La catedral», que escribí en los años 90, como si vomitara un dolor insufrible, para defenderme de él y salir del túnel, por la muerte de mi madre, con una mala muerte y una vida excepcionalmente valiente, emocionante, generosa y buena.
Posdataaarrgghh: Bueno, lo de «bebo alcohol con fiereza» (como otras cosas) no es real, sino metafórico!
CELEBRANDO 2. Y para quien prefiera leer poesía, mi primer poemario está dedicado a ella también. Podéis descargarlo aquí: «Tu muerte en mis sueños, y los animales». Son poemas escritos entre 1986 o 89 y 1992 creo. la vorágine de emociones en la vida de una mujer joven enfrentando amor, desamor, dolor y autodestrucción. Es un poemario lleno de gente <3
CELEBRANDO 3. Y para quienes prefieran relato, aquí uno dedicado a su vida y su muerte, «El misterio de Chihuahua» incluido en mi libro de relatos feministas «La saltadora», que se pueden descargar en mi web en pdf o en ebook.
VIOLENCIA PATRIARCAL Y POLÍTICA 2 (Europa). E insisto: ¿qué problema hay con que «la Europa de los pueblos» tenga muchos pueblos? Que quien ahora detenta un poder exagerado o violento porque no le correspondería eso según la teoría del juego, la de ideales, no la de mercado, no podría presionar a tanta variedad igual que si hay menos variedad para que «voten» lo que quiere imponer.
VIOLENCIA PATRIARCAL y POLÍTICA 1 (Catalunya). La verdad es que ponen la CUP (independentistas = que quieren la indepencia, que yo sepa, esto no es violencia, es una opción, de Catalunya; y para opciones las democracias, se supone) como si fuera ETA (grupo armado que al pasar la dictadura pasó a ser un grupo terrorista)! ¡Y la base viene del pacifismo político (la noviolencia, quienes pensamos que el uso de la violencia no resuelve los problemas, sino que los empeora) y el feminismo! Y el anarquismo noviolento, cómo olvidarlo (ah, porque decir «anarquista» es decir Violencia, como decir «feminismo», esta locura irracional y ciega). De hecho, la imagen que más miedo da es la de una mujer feminista del CUP, le da a la gente como terror. Como feminista, nada nuevo bajo el sol, sin duda. Pero es algo abrumador, pero el poder siempre hace así, bombardear de mentiras las opciones más constructivas y menos violentas que se van creando. Es muy de la noche de los muertos (y no el día de las personas muertas). Por las personas muertas, tantas anónimas que lucharon por un mundo mejor, este mensaje sobre las personas vivas, las que difaman y demonizan y las que trabajan considerando que los fines son los medios, muy del mundo del pacifismo político.
En fin, así llevamos siglos, con un avance lentísimo hacia lo que nos haría mejores sociedades, más racionales y empáticas. Y ahora seguro que esta opinión razonada «me merece ser quemada en la plaza pública». Suspiros. Para exageraciones, las del poder establecido y su masa seguidora, porque la gente tiene una forma de ser práctica que es muy destructiva: en lugar de ser práctica para construir, es práctica para confirmar el orden de la destrucción, como en el trabajo, vaya. Mejor apoyar al jefe, y que te dé alguna ventaja o prebenda, que apoyar que el trabajo funcione según cuestiones democráticas (derechos y obligaciones).
BLOQUEOS POR NO DAR DNI. Algunas personas han sido bloqueadas últimamente como «perfil sospechoso» por no dar foto por adelante y atrás y DNI! Así que si desaparecemos, será esta barbaridad. Flipando.
A DISTRAER, al Vaticano, sinvergüenza mayoría del parlamento español. Yo sigo centrada, soy de esa saga de personas, las de la racionalidad empática, las incapaces de abusar y la de las muy capaces de construir y crear.
PESADILLA DE MAYORÍA EN EL PARLAMENTO ESPAÑOL. En Catalunya, podían haber votado como en Escocia, con un parlamento español tan dispuesto a modificar la Constitución del 78 (hecha como algo temporal, porque era peligroso ser demócrata, con ingredientes como el 155, inconcebibles en una Constitución, y los Sin embargo y Peros de no Constitución, y los montones de páginas de no Constitución) como cuando el rey necesitó hacerlo para que tuviéramos 2 reyes o nos adaptáramos a las demandas económicas de la UE.
Al parlamento español, algo tan legítimo como un referendo, en una democracia, no les pareció motivo bueno para modificar la Constitución y lo que quisieran los poderes económicos y la monarquía sí. Caramba.
Qué crimen, el del parlamento español. Qué falta de visión democrática.
Y ahora, como la RAE, azuzar al «pueblo» que desprecian y usan, para linchar a una comunidad que quería votar.
Esto lo vemos en la vida cotidiana, cuando la gente siente tensión cuando alguien señala una injusticia, una tensión insoportable, y no siente tensión cuando sufre y ve abusos, porque es el orden del mundo así. Porque estamos en educación cultural patriarcal: el más fuerte es el más violento, es el héroe, el líder legítimo.
Así de pobre es la violencia, sólo tiene ese recurso, la violencia, con su gama de pesadilla gracias a un desarrollo de siglos de violencias.
Y la racionalidad empática, el no usar ideas para hacer todo menos llevar a realidad esa idea, el no ver el mundo en binomios contendientes donde un bando debe prevalecer, sino como grupos humanos evolucionando para aprender a resolver sus problemas sin usar violencia, generar destrucción y perpetuar la injusticia, todo lo bueno de lo que somos capaces, al menos al imaginarlo y llevar a vidas particulares, eso no, eso es utopía, improcedente, crimen.
EL PAÍS: Escribo a El País diciendo que quiero darme de baja de SModa porque no entiendo por qué ponen el análisis de las mujeres en Moda, y además de no darme de baja (llevo 3 veces), no me contestan a la crítica. Ugh!
LULA: aquí estamos, con lo de Catalunya, a ver si dado el poco respeto españolista, se cambia la situación a respeto, o consiguen la independencia, que sería un caso increíble: conseguir la independencia sin guerra! Yo creo que estaríamos juntas en nuestro apoyo a que les hubieran dejado votar, y juntas en la emoción de la belleza de ver a la gente en la calle luchando con noviolencia.
EMIGRAR. Creo que si emigro a Catalunya en el trabajo me irá sin duda mejor, no respecto a la gente que viene a aprender a clase, pero sí respecto a un gran porcentaje de profesionales y cómo percibe la sociedad en general el valor de la innovación, la creatividad, el pensamiento crítico, y trabajar con alegría (soy profe en la pública, agotadas siempre pero con orgullo docente por lo bonito que es el trabajo!)
POLÍTICA 7. Democracia mientras obedezca todo el mundo. Si no, lo de siempre: VIOLENCIA a todos los niveles. VERGÜENZA. La gente debería estar saliendo masivamente en toda España a las calles no para lo que hacen masivamente, manifestarse para despreciar y odiar, «a por ellos», sino para ayudar a que se encuentren soluciones racionales noviolentas, incluso aunque ésta sea tener que aceptar nuevas naciones. Al fin y al cabo ¿qué es la nación «española»? La comunidad autónoma de Madrid, diría yo, que en realidad es parte de Castilla. El resto son identidades colectivas diferentes: existen si no porque se conozcan y reconozcan porque en Madrid cuentan muchos chistes de ellas y repiten hasta aburrir y desesperar «chistes» sobre ellas: aragonesas, extremeños, andaluzas, gallegos… ¿Qué es España? ¿Desde cuándo existe como tal? ¿Y tolera «España», ésa del rey, tolera las otras nacionalidades, porque lo cierto es que siempre hablan desde el «androcentrismo» castellano. Me estoy poniendo metafórica así que lo dejo. Furiosa por tener que ver tanta barbaridad allí donde podría haber algo más evolucionado hacia lo civilizatorio.
POLÍTICA 6. Mapamundi. Sabemos, como feministas, cómo cualquier diferencia nos empuja a la guerra, por siglos de adoctrinamiento patriarcal, es algo cultural de siglos: donde siempre se apuesta por «soluciones» de violencia, violencia a todos los niveles. Eso no significa que no tengamos una historia de lucha noviolenta (no consta en la Historia patriarcal, pero existe), de otro tipo de mundo humano, lo tenemos, lo vemos todos los días, y lo intentamos machacar todos los días, no viéndolo y/o destruyéndolo.
Incluso quien protagoniza la lucha noviolenta, como se ve en el feminismo, puede ejercer esas violencias patriarcales (p.e. cuando se ejerce lo contrario a la sororidad, se trata a mujeres feministas con visiones diferentes como enemigas en lugar de como ayuda comunitaria a pensar y evolucionar, como riqueza, en el universo de la posibilidad), por cultura, por eso yo lo llamo «la tara de la violencia patriarcal», no termina de ver con claridad el valor de lo que está haciendo, del enfoque y los medios. Tenemos que SABER todas estas cosas para poder EVITAR lo que no queremos. Sin crítica no hay aprendizaje ni evolución. Los partidos políticos prevalentes están continuamente obstaculizando esto. Que evolucionen o lo dejen, por favor. Porque está quedando muy claro que todo lo que ocurre de noviolento y maravilloso entre las personas, está ahí, y no tiene que ver con lo que hacen quienes nos representan en las llamadas democracias.
POLÍTICA 5. Así que Orwell sigue vigente: todo al revés, la guerra es la paz. La honestidad, la noviolencia, el diálogo, el trabajo hecho con dignifidad laboral, la creatividad, la tolerancia, la generosidad, la solidaridad y la sororidad, la protección a los grupos diversos de personas, todo esto es la guerra, se da en los cuerpos de personas «conflictivas», «antisociales», y la mentira, el abuso, la manipulación, el desprecio y el odio, la imposición, el juicio sumarísimo, el linchamiento, todas estas cosas que ya deberían ser cosas del pasado, son la paz.
POLÍTICA 4. Que la «Europa de los pueblos» se empeñe en que no haya muchos más pueblos indica que sus procederes democráticos quizá no lo sean tanto. Si no, ¿qué problema habría con una Europa de los 4000 pueblos en lugar de los 2000? <3 (las cifras me las he inventado)
Un comentario: Como decía en otro post sobre el tema… a lo mejor es que esa Europa que hay ahora no va de democracia de los pueblos: más bien parece un club de amiguetes que se reparten las prebendas y se compinchan para eliminar todas las conquistas sociales. En las elecciones al parlamento europeo apenas participa el 40% de votantes y a los líderes de la UE ¿quién les ha elegido? ¿los mercados? http://www.eldiario.es/…/escandalo-tributario-Juncker_6…
«Las revelaciones sobre la actuación de Juncker como primer ministro de Luxemburgo son preocupantes, dejan…
eldiario.es
POLÍTICA 3. No se puede llamar dictadura a que poblaciones se lancen a la calle para pedir el derecho a votar algo que les concierne, incluso que voten, como puedan. Lo que todo esto muestra es que la masa y las élites no tienen interés en identificar qué es legal y debería cambiarse por antiderechos humanos o antidemocráctico (como leyes franquistas que tenemos aún, o leyes que legalizan ideologías antiderechos humanos, como la de la extrema derecha), y que ponen eso al mismo nivel que lo que es legal y protege a las personas.
POLÍTICA 2. Por el estudio de la historia de las dictaduras sabemos cómo el autoritarismo usa los eventos de masas, pongamos, el fútbol, para «hermanar» con vistas a incendiar y alimentar la guerra. Verlo en una democracia social asombra y da miedo. Pan y circo, sigue funcionando: mientras van «a por ellos» introducen actuaciones legales pero antidemocráticas, y antiderechos humanos, como hacen las dictaduras.
POLÍTICA 1. Sabemos por la historia cuánto desprecian quienes detentan el poder a las masas enardecidas que los sostienen (por miedo y por falta de coraje) y a las élites interesadas en participar en el reparto del pastel. Sorprende, que en una democracia social, sigamos viendo lo mismo, como si nada se hubiera avanzado en la comprensión de ideas mejores para la justicia y la convivencia.
PREMIOS PLANETA. Pues aunque entiendo lo que explica la gente de la importancia de los premios (aunque a mí no me gustan y no me presento) tengo que decir que el premio planeta me da náuseas. Debe de ser porque de joven trabajé en una embajada y vi lo que vi y esto me lo recuerda. Un tipo de mundo muy poco mi mundo.
QUÉ ABSURDOS hechos: el presidente español preguntando como nene enrabietado, dale que te pego, «Hasta que no me digan lo que mando, no paro». CHICO, LEE, QUE ESTÁ ESCRITO. Quien cree que sólo merece respeto su ideología es que no puede entender cómo le falta al respeto a quienes tienen otra. Siempre insultando, cargados de razón
MADRID y las otras lenguas de España. Pues si hablamos de transmitir rechazo y odio, yo, la verdad, algo que he llevado siempre muy mal en Madrid, como estudiosa de lingüística y profe de inglés, ha sido el rechazo visceral tradicional de tanta y tanta gente de Madrid y lugares monolingües de España a algo tan natural como sería respetar las otras lenguas y culturas, y aprender algo la lengua de dónde pasas las vacaciones, a las otras lenguas de España, a que pudieran aprenderlas en la escuela pública como optativas, que sería algo lógico, o en las Escuelas Oficiales de Idiomas de España, que en Madrid, sólo hay una escuela que la enseñe, habiendo como hay tantas y tantas EEOOII. Nunca he oído a profes decir que era una riqueza.
AMISTAD Y LIBERTAD. Si alguien piensa que expresar una opinión razonada, que no usa la falacia contra la persona, es lo mismo que IMPONERSE, por favor, usemos la libertad que da la amistad para dejar de ser amigxs. Yo ELIJO no tener relación personal con personas que confunden el autoritarismo con la comunicación y las ganas de saber. No hay que insultarse ni matarse. Aquí hay una aplicación muy buena de «mirar para otro lado», una positiva, constructiva, y no destructiva (seguir cada cual su camino), destructiva como no saber ver cuándo unas palabras son para explicarse cosas y conocer, y construir conocimiento en diálogo, y cuándo unas palabras son para dominar y manipular.
DEBATE Y FALACIAS. Sería importante que en Filosofía, esa asignatura que se intentan cargar dos partidos políticos, creo, pudieran darse las falacias y las normas del diálogo racional y empático a ser posible.
Buscando rápido, que en Znet un filósofo activista tenía un manual pero ahora no lo encuentro,
algo sobre lo que dijo Sagan (y yo añado que podemos nombrar la ad hominen, «falacia contra la persona» pues ahora las mujeres participamos en los análisis y debates) https://hipertextual.com/2015/03/carl-sagan-camelos
Bueno, empiezo un cuento, para contar un montón de cosas, aunque quizá las mismas, pero de otra forma, intentándolo de otras formas, y con esa magia del azar creativo, que mezcla explorando y descubre, y para ejercer una venganza noviolenta, que esto también existe, aunque en lugar de feo es un lugar bueno.
[E]staba harta de los hombres que medían su capacidad sexual por el grado de subordinación intelectual de la mujer.
Angela Davis, Autobiografía (ed. Capitán Swing), parte 4, “Llamas”, p. 210
Aquí está identificada una cuestión fundamental en el patriarcado: se enseña a los varones que el sexo tiene que ver con un órgano excitado y que para que esto ocurra tiene que haber una mujer sometida, dominada, aterrorizada, porque qué mayor terror que determinen que eres inferior intelectualmente, qué mayor violencia puede haber que la que te impone ser esclava o dependiente. Estamos aquí ante la violación base: si somos inferiores intelectualmente, no tenemos posibilidad alguna de nada, porque quien así lo cree justifica así que MANDA. Si el análisis feminista no hubiera llegado a ser difundido como desde que somos movimiento social y político (siglo 20, al parecer), este hecho brutal ideológico patriarcal seguiría invisibilizado, a pesar de su realidad masiva.
Intentando exponer algún proceso de invisibilización.
Habría que ser más conscientes de cómo la cultura decide o influye en la construcción de la identidad individual (para grados, según fortaleza de la personalidad, supongo).
La inteligencia feminista (como la capacidad creativa, tan audaz / indómito / libre por naturaleza) te permite ver cosas evidentes que la cultura te ha enseñado a no ver. La cultura, eso que genera la tendencia mayoritaria en la sociedad, condicionada por las decisiones, para el caso de la sociedad patriarcal, de los patriarcas, de los capaces de ejercer una gama asombrosa de violencias para imponer su orden, es como el aire que respiramos: no lo notamos, pero está ahí con un papel fundamental para nuestras vidas.
La cultura patriarcal, tan primitiva aunque sea milenaria, necesita validar sus mandatos ideológicos frente a una realidad que no tolera: la de la impresionante diversidad de la vida humana, porque enseguida queda expuesta como incoherente, injusta y violenta (desde la lógica o la racionalidad empática es fácil verlo, por eso las niñas pequeñas y los niños dicen cosas tan evidentes como que el rey está desnudo), lo que explica su inagotable violencia, la de ese sistema de gestionar la vida tan negativo para la vida y que por desgracia, con tantos siglos de desarrollo, nos sale fácil, validarlo, ejecutarlo, justamente porque creemos en la cultura y no queremos mirar y ver la realidad. (¡¿Biológica la identidad «Hombre-mujer» que define el patriarcado?! Que él piense y ella sienta, que esté bien que él use la violencia física y que está mal que lo haga ella, tan viciosa y mala por naturaleza? ¿No será más bien que la mente humana, al margen de los genitales, puede generar ideas, palabras, sentimientos, acciones y así seas hombre o mujer puedes ser capaz de razonar o cuidar, y en muchos grados diferentes las diferentes personas? ¿No será más bien que ser fuerte no es sólo poder ejercer violencia física de imposición sobre alguien, sino muchas más cosas y mucho más positivas o inteligentes?)
Así, me pregunto qué hace que no nos agotemos culturalmente de ver historias de la guerra desde el punto de vista del Hombre patriarcal (no de la persona hombre/varón, digamos). Se ve que la sociedad lo considere algo relevante para la cultura. En contraste, cuando hablamos de la experiencia de cómo el papel que nos asigna la cultura por razón de sexo o género, algo relevante porque informa sobre la experiencia de constricción de la identidad humana por mandato cultural, la sociedad se centra en descalificar y descartar el valor de esas palabras (salvo que las pronuncie el Hombre, el modelo ideal de ser humano según la cultura patriarcal, ese tipo de identidad que podrían ser las personas hombre/varón y que es líder reconocido por la mayoría).
La respuesta es evidente (de cosas que se pueden ver si se mira con la mirada clara): en qué terreno estamos, ¿en el de validar la realidad que promociona la cultura, por ejemplo, para el caso primero, la de héroe o contrahéroe según la ideología patriarcal? (aunque en vida a cada cual, «héroe» o «contrahéroe» le irá muy distinto; pero a lo largo del tiempo, ambos tenderán a recibir respeto y ser valorados pues en conjunto validan la ideología de reducir la realidad a un binomio donde una de las partes debe prevalecer, y a veces se renueva pero para perpetuar el mismo sistema, como lo hace el Hijo Rebelde cuando desbanca al Padre, para convertirse él en Patriarca), ¿o en tener que defender la cultura de lo que pueda cuestionarla? (lo que implica arrasar con cualquier realidad que pueda no ajustarse a esa camisa de fuerza identitaria que impone la cultura patriarcal).
(Sí veo la pregunta de si toda cultura iría en contra de la naturaleza humana, y pienso que no, que se pueden construir culturas respetuosas con la vida, con la diversidad de la vida, aunque esto requiere, imagino, mentes mucho más evolucionadas que las que se valoran y respetan y celebran en nuestras sociedades. Sobre la pregunta de si todos los patriarcados serían tan violentos como el que nos ocupa, o bien, si podría darse una sociedad patriarcal que no fuera violenta e injusta a este nivel que conocemos, imagino que sí, pues si de entrada se determina en la superioridad de un tipo de persona sobre el resto en función de sus genitales y sexualidad, sin tener en cuenta, sin aprender a ver, a las personas por sus cualidades, necesariamente se genera violencia e injusticia evitables desde la racionalidad empática.)
¿Qué hace que cuando se denuncia el efecto de los papeles de género patriarcales, críticamente, o sea, denuncia que se haga desde ser persona que no los acepta por la realidad de su identidad, que no queda recogida en esos modelos, se «acuse» a esas personas y desprecie? ¿Cómo es posible que si una mujer denuncia la violencia de género (la violencia del Hombre hacia las personas inferiores que son las no Hombre), a pesar de que todo el mundo puedo ver sus efectos, los hechos de la violencia de género, se quiera inducir e imponer que no se escuche ni nombre eso que se ha dicho (por más evidente/real que sea) y se imponga un odio del grupo prevalente a esa voz? ¿No se está así validando culturalmente que exista esa violencia? ¿Cómo vamos a combatir la violencia del Hombre a las mujeres en el patriarcado si cuando ellas explican y denuncian y luchan contra esa violencia se las «acusa», se sacan a colación otros temas, ubicándolos así en más importantes que el de la propia violencia? No es cierto que todo el mundo esté en contra de la violencia. Yo diría que más bien la mayoría, por efecto de la cultura, está a favor de la perpetuación de la violencia ideológica patriarcal, a pesar de que mayores márgenes para la construcción de la identidad, conseguidos con la lucha artística, social, del pensamiento, nos permiten ver con más claridad que este mundo cultural no es deseable, por su brutalidad, compleja pero nada evolucionada en un sentido de la racionalidad empática.
Leyendo los diarios de Sylvia Plath, sus reflexiones sobre identidad a los 19 años: «Estoy en conflicto conmigo misma, me disgusta ser mujer porque soy consciente de que inevitablemente no puedo ser hombre. Dicho de otro modo, tengo que poner todas mis energías al servicio de mi pareja: mi único acto libre consiste en escoger o rechazar a esa pareja.»
Una idea que, contaba Virginia Woolf, expresó Mary Wollstonecraft. En mi caso, espero, un experimento en la exploración intensa, radical y lo más alegre posible de los dos ideales que me parece vital tener en la vida: libertad y solidaridad. En esta bloga comparto escritos y dibujos según ocurren (desde 2009). En mi webita hay más. Para derechos, ver al pie.
So it is better to speak / remembering / we were never meant to survive – Audre Lorde
Puré naranja
Haciendo puré con témpera naranja con 1. Vindicación Feminista (facsímil de revistas, que conseguí de Elvira Siurana), 2. Recuerdo (historias y dibujos manuscritos de refugiadas de los Balcanes, montado por Zene U Crom de Belgrado, (el libro sepia) que conseguí de Stasha Zajovich y Concha Martín, y 3. Virgina Woolf y sus ensayos sobre escribir (que conseguí cuando vivía entre Londres y Greenham) como libros que sostenían todas nuestras comidas-cenas antes del exilio de Madrid.