Cuando quitaron todos los puestos de trabajo del metro, que ayudaban a cuidar a la gente, aquella persona no armada en una cabina del andén, que podían ayudar en emergencias y si te atacaban, nadie protestó. Cuando recortan puestos de trabajo en el banco, cuyos empleadas y empleados que serán echados tienen que reírse de ti porque vas a ventanilla y no sacas el dinero del cajero, cuando te hacen echarte la gasolina porque ya no hay puestos de trabajo en las gasolineras, cuando fuerzan en todo tipo de establecimientos, para recortar puestos de trabajo, a que hagas tus citas por internet, o las cosas, y usan a la gente en diferentes funciones por un único sueldo, nadie dice nada, no se habla del problema. Sin embargo todo el mundo habla del grave problema de recorte de empleo cuando la gente (además debido a que todo nuestro trabajo no vuelve a la sociedad, sino que va a unas pocas personas) DECIDE COLABORAR Y AYUDARSE. Qué grave amenaza para el patriarcado. Que la gente quede para compartir un coche no es un ejemplo admirable de colaboración para el bien de la gente y el medio ambiente, sino una insolidaridad intolerable. El problema no es nunca la avaricia de la minoría y las políticas psicópatas que protegen sus mercados. El problema es siempre que no consumimos suficiente, que no tenemos buena formación, que no nos apretamos más el cinturón… En fin, vomitiva la ideología patriarcal y sus valores violentos.

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