Escuchas «mujer» y piensas en sexo.
Escuchas «feminismo» y te burlas,
subestimas,
desprecias,
odias, que es decir, tienes miedo.
Desobedece de verdad.
(Revisado en marzo 2015)
Escuchas «mujer» y piensas en sexo.
Escuchas «feminismo» y te burlas,
subestimas,
desprecias,
odias, que es decir, tienes miedo.
Desobedece de verdad.
(Revisado en marzo 2015)
He andado muy oscura, amarga,
como la raíz del tejo, como su mirada verde,
un lobo perdido, hasta encontrarte.
Y ahora no sé dónde colocar las letras de la humareda,
los sólidos signos que anuncian las catástrofes,
ni este pesado cofre de la madre asesinada y muerta,
el amor perdido para siempre,
los espejos del odio gigante.
(Pero me esfuerzo en apartar las leñosas raíces negras,
para quererte como si fuera otra).
Ésta es la historia:
Caes sobre mí como la lluvia de un mundo antiguo y fresco,
y me haces mirarte con un brillo inocente,
de infancia salvaje y buena.
Madrid, 1 y 2 de junio, 1998. A JM
Caramba! Me lo acaban de leer!!
No lo recordaba, ni lo tenía…
Bueno, una alegría, no suena mal, aun hoy, en el 2012! Es una gran «prueba» resistir el tiempo para la autocrítica… Quizá sirva, pues. Iría a Poemas de mucho amor (y tengo que quitar el poema en inglés, que no me gusta nada!)
De qué me sirve leer a Hemingway si yo aprendí el valor de mi madre
y no nacía del egocentrismo y los mitos,
sino del amor a vivir, la imaginación libre y la empatía.
Si yo no tengo que aprender a ser el desahogo de los Héroes,
a tortas en sus caídas, a violaciones en sus frustraciones y alegrías,
porque las mujeres me hablaron en mi adolescencia del placer,
y aunque tardé algunos años (por los acosos e insistencias),
finalmente seguí su consejo: elijo cuándo y con quién.
Si mi lenguaje es claro por distintas razones, como ves,
puentes de lianas para vuelos que arriesgan,
vegetación espesa con olor a bosque o a mar,
raíces entrelazadas, olor a estratos de tierras,
nada que ver con la imposición, la prevalencia,
esa triste y violenta identidad. Si pertenezco
a la saga de lo invisibilizado que es evidente porque
no recibí la suerte de nacer con esa arma que es Tener Cojones,
bolas de plomo para aplastarlo todo y así, ¡así¡, elevar
al Hombre a su gloria… El Hombre –lo último que yo querría ser, psicópata–
ese guerrero violento de paja, abuso y miedo.
No soy de tu mundo, aunque lo conozco bien. Tú, sin embargo,
no sabes nada del mío. Nunca nos has echado de menos,
nunca nuestras mentes… humanas como la tuya,
tuyo y vuestro ese crimen contra la humanidad.
Yo aspiro a otra cosa, a mucho más.
Lee tú a Hemingway, si lo necesitas.
(Modificado el 11 de septiembre, 2012)
Quizá no sea un problema
y lo que lo explique todo
sea que nací en primavera y por eso,
siempre estoy volviendo
a empezar…
Cada edad es nueva
y pasa y se colma y pesa
y luego es vieja y se pone
compleja y ligera,
hasta que se la lleva el aire,
se condensa y cae,
no como Sísifa, como lluvia,
que hace crecer
la tierra, el mar y el fuego.
Un proceso antiguo
y los cuerpos,
siempre otros.
La vida en primavera inicia la espiral.
No obstante, tengo varias preguntas.
(Revisado 1 sept 2015: fue a partir de este «Sírsifa» que decidí conscientemente cambiales el nombre)
El horror me ha saltado encima
y me tiene los ojos tan abiertos
que van a estallar
tengo que sacudírmelo de encima
La cuestión es
que me siento impotente
vencida por verlo todo al mismo tiempo
y sentir que no entiendo nada, que no puedo
nada: tengo que guardar la calma,
respirar hondo, concentrarme,
no perder mi estela, seguir:
hay que proteger
a la gente que ama la vida
Quieras que no, eso me incluye
Para Ximena Morales y activistas guatemaltec@s, en sororidad y solidaridad
La justicia es mi amor
Ríos Montt
el responsable
de los ríos de sangre
no de fuego
de la sangre
que riega la tierra
y mantiene vivos
los volcanes y está
como un rumor
que habita pueblos
valles
montañas
como una nana
desgarrada
de estas ausencias
desgarradas
in
so
por
ta
bles
de estrellas con nombre
de soles y lunas
que fueron
enterradas
en fosas en sótanos
en llegadas violentas
de hombres que disfrutaron
del horror de torturar
mientras jugaban
a la guerra
no sabemos por qué
ni cómo
pero no debemos
olvidar los hechos
jamás
permitir que se repitan
jamás
no debemos
repetir
jamás
el horror
sólo
el amor
que nos arrebataron
en cinco minutos
en cinco años o siglos
que crece
como las frutas dulces
en cualquier camino
de polvo
en nuestra voz
en nuestras manos
en el fondo de nuestras miradas
y en todos y cada uno
de nuestros pasos
22 de mayo, para Ximena
You’re wondering if I’m lonely
Adrienne Rich, “Song”
Escuchar / Leer el poema
Sí, creo que lo comprendo:
sola
como la mujer que extendiendo
sus músculos en aspa
en las entrañas de la cumbre de hierros
sostiene la colosal estructura
para que se pose leve, al tocar la tierra
sin despedir al vacío
a la despavorida progenie humana
sola
como la mujer que se sumerge,
creyendo que todas las personas
poseen la misma capacidad, si quieren,
y al llegar al fondo
de las abisales simas se ve
sola
como la saltadora centenaria
que en su vida toda compartió su saber
para que otras personas volaran
y un día se sienta a descansar
sola
como quien conoce
la vulnerabilidad y con ella
es capaz de mover el planeta
sola
como quien olvidó que se teme y no teme
porque es capaz de alegría porque
es capaz de aprender a amar
sola
Si la tranquilidad se basa
en la suspensión de la observación y el razonamiento,
en el brutal acuerdo tácito
de que no se hacen preguntas ni comentarios,
diré que soy desobediente,
y que conozco mi saga,
aquella que siempre fue lapidada.
Y si el amor es dominación y sumisión
su única paz, diré que mi amor no admite
cementerios porque late de vida
y la vida no es eso, lo sé bien
porque sé y siento.
Así, temblando de vulnerabilidad,
incontenible a la represión,
brotando libre, llega siempre
la primavera.
Y la única muerte que concibo
es sólo muerte, no el final de la tortura.
Aporte para el Festival Itinerante por el aborto seguro, legal y gratuito en América, llena de pueblos, 8 de marzo del 2012, de michelle renyé, pobladora de mujerpalabra.net
Licencia poética
Mi licencia poética es hablar
de lo que el Hombre ha silenciado
mientras estrangulaba a las mujeres:
la mula de carga, la sucia coneja, la mantis, la zorra,
la urraca estéril, incapaz de pensar, estridente
en el sentir, buena sólo para ser usada.
Todos son nombres del Hombre para ellas.
Así es la guerra totalitaria visible e invisible del horror.
Es la licencia poética de quien tiene menos valor
que un vientre gestando la posibilidad
de un futuro hombre;
la licencia poética de un ser
insignificante, frívolo, maldito,
cuya muerte, desangrándose en el suelo,
es siempre merecida, cuya vida es ser acosada,
violada, morada de golpes y de esfuerzo,
sepultada viva, difamada, ninguneada hasta la aberrante
enésima vuelta que es “Di ‘Sí’, ‘Me gusta’,
‘Nos lo merecemos’; confirma el brutal universo
de la razón patriarcal, pon tu huella aquí:
‘Sí, éste es mi lugar’”.
Lo inmoral hecho decente, conveniente, castigo justo.
Son los hechos del Hombre hacia ellas.
Me tomo la licencia poética de existir
negando con mi vida
que haya justicia donde no la hay,
constatando con mi vida
la existencia de otra lengua,
puro amor en la cabeza corazón,
cuyo cuerpo crece en nuestra voz
que vamos a conservar porque es
pura vida: camino de polvo arcilla,
de volcán, de agua sonora, olor a yerba,
vuelo de viento entre los campos y los árboles,
luces, cuevas, lagos, noches,
existencia,
y si tienes valor,
únete a nosotras las personas.
Llego a las ideas con todo el cuerpo,
por eso todo aparece contradictorio, imperfecto.
Sin embargo, me guía el ideal.
Hay días en que agarro el mundo con una mano,
y soy como un árbol que conecta
las simas y el cielo.
Y hay días
en que el mundo me engulle y me posa
en alguna cueva laberinto, para mi protección.
La cuestión es que siempre me pierdo.
La suerte es que sus túneles en sombra
siempre conducen a la tierra roja.
Por eso llego a las ideas con todo el cuerpo.
Estoy hecha de carne, sangre y hueso.
Soy hija de la luz.
Camino por los territorios de las estaciones
los días broncos con sus colores vibrantes,
los atardeceres de humo,
las noches densas de agua,
camino sobre mis pies descalzos que generan luz
al contacto con la tierra roja del mundo,
con esa tierra que no siempre registra los caminos,
aunque sí, temporalmente, las huellas
(que yo en ocasiones ignoro porque hay veces
en que algo que entiendo me impone coherencia).
Soy hija de la vida.
Sé moverme, puedo moverme
(no sólo en sueños,
buscando tu cuerpo tibio y mío;
ese asombro de encontrarte
cuando está ocurriendo
que somos una persona)
físicamente sola
entre las cosas que respiran, las que mutan, las inertes…
por espacios geográficos y por palabras
que no consiguen retenerme y, sin duda,
no tienen la capacidad de contenerme.
Quizá esto lo explique todo.
Mi piel está llena de imperfecciones.
No hace falta comprenderlas todas.
No es necesario.
No es utópico.
No es ni siquiera un mal.
Es sencillo,
como decir “soy hija de la luz”,
que es decir eso nada más,
y no es decir
que no exista la sombra, o la oscuridad,
ni tampoco
hablar poéticamente
del mal.
El mal es la obsesión del Hombre.
Profundamente enfermo,
construye espacios acotados,
para poder jugar dominando,
disimulando su pánico a la vida,
jugar a las casitas, eligiendo
muñecas del catálogo,
para usarlas, incrustarlas
en las paredes, tirarlas
en lechos de espanto y pena.
Jugar así a Ser un Hombre:
el Dios Misógino,
el Marido Abusador,
el Soldado Violador,
el Mercader Psicópata,
aterrorizando a todas y todos,
haciendo daño siempre,
obsesionado
con decorarse con moneditas
oh Señor del Universo Patriarcal,
arrogante en su ignorancia,
aplaudido por todas las personas cobardes,
incapaz de escuchar, incapaz
de meditar, de dejar de temblar,
de dejar ser o dejar hacer,
incapaz de vivir sin aniquilar.
Soy hija del conocimiento.
Desde hace siglos sé quién es el Hombre,
conozco su pozo sin fondo
de violencias que impone,
palabras trampas, besos balas,
monedas medallas incontables,
enfermo de debilidad, miedo y muerte.
Todo lo que toca lo convierte en infierno
porque sólo es capaz
de concebir el infierno
y de imponerlo.
No tiene nada que enseñarme.
No puede impedir lo que sé.
No puede detener mi movimiento.
No sus muros, no sus fronteras,
no sus celdas, no sus fosas
que abre para todo ser vivo…
No ha podido destruir mi inteligencia.
(Y no sé qué tendrás tú que ver
con ese Bobo. Ni yo con su especie.
Ni nuestro amor
con las guerras permanentes
de ese dictador imbécil.)
Viajo como la luz, confiada en mi vuelo,
libre por el espacio,
por el conocimiento (que Él distorsiona),
por la risa (que demoniza),
por el amor (que desconoce)
porque yo
no soy hija del miedo,
sino del movimiento.
I am a daughter of light
I walk the territories of seasons
In wild daylight, when colors beat
In the twilight when sunsets smoke
And deep in the dense waters of night
I walk on my bare feet that flicker
As they touch the red earth of the world
The land that avoids recording certain paths at times
But always, temporarily, records the tracks
(which I ignore on occasion, when
What I understand demands consistency)
I am a daughter of life
I know about movement
I am able to move
(not only in dreams
seeking your warm body mine
— that thrill of finding you
when it occurs we are one)
physically alone
among the things that breathe, mutate
among the motionless
in and past geographical spaces and words
which fail to hold me back and
certainly, cannot possibly hold me in
This might explain it all
My skin is full of imperfections
They need not all be understood
It is not necessary
It is not utopia
It is not even a bad
It is simple, like saying
I am a daughter of light
Which is just saying that
And not
that shadows do not exist, or darkness
Nor is it a poetic way
Of speaking of
Evil
Evil is Man’s obsession
He, exceedingly ill
Builds restricted spaces
To play I rule
Pretending
he feels no panic In front of life
Playing toy houses, picking
Dolls from a catalog
To use them, press them into
Walls, thrust them onto
Beds of dread and grief
Playing Be a Man:
The Misogynist God
The Abusive Husband
The Rapist Soldier
The Psycho Merchant
Terrorizing women
Terrorizing men
Hurting, always
Obsessed
With metal decorations
Oh lord of the Patriarchal Universe
Arrogant ignorant
Cheered by all cowards
Incapable of listening incapable
Of reasoning,
Of controlling his fear
Of letting be or letting do
Incapable of living
Without assassination
I am a daughter of knowledge
Centuries long I know who Man is
I am profoundly familiar
with his boundless well
Of violences which he enforces
His booby words, his killer kisses
His countless medal coins
Sweating a fever of weakness, fear and death
All He touches turns into Hell
For Hell is all He can envision and execute
He has nothing to teach me
He cannot prevent me knowing
He cannot stop my movement
Not his walls, not his trenches
Not his prisons, not his graves
Which he builds for every living being
He has failed:
He cannot destroy my intelligence
(And I wonder what you
have to do with such an idiot, nor I
with his species, nor our love
with the ceaseless wars of
such an imbecile tyrant.)
I move on like light, trusting my flight
Shifting freely in space
In knowledge (which He distorts)
In laughter (which He demonizes)
In love (which He disregards)
Because I am not a daughter of fear
My source is motion
La casa está tan callada que se oyen muy claras las palabras en mi mente.
Son muchas, tienen las palpitaciones
de lo vivido, el halo indómito
de la imaginación, tigre de la noche,
y un orden y una lógica
de camino que hubiéramos abierto,
siglo tras siglo, siglo tras siglo,
bandadas de vuelos rasos.
¿Estoy sola o es cierto que el tiempo es relativo?
Mi casa acoge silenciosa la consistencia centenaria de una nanogalaxia.
(Aunque yo –hay días en que esta certeza me aplasta– sigo sin saber bien cómo regar las plantas.)
Ah, no. Ya lo sé:
no soy ni estoy difusa.
No soy estrella de mar,
ni yegua de sal,
ni manta raya ni pulpo,
ni siquiera pez gorrión.
Soy plancton.
Estoy de esa manera,
existiendo
de esa manera
tan difícil de ver,
tan sustancial.
Peligroso, qué peligroso.
Hay un túnel largo.
Hoy me libro.
¡Un día más!
Hay un árbol hueco y sufriente.
Ella no se libra nunca.
Sufre mucho porque ve.
Da a un sótano.
Y hay un perro verde que, obviamente, no era verde.
Lo torturaron.
Del libro: A Bedlam y de vuelta un poco (1960). Dedicatoria: A Kayo que esperó. Traducción: michelle renyé
I
Usted, Doctor Martin
Usted, Doctor Martin, pasea
del desayuno a la locura. Fin de agosto
acelero por el túnel antiséptico
donde las muertas móviles aún hablan
de conseguir meter los huesos por el aupa
de la cura. Y yo, reina en este hotel de verano
o abeja que ríe sobre el tallo
de la muerte. De pie, en filas rotas,
esperamos a que abran el cerrojo
del portalón y nos cuenten a la entrada de hielo
de la cena. La doctrina es hecha verbo
y avanzamos hacia las salsas con nuestras bobas
sonrisas. Mascamos en hileras, nuestros platos
arañan y chillan como la tiza
del colegio. No hay cuchillos
para cortarse la garganta. Manualidades:
mocasines toda la mañana. Al principio mis manos
siempre vacías, desenredadas para las vidas
que las hacían trabajar. Ahora aprendo a llevarlas
por atrás, cada dedo furioso exigiendo
que remiende lo que otro romperá
mañana. Sí, claro, le quiero;
inclinado sobre este cielo de plástico, dios
de nuestra galería, príncipe de todos los zorros.
Las cocorotas que se rompen son nuevas,
las que llevaba Jack. Tu tercer ojo se mueve
entre nosotras iluminando las diferentes cajitas
donde dormimos o lloramos.
Qué niñas grandes somos
aquí. Crezco hasta la luna
en la mejor celda. Sus asuntos son las personas,
se pasa por la casa de las locas, ojo
del oráculo en nuestro nido. Ya en el hall
el busca te busca. Te retuerces para salir del tirón
de los niños zorrillos que caen
como inundaciones de vida sobre la escarcha.
Y nosotras somos magia hablando-se,
ruidosas y solas. Soy reina de todos mis pecados,
olvidados. ¿Acaso continúo perdida?
Una vez fui bellísima. Ahora soy yo misma,
cuento esta hilera y esa hilera de mocasines
que esperan, en el estante callado.
No es la habilidad de hablar en público
sino las ganas inacotables
de hablar, de hablar con las personas
Como no es un sombrero con plumas
lo que llevo en la cabeza
sino abrigo para la cabeza sin plumas y precioso
Como ocurre que llevar coletas
no indica que se tenga seis años
El miedo es útil.
¿Útil?
Útil es el amor,
la libertad,
ignorante.
El resto es mezquindad y guerra.
Con todo el cuerpo, así de física,
estirándome para llegar a los astros.
Claro que observo los fantasmas, el fantasma, en mi recuerdo, ahora que hay luz en mis sueños y puedo notar el color, hoy, que reía en la velocidad de un tren que pasó por un arco de flores.
No hay música posible que recoja el dolor de los errores en la ausencia.
No hay nada que hacer y sin embargo sigo con el puño bien liado a la cuerda que vuela y guardo en un cuarto oscuro que tiene fibras y medusas en la puerta cerrada que nunca abro.
Sí, es posible.
Por eso no podía escuchar música, me haría niña y te echaría de menos.
Por eso no puede dolerme la mezquindad en el mundo, sólo la pérdida de las cosas buenas.
No Witch
I could’ve been a witch.
I can see with my eyes closed and I know
time and space are relative,
flying, a matter of will.
But power has never appealed to me
in any of its forms.
I’ve chosen ground level, this soil,
where everybody is
terrified of the terrifying living,
lonesomely missing our dead.
All of us the same – just able to keep each other company.
Nada de bruja
Podría haber sido bruja.
Veo con los ojos cerrados y entiendo
que el tiempo y el espacio son relativos,
que volar es cuestión de voluntad.
Pero nunca me ha atraído el poder,
en ninguna de sus manifestaciones.
He elegido el nivel del suelo, esta tierra arable
donde está todo el mundo,
temblando de terror a causa de las personas vivas,
sintiendo desamparo por echar de menos a las muertas.
Todas y todos iguales: teniendo que conformarnos con guardarnos compañía.
La cuestión es ésta:
Las heridas no quieren cerrarse.
Cobres de yodo, resisten. Queman.
Por su parte,
Las cicatrices se resquebrajan
en los sueños. Puertas voraces.
Fiebre ficticia
Dolor palpable
She’s trying not to cry in a toilet
He’s trying not to cry in a cab
She leaves the bar
The cab stops
He steps off
She steps in
That was thirty years ago
She walks into a bookshop
He’s sitting outside on a bench,
reading the paper
She leaves the bookshop
It’s cold and sunny
That was three years ago
She walks into a room
He’s sitting in the room
They both look up
The rest is blurred
The only lines clearly traced in space
are his are hers
Not too late
(But I did miss you)
(Para Angels Per Font)
Lo que tiene el aire
es que los muros pueden acotar sus espacios
pero no atraparlo.
Es lo que tiene el agua también,
con sus dulzuras y sus rugidos.
Y la tierra, rotunda, y fértil,
a veces exhausta, del esfuerzo.
Incluso el fuego, tan bello y fiero,
siempre resistiendo,
siempre en pie de lucha.
Es lo que tiene cualquier ser sobre el planeta
capaz de reconocer y amar la vida,
esté donde esté.
En la vida, hay momentos en que de pronto es como si encontraras una pieza que te posibilita verlo todo con claridad. En este día 1 de enero del 2010 me ha ocurrido!
En realidad, yo no he tenido muchos de esos momentos en la vida. Tres muy físicos: en que vi algo que no era real físicamente pero que era un trozo de sabiduría, de conocimiento del mundo o de mí misma, de pronto. Y algunos (supongo) como éste.
Sobre los físicos ya escribiré un día. Sobre éste, sólo anotar que tiene una implicación directa en lo que será mi libro de poemas. Resultó que yo creí que los poemas podrían agruparse en Memoria de Ilt, conteniendo De la sangre (1992) y Memoria de Ilt (1999). Pero ahora sé que eso no era. ¡Ya lo he entendido todo! Así que ¡manos a la obra! 🙂 ¡¡¡A por Tu muerte en mis sueños, y los animales, mi nuevo-viejo libro de poemas!!!
Mis mejores deseos a todas y todos. Que la vida nos sea buena, interesante, dulce. Que no nos olvidemos de la solidaridad. Que tengamos coraje, inteligencia y fuerza para conseguirlo todo 🙂
Renazco
en cada fin,
yo,
ocupada,
volviendo a empezar
con la sabiduría
(como los estratos de la tierra)
acumulada.
Sobreviviendo
o en feliz rebeldía,
el caso es que sigo caminando,
siendo viva,
palpitando ideas e ideales,
con furia y con risa,
con mucho coraje y mucho amor,
masa buena.
No he sido lo que condenan a ser.
Tampoco lo que deseaba ser.
Pero soy otoño y primavera,
respiro,
y no estoy perdida.
Traducción: michelle renyé
Georgia O’Keefe
magnífica pintora
que ahora
sale con un palo
y mata culebras
(en el desierto)
georgia o’keefe
todo naturaleza viva
cráneo de vaca
cráneo de toro
nada de muerta
pirita pirata
sabe bien lo que se hace
empezó muy
bonita, una preciosidad
georgia o’keefe
hasta saciarse
pintó el desierto
flor cactus
halcón cabeza mula
color de agua coral
arrecife de coral rojo
siempre ha estado ahí
georgia o’keefe
magnífica pintora
y ahora sale
a darle duro al desierto
a remover el cuenco de polvo
a darle duro al desierto
piel culebra cráneo
a darle duro al desierto
todo naturaleza viva
A Conversation
Is Just
A Conversation
Whether Oral Or Written
Can’t You Understand?
Don’t You Ever Have
Conversations?
Ask Linguists
Ask Activists
Ask Artists & Thinkers
Ask People Who Talk To Each Other —
A Love For A Work Of Art
Is Something Beautiful
Not A Crime
So Laws & Opinions
Criminalizing
Culture
Communication
Pure & Simple Love
Are Inmoral Are
If You Ask Me
A Crime Against Humanity
An Alley Blind
Suffocating Life
So Work A Bit More On It
Try To Find Out How To
Make Money Out Of
Culture
Without Having To Shoot At
People Sharing Poems
People Reading Out Loud Stories
People Sharing Songs
Without Having To Shoot At
People Telling Each Other About
All They Love
All The Beauty They Found
In This Ugly World
Kill all the mockingbirds you want,
if you can.
It is amazing how circles …
can be the closing of a journey,
full of mystery and wisdom,
fullfilling and perfect,
a confusing psychedelic move in life,
when one is too crowded and too lost
to connect
or the suffocating grip
of a metal ring around the neck
of somebody who is a person