Category: Pensamientos


Una problemática importante que existe a la hora de compartir análisis crítico sobre los sistemas de dominación es que no podemos encontrar un espacio de lenguaje compartible (yo lo busco sin descanso, a pesar del riesgo a decir algo mal –pero en eso no tengo problemas con rectificar, lo que me importa es conocer–, a pesar de lo que considero malas interpretaciones o interpretaciones que no ayudan al intento) porque todo está minado por la mirada que impone el sistema de dominación que se combate: la guerra de los binomios cuyas partes se enfrentan para Imponerse o ser Esclavizada. El diálogo y el aprendizaje se hace muy difícil y por eso más que hablar acabamos leyendo cuando podemos, o escribiendo si hay suerte (en especial ahora que alguien te puede leer y hablarte aunque no seas nadie en el mundo de la cultura, digamos). Sin embargo, como la saga de gente idealista del planeta, capaz de imaginar y luchar por ver la parte de la realidad que no vemos, no puedo renunciar a la idea de que es posible, siendo diferentes, y habiendo sufrido diferentes grados de dominación y diferentes sistemas de dominación, llegar a un lenguaje (no digo Inmutable y Verdadero, como las biblias, sino Mutable y relativo a las realidades que se dan por tanto) que nos permita comprender con profundidad la violencia para superarla como sistema que organiza las sociedades. [Dice bell hooks: «Reading…on race and racism…by men in this society, I discovered repeated insistence that racism will never end. The bleak future prophesied in these words stands in sharp contrast to the more hopeful vision offered in progressive feminist writing on the issue of race and racism. This writing is fundamentally optimistic even as it is corageously and fiercely critical precisely because it emerges from concrete struggles on the part of diverse groups of women to work together for a common cause, forging a politics of solidarity» Traduzco rápido: «[leyendo mucho de lo escrito sobre racismo, por hombres] descubro su machacona insistencia en que el racismo no terminará jamás. Este brutal futuro profetizado en estos escritos contrasta radicalmente con la visión más lúcida/esperanzada de los análisis feministas progresistas sobre el tema del racismo; análisis fundamentalmente optimistas porque aún siendo feroz y valientemente críticos, surgen de luchas concretas de diversos agrupamientos de mujeres que están generando juntas algo común, forjando la Política de la Solidaridad», lo que también me recuerda al análisis feminista antimilitarista de Stasha Zajovich, de Mujeres de Negro Belgrado, durante la guerra de los Balcanes de los 90, cuando hablaba de que su Política internacional era tener una Casa Abierta, algo, lo multiculural, por ejemplo, que recibía la acusación enfebrecida en el contexto de la guerra abierta de «antipatriótico» y su terrorista consecuencia: merecedor de violación y muerte.]

FURIOSIDAD FEMINISTA. Desde la palabra que me acuñé para nombrar algo que lleva siglos ocurriendo, «furiosidad feminista», busco leer sobre la rabia, la furia, pues sospecho que no es toda como la de Rambo y Maquiavelo, que hay rabia y furia como la que siento y realizo y veo en otras personas, que no se ha manifestado según el mandato patriarcal, y me encuentro con bell hooks, por ejemplo, diciendo cosas fundamentales para el desarrollo de nuestras inteligencias sobre racismo en el mundo, y que podrían servir de inspiración (a mí, al menos más que muchas cosas feministas que leo) para mejorar los análisis de género también (la falacia biologicista patriarcal de que existen El Hombre y las mujeres, con sus rasgos dictados por el patriarca, y listo). La furia que bell hooks llama «militante» y yo «furiosidad» está llena de búsqueda de justicia y sabiduría de que somos capaces de más que de esta mierda de mundo humano que prevalece a través de los conceptos (mirar el mundo) y estructuras impuestos desde el Sistema (patriarcal). Dice: «We need to talk seriously about ending racism if we want to see an end to rage. White supremacy is frightening. It promotes mental illness and various dysfunctional behaviors on the part of whites and non-whites. It is the real and present danger — not black rage», Traduzco rápido: «Tenemos que hablar en serio sobre cómo acabar con el racismo si queremos terminar con la furia. La supremacía/dominación blanca da terror: provoca enfermedad mental y diferentes comportamientos disfuncionales tanto entre personas blancas como entre personas no blancas. Es éste el verdadero peligro, la furia blanca, no la furia negra», porque claro, como en temas de género patriarcal, se percibe como fuente de miedo que «las personas negras» o «las mujeres» estén furiosas, cuando la realidad es que son objeto de violencias innumerables, conceptuales y físicas, por ejemplo, y que de hecho no ejecutan esas violencias hacia quien se las impone! Es tan loca la percepción inconsciente, como la dogmática. La furia de quienes reciben la violencia puede ser la llave de la transformación social, si se guarda en no ser succionada por la mirada de los sistemas de dominación. Es una furia llena de inteligencia, a diferencia de la furia del sistema de violencia, que está llena de miedo.

Conversaciones espontáneas relacionadas: Sobre la representación de la violencia por las artistas, Sobre la violencia en el arte, ¿Porno o Acción Directa Noviolenta feminista? y las no dadas aún sobre lenguaje político maniqueo.

Pego dos mensajes posteados en fb, para no olvidarme:

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AVISO DE IDEAS: GANDHI MURIÓ, NOSOTRXS SEGUIMOS LUCHANDO: Por favor, en la lucha noviolenta ha ocurrido mucho desde Gandhi o Luther King (y antes!), joder!! De hecho, aunque el propio movimiento pacifista y sobre todo el antimilitarista (que todavía hoy sigue siendo eminentemente patriarcal, p.e., no incluye el aprendizaje en misoginia y violación en las guerras como causa para negarse a unirse al ejército «porque de eso ya se ocupan las feministas», como si violar fuera cosa de mujeres) no lo haya procesado, está ocurriendo (y viene de siglos, pero nunca se extendió tanto) la revolución social feminista (la mayoría no lo ve así, ya, pero es por lo polucionada que está la mirada, hay que aprender a mirar con claridad o inocencia, lo que está ahí), que es de hecho NOVIOLENTA, porque DA ASCO (estamos saturadxs de) toda la VIOLENCIA que llevamos siglos soportando en las sociedades patriarcales Y hemos DESARROLLADO una gran INTELIGENCIA CAPAZ DE RESOLVER LOS PROBLEMAS HACIENDO USO DE LA INTELIGENCIA, NO DE LA VIOLENCIA (ah, sí, claro, para los violentos cuestionar su orden es violencia, pero cualquier mente no demente conoce la diferencia). Si vais a seguir citando a Gandhi como modelo de lucha noviolenta supongo que podría plantearos que Gandhi era un patriarca, como el buen patriarca Punset. Valoramos su aporte, claro que sí, pero no era un dios de perfección, y seguimos evolucionando. Además, existe mucha otra gente, ahora particularmente la existencia de las mujeres como pensadoras, creadoras, activistas está poniendo en jaque al padre de todos los sistemas de violencia. Un poquito de atención, y apertura mental, por favor! hay que aprender a ver lo que está ahí!
Aquí os dejo un pequeño texto sobre Por qué yo, como pacifista feminista anarquista, no puedo ser gandhiana pues no tendría sentido. Lo que para mentes que ESCAPAN a la piedra fundacional de la guerra en el patriarcado que es el concepto identidad y los binomios cuyas partes se contraponen y excluyen y deben destruirse, no es decir más que lo que pone, no es negar que hiciera el hombre unas cosas bien, o que nos han servido para aprender cosas. http://www.mujerpalabra.net/blog/?p=1041

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Yo aviso: a quien vuelva a mentarme (cuando diga que soy pacifista) a Gandhi le pondré en órbita extraterrestre de un puñetazo. Porque la noviolencia ES UNA ALTERNATIVA

(No caerá la breva, porque yo DESOBEZCO AL MANDATO PATRIARCAL, y como mi saga feminista, uso la violencia metafóricamente, para escupirla como un espejo a quien la causa.)

Noches del 13 y 14 dic. Lluvia de meteoros. Gemínidas.

2013_12_13_geminidas2

 

ERROR: hoowee murió el 9 de dic, y esta foto es del 5. Me equivoqué de fechas.

de la noche en que Howard murió. Encontrada en internet, por azar. Está la luna y jupiter, y un bosque. Chula.

Wow. The night Howard died this pic was taken by someone on this planet. There’s the moon, and Jupiter and a forest. Beautiful.

moon-jupiter-daniel-mcvey-5-12-2013

Los machistas de la Real Academia de la Lengua Muerta, faltos de empatía y de inteligencia sobre todo, han dicho en la radio que si la sociedad es machista, ellos tienen que reflejar eso, porque el diccionario refleja lo que hay. Claro, como son machistas, no ven que la sociedad ha evolucionado, porque ha evolucionado a que las mujeres existan y dejen de ser invisibles en todo y para todo, y hablamos. Y si existen, se las nombra.

El diccionario podría recoger la realidad machista y la nueva, mucho más justa, como hacen los diccionarios descriptivistas, que recogen, realmente, lo que hay respecto a palabras. El hecho social es que para mucha gente (y las mujeres cuentan, se siente) la -o ha dejado de representar el neutro para pasar a ser lo que siempre ha sido, de hecho, un masculino. Ya hay hasta abogadas, vetustos señores misóginos, y ustedes, ¿qué tienen?: un amante, ¿no? En masculino neutro. ¡A respetar!

nietasdesaussureSegundaparte

cabezamp2010_peque123px_negroPara mujerpalabra.net (por subir a Materiales MP)

CalendarioMenstrual2014 (1 pág. pdf)

 

 

 

Combatir el constructo patriarcal Hombre-Mujer, la genitalidad patriarcal, la obsesión por asociar límites a la mente humana y funciones en la casa y la calle a las personas en función de sus genitales (esa falacia biologicista tan conveniente para la perpetuación de una sociedad patriarcal), la visión única de que los genitales humanos disponen de la capacidad femenina o masculina de reproducción y que esto es la base de todo lo humano,

no significa

negar que existan los genitales, ni la posibilidad de que existan identidades colectivas «mujer» o «femenino» y «hombre» o «masculino», entre otras, es decir, identidades colectivas que le den a los genitales la misma importancia que el patriarcado porque los relacionen con nuestras posibilidades de desarrollo y naturaleza

sólo significa

negarse a las imposiciones de identidad.

Basta mirar alrededor en la naturaleza y en la evolución de la especie humana para ver que la cuestión masculino-femenino respecto a reproducción no es toda la realidad que existe, ni siquiera la más importante, porque la vida no puede enfocarse desde esa mentalidad primitiva, que constriñe la realidad a ideas manejables.

Ayer flipé mirando una peli de ciencia ficción tan primitiva como las religiones patriarcales en sus concepciones no ya de género sino de cómo deben de ser los Dos sacrosantos Géneros! Pura propaganda patriarcal, como en todas las guerras, donde se molestan no sólo en violar, matar y destruir, sino también en asegurarse de que las Ideas Correctas son transmitidas: el mundo (Gran Bretaña, 2027) está sembrado de violencia ejercida por los hombres y por las masas y ocurre algo: que no nacen bebés. ¿Por qué?

Adivinad: Porque las mujeres no pueden tenerlos. Qué raro que no sea tb porque los hombres no pueden tampoco, no? Considerando que ya hay muchos hombres que por el estrés y demás no pueden.

Es un Eva Revisited.

Pero ahí no acaba la propaganda patriarcal tan misógina como siempre. El mensaje es el de todas las guerras: «Mujeres, parid, que si no, nos extinguimos! Parir es sagrado, sublime, VUESTRO DEBER, así que mientras podáis, tenéis una obligación con la especie» Y de esos saltos tan demenciales que condenan cada día a nuestra inteligencia a seguir estrangulada por el dogma patriarcal, impuesto por todos los medios y con nuestra colaboración a no ser que desarrollemos inteligencia feminista y nos esforcemos, con valentía, el salto es: «Mujeres, nos vamos a extinguir porque no queréis parir» y no «Hombres, dejad de «resolver asuntos» a tiros y violencia y pensad un poco, colaborad, que con violencia sólo conseguimos más violencia».

Vomitivo. La peli se llama «Children of Men» claro. Hijos de los hombres.

koala2(Después de un comportamiento instintivo de pelear con otro macho, pero al ser koalas, ahora pelean más porque duermen menos y están profundamente alteradxs por los ruidos de no bosque que les toca vivir porque todo está urbanizado) «El macho recibe la recompensa de poder aparearse con la hembra»

Y por qué va a ser una recompensa? El instinto no da opciones. Las recompensas vienen de elecciones.

Y la hembra, qué «recompensa» recibe? Porque existe, aunque sólo salga en relación a ser recompensa del macho o ser recompensa dando crías. Pero el resto del día vive. Y en ocasiones está claro que no desea ser «recompensa» del macho. Eso no valdría algún tipo de observación?

Segunda escena comentable:

Un macho está forzando a una hembra, que chilla e intenta escapar porque no quiere. El macho alfa (que impera en la zona) va a por él y el documental dice: «ve a la hembra coqueteando con el intruso». !!!

En vez de decir lo que se ve: «ve a un intruso en la zona, intentando aparearse» o incluso, pues quizá lxs animales compartan más con la especie humana, pero esto dejando que es interpretación: «ve a un intruso en la zona, y que intenta aparearse con una hembra que no lo desea».

Sólo existe y tiene valor el mundo del macho. Así de simple y distorsionante es la mente patriarcal.

El problema de los binomios lo ubico en la ideología o los dogmas culturales patriarcales. Esquematizar la complejidad de la vida en binomios extremos que se perciben como contrarios o contendientes podría tener alguna utilidad, algún sentido, pero no puede considerarse una forma de conocimiento de la vida, pues la distorsiona.

luz y oscuridad – oh, y… blanco y negro, día y noche

hombre y mujer

Inevitablemente, en los binomios, se asocia el primer término a todos los primeros términos de los binomios que se puedan formar. (Aunque no siempre, porque asociamos «vida y muerte»: «vida» a «mujer» y «muerte» a «hombre», ¿o no? ¿Y «espiritual y material» y «materia y espíritu»?)

¿Hay algo patriarcal en asociar «luz» y «blanco» con «hombre» y «oscuridad» y «negro» con «mujer», o sería una asociación planetaria (evito la palabra «universal», por exagerada, no? 😉 )

Si introducimos

bien y mal – y… positivo y negativo

ya tenemos montado el gran escenario.

La pregunta que más huele a animal (realidad vital) es, ¿no se desarrollan nuestras vidas sobre todo en la gama inagotable de lo que no son esos extremos?

Con esto no defiendo los contenidos que se comprende que tienen esas palabras en las sociedades patriarcales (no sé si también o otras porque no conozco sociedades no patriarcales). Habrá cosas que valgan, no digo que nada valiera. Pero es una genialidad cómo el mundo patriarcal distorsiona el mundo humano al generar estas falacias biologicistas, por llamarlas de alguna manera.

Escribo esto para plantear una visión más crítica y empática sobre el tema de los binomios, porque sospecho que son una pieza clave en las distorsiones del mundo conceptual patriarcal.

Cada vez pienso con más razones que aunque existan «hombres» y «mujeres» en la especie, debemos abandonar la obsesión por reducir la humanidad a estos dos grupos y asignarles cualidades. Yo ya me lo estoy llamando la «obsesión genital» (patriarcal). ¿Qué gran importancia tiene insistir en estas identidades de género tan rígidas, cuando vemos a nuestro alrededor la diversidad que ofrece la vida en cuanto existe el mínimo margen de libertad, e incluso cuando no existe?

Incluso si tomamos la idea de complementariedad, en lugar de opuestos, ¿no es sospechosa? La complementariedad implica dependencia. Y las dependencias para sobrevivir, en la vida, no son tan primitivas como estas de los binomios que usamos continuamente.

Os pego un gráfico que me parece ilustrativo y, cómo no, par amí, espeluznante.

YIN YANG listado

 

El Sistema patriarcal, origen de los sistemas de violencia que se nos imponen en el planeta, no puede ser transformado (abandonado) sin que desarrollemos inteligencia feminista, una herramienta crítica especializada en enfrentar la violencia de este particular Sistema a través de medios noviolentos.

El feminismo (recuerdo también que con su inmenso campo de trabajo en toda identidad sexual y de sexualidad) ha generado un movimiento social increíblemente diverso que sobresale por su capacidad autocrítica y de evolucionar a partir de lo aprendido en dicha autocrítica. Debería ser un ejemplo a considerar porque ha generado la idea lúcida de que todo lo que se pretende cambiar por injusto y violento lo llevamos dentro, en nuestra ideología por defecto, la construida socialmente durante siglos y la ejecutada por los usos y costumbres que imperan en todos los ámbitos humanos.

El feminismo en su interpretación más amplia, como herramienta que cuestiona el Sistema desde la razón empática (que cuestiona directamente la clásica razón patriarcal) y que aporta alternativas que incluyen de lo más particular a lo que nos permitiría convivir en libertad y solidaridad, y como movimiento social autocrítico (cuestionándose continuamente porque continuamente se encuentra lleno de ideología que desvirtúa lo que busca y debe transformar desde dentro también), ha generado la mayor revolución social que conocemos, que está siendo además de carácter noviolento, aunque todos los cambios que genera sean percibidos como violentos. ¿Qué violencia hay en pretender que una persona (sea Hombre o Mujer patriarcales, o cualquier otra identidad), al margen de qué genitales tenga, pueda decidir libremente con quién relacionarse, si desea relaciones sexuales y con quién, si desea ayudar a personas pequeñas a crecer y desarrollarse y, o se prefiere dedicar la vida a otra actividad, si desea trabajar la tierra, investigar, estudiar, crear, razonar desde la empatía…?

Que no seamos capaces de ver que el feminismo está generando una revolución noviolenta sin precedentes es indicativo de hasta qué punto nuestras mentes son patriarcales, despreciativas de todo lo que puedan generar las mentes humanas de una de las supuestas mitades de la humanidad.

No sabemos si los genitales deberían tener el papel que han tenido en la construcción de las sociedades humanas patriarcales. Sospechamos que esto es innecesario, pues no es necesario imponer roles según genitales, ni para aprender a convivir ni si se desea generar sociedades donde cada cual pueda desarrollar su identidad, individual y colectiva-libre. Lo que sí sabemos cada vez más personas en el planeta, vivamos allí donde nos nos matan de hambre y sed, torturan (incluye la violación), encarcelan y asesinan, o donde sí nos marcan la vida así, es que hemos generado y estamos generando en todos los lugares realidades personales, compartidas, comunitarias, que demuestran que la violencia y la injusticia no son inevitables, que la inteligencia humana puede desarrollarse de otra manera. Desarrollos especialmente notable allí donde se aprecia el valor de las personas que no se imponen por la fuerza, esa más de media humanidad cuya inteligencia ha sido despreciada, ignorada, perseguida, reprimida o aterrorizada.

Una sociedad que opte por el uso de la inteligencia no puede proceder de un sistema patriarcal que no haya sido revisado y combatido a fondo, porque continuaremos reproduciendo todo lo aprendido.

En el programa cultural «En obras», la presentadora (Cayetana Guillén) y el presentador (Alex Doherty), hacen un comentario aparentemente acertado e inteligente y realmente ignorante y brutal:

Que ya no está de moda poner a parir al tío con el que se está (porque ya se sabe, las mujeres tienen modas ridículas, como todo lo que tienen la «iniciativa» de hacer), que menuda idiotez meterse con la persona con la que compartes la vida, añade él, diciendo una gran verdad, si no fuera porque… la libertad de las mujeres para elegir ha sido nula durante siglos y ha empezado a ser para algunas ni hace 30 años…

Olvidan que incluso en el siglo 20 las mujeres no han estado libremente con «su tío», omiten también el machismo «light» de la izquierda de hace 20 o 30 años.

Cualquier barbaridad y brutalidad para impedir ser conscientes, verdad, del valor de la lucha feminista, del valor de la lucha de las mujeres en las sociedades patriarcales, que son Sistemas brutales para todo el mundo, y en especial para las mujeres.

KU KUX KLAN PATRIARCAL, así es la mentalidad por defecto. Sin inteligencia feminista, no hay inteligencia.

El sistema patriarcal ha demostrado su profunda estupidez y violencia sobradamente, por lo que todo él, con sus subsistemas de explotación y odio, de profunda ignorancia y estupidez, no nos sirven. EL SISTEMA HA PRESCINDIDO DE LA INTELIGENCIA DE MEDIA HUMANIDAD, A LA QUE HA PUESTO A PARIR Y SERVIR, E INCLUSO DE LA INTELIGENCIA DE LA MAYORÍA DEL GRUPO PREVALENTE. ¿Cómo puede funcionar un sistema tan obtuso? Por la violencia de esos pocos, y la obediencia del resto. Mientras sigamos obedeciendo a la violencia (aceptándola y reproduciéndola) seguiremos sin darle usos a nuestra inmensa inteligencia, seguiremos sin practicar lo que nos hace seres con una mente excepcional y una empatía excepcional. ¡RECLAMA TU HUMANIDAD YA!

costreeVivir es luchar por comprender, pues si no comprendes, te pierdes en la demencia imperante, esa corriente poderosa e inmensa, y acabas creyendo cualquier brutalidad, pudiendo nombrar cotidianamente cualquier brutalidad, actuando con la mezquindad insondable de la brutalidad.

 

Llamo ‘política’ a la capacidad de convivir aportando al bien común (ejerciendo la empatía, el altruismo) y respetando la libertad individual (ejerciendo el respeto a tu particular identidad).

La inocencia está mal interpretada (distorsionada) por la cultura patriarcal, tan obsesionada en promocionar e imponer las peores cualidades de las que somos capaces las personas para su construcción y perpetuación de un mundo de innumerables violencias, enemigas de la inteligencia.

Un hecho a la mano de cualquier persona, que construye política y combate el sistema, es la capacidad de plantearse una acción desde la confianza en las otras personas. Esto no equivale a ser boba. Equivale a no dejarse atrapar por los valores del sistema (patriarcal). Equivale a entablar una lucha radical que si equivocada no habrá generado violencia. El sistema nos enseña a desconfiar. Y como es un sistema basado en falacias biologicistas –es decir, mentiras que nos dicen que todo esto es «natural» lo que además se usa como sinónimo de «inevitable» (como esa forma de tortura de género que es la violación en el patriarcado)– nos enseña que desconfiar es lo que nos ayuda a sobrevivir en el medio. Nada más lejano a la realidad humana. Ha sido la colaboración y la empatía y sus formas (la solidaridad, el amor) lo que nos ha proporcionado los hechos humanos de más valor para cada persona y para el conjunto, además de para el planeta que nos acoge, con todas sus formas de vida (que además, demuestran que la vida no puede ser reducida al sistema patriarcal de sexo ni de género, tan patéticamente bíblico o irreal, contrario a la realidad).

Aunque una persona crea que las otras reaccionaran de manera violenta, en lo que hay que trabajar el «problema» es en cómo poder confiar protegiéndose (si hemos constatado en nuestra experiencia -y no por lo que se oye- que la gente tiende a comportarse con violencia en general, con o sin «motivos»), y no en renunciar a confiar y acatar el orden de la guerra.

Confiar es honorable, contiene la dignidad humana. Las actuaciones desconfiadas ante los comportamientos de las personas, por muy fundamentados en experiencias anteriores, conllevan una reducción de libertad, un acatamiento de un orden del mundo que es patético por basarse en la falta radical de inteligencia, del uso del potencial humano para ese universo de inteligencia al que el sistema nos fuerza continuamente a renunciar.

manifiestoLlego 10 años después de haberme comprado el libro, pero llego al fin, y tras leer el primer capítulo “Qué es la contra-sexualidad” (pp. 17-28) veo con alegría que ciertamente muchos caminos llevan aideas liberadoras, que se pueden trabajar los temas de la opresión, la represión, la persecución, la explotación y los atentados a la identidad de muchas formas y desde muchas perspectivas. Entiendo lo que dice (al menos eso creo!), comparto muchas cosas (yo uso otras palabras, por ejemplo, no llamo “tecnología” a la “ejecución del sistema ideológico patriarcal” pero entiendo qué critica y lo comparto (si bien, sospecho que tendría preguntas sobre la materialidad –por llamarlo de alguna manera- de los conceptos) y tendría tres áreas de preguntas o críticas a plantear, también. Entiendo que es un manifiesto (llamada a la acción y oferta de pautas orientadoras), y una ventana de aire fresco para el trabajo intelectual, tan tarado por la universidad española, con su fobia a vincular vida y trabajo intelectual, como si el desarrollo de nuestra inteligencia no pudiera nunca ser para aprender a vivir mejor, creciendo. (Se me ha borrado el cacho que añadí aquí, en fin, grrr, por no haberlo hecho en el word.)

Las tres áreas de crítica las anoto rápidamente aquí para poder seguir leyendo, por si se aclaran luego, aunque me temo que no ocurrirá nada en el sentido de que dejara mi crítica sin valor dialógico.

1. Falta un tema vital en la crítica al sistema, y supongo que es por algo, pero aún no lo sé. Por otro lado, quizá sea sólo por falta de visión, pues el patriarcado lo ha borrado hondamente de nuestras consciencias. Cito un párrafo que introduce el análisis y añado lo que pienso que faltaría, esa otra área (que se podría optar por no analizar, pero… ¿por no ni nombrar?) “La contra-sexualidad afirma que el deseo, la excitación sexual y el orgasmo no son sino los productos retrospectivos de cierta tecnología sexual que identifica [uno] los órganos reproductivos como órganos sexuales, en detrimento de la sexualización de la totalidad del cuerpo” [y dos, que un arma fundamental del sistema patriarcal para la dominación, la forma de tortura llamada violación, es fuente de placer sexual para el Hombre.]

2. El área del lenguaje pienso que no es comprendida con suficiente profundidad. Esto lo sentí también al leer a la brillante pensadora Cordelia Fine. Ha leído a Austin o a quienes lo han leído e interpretado a su manera, pero sospecho por cosas que escribe de la p. 23 a la 25 que su idea del lenguaje es menos profunda que la mía, es decir, que hay espacio para ahondar y reubicar. Por ejemplo, “nombrar” no es sólo “variar la palabra”. Puede serlo (hay quienes dice “compañeras y compañeros” y son machistas), pero puede no serlo también, y además hay miles de grados. Porque hay muchas realidades. Si imaginamos una sociedad no patriarcal, no heteronormativa, ni misógina, ni machista, ni homofóbica, igual encontraremos personas parlantes (como las llama, y me río de pura coincidencia, e identificación, a pesar de que me consta de que hay personas poco parlantes!! –es broma!) con pene y con vagina que se atraigan y usen esas partes del cuerpo también para relacionarse sexualmente (en busca del placer), no sólo para reproducirse. Likewise, “amor” patriarcal no existirá, pero se dará una emoción humana, o unas emociones humanas relacionadas con la pasión y la empatía, la solidaridad, la cercanía, las ganas de estar cerca de esas personas. Bueno, en esta parte del lenguaje hay más cosas, como ¿no tiene materialidad el pensamiento, las ideas? Porque queda fuera, inexistente, y lo cierto es que cuenta bastante en los sistemas. Pero quiero leer más antes.

3. El área de análisis del sadomasoquismo. Si se entiende como metáfora, como acción directa revienta sistema, digamos, es eso: puro arte, puro activismo, no tengo problema. Pero yo sospecho del sadomasoquismo (pp. 26-28) y se me ocurre varias preguntas. Por ejemplo, “Las prácticas S&M, así como la creación de pactos contractuales que regulan los roles de sumisión y dominación, han hecho manifiestas las estructuras eróticas de poder sub-yacentes al contrato que la heterosexualidad ha impuesto como natural.” Vale, interesante, nada que objetar. “Por ejemplo, si el papel de la mujer en el hogar, casada y sumisa, se reinterpreta constatemente en el contrato S&M, es porque el rol tradicional “mujer casada” supone un grado extremo de sumisión una esclavitud a tiempo completo y para toda la vida.” OK, ¿y? ¿Y eso implica que el sadomasoquismo es “bueno”? Una vez identificada/vivida la experiencia de liberación, ¿qué pasa con el S&M? ¿Y no es un tanto irreal (falso) no hablar de la crueldad? ¿Porque en el sadomaquismo tiene necesariamente que haber crueldad, o no? ¿Y no es todo esto –por muy “justificado” que pudiera estar como, p.e., experiencia liberadora- no obstante una pena, sintomático de taras o distorsiones a las que ha sido forzada la persona? ¿Es elemento liberador o de construcción de la libertad el dolor, querer ejercerlo o sentirlo? A mí se me ponen los pelos de punta, porque soy muy antidolor, claro, y antimanipulación, y necesariamente mi idea del sadomasoquismo es patriarcal, pero tb creo que mi rechazo es tb instintivo y vital. Y antipatriarcal: de su religión del dolor y el sufrimiento y la crueldad, siempre imponiéndola.

(Yo veo este concurso siempre que me acuerdo, y noto vacíos, y cosas por los pelos, pero «Bueno!» Pero esto… Es decir, hay días…)

El problema de la educación patriarcal es lo profundo que llevamos dentro el entender que las mujeres son seres humanos de segunda, que no merecen el mismo respeto.

La gente que concursaba tenía que contestar qué director había dicho una frase. La frase era de Hitchcock, conocido misógino y confeso misógino además, y consistía en su respuesta a una pregunta de una actriz, sobre cuál era su mejor lado. El director le contestó que aquel en el que se sentaba, algo así. Juanjo, la voz en off del programa, y la autoridad en conocimiento, comentó que como Hitchcock era «un caballero» no había desvelado de qué actriz se trataba. Y todos encantados con cuánto se aprende.

La primera pregunta, desde una inteligencia feminista, es decir, autocrítica (y crítica), es por qué eligen esa cita de Hitchcock en un programa para aprender cosas. ¿Qué tenemos que aprender? ¿A perpetuar la tradicional falta de respeto patriarcal a las mujeres?, ¿que un hombre puede hablarle así a una mujer, con esa falta de respeto, y además desde una posición que tradicionalmente ha ubicado a las mujeres literalmente a merced de ellos? Las actrices, puro objeto sexual al que hay que usar y desde luego de las que hay que abusar con normalidad, pues en el fondo, es lo que piden, las muy zorras.

La segunda pregunta es, ¿cómo puede serse «un caballero» por difundir tal «anécdota» por no desvelar quién fue la víctima o el objetivo de tal falta de respeto? ¡Y cuánta falsedad hay en esa supuesta caballerosidad, que toda la industria de cine lo sabría! Da náusea ética, la verdad. Es algo que se cuenta para reírse de la persona objeto de la burla, no «caballerosidad» — esa versión supuestamente amable del Hombre.

Lamentable. Deprimente, que salga algo así con esa buena acogida (lo que habría dado yo por estar concursando en ese momento), en un programa de entretenimiento que hace uso de la curiosidad por la cultura general.

Propondría que contrataran a una persona con inteligencia feminista, para formar parte del equipo de documentación y similares. Porque no se superan siglos de lavado de cerebro sólo «siendo majos». Hay mucho que plantearse. En todos los lugares debería haber un comité asesor de personas con inteligencia feminista, para que progresáramos algo más rápido, que ya pesan los siglos de ninguneo y abuso.

Y claro, mi crítica certera, inteligente, indudablemente constructiva podrá recibir el mismo desprecio que aquella actriz, en este caso, porque es una crítica feminista, y ya se sabe, las mujeres, son todas unas zorras, inferiores en lo que a capacidad intelectual se refiere. En realidad, sólo SIRVEN para algo si tienen un buen culo, la verdad.

En el último número de la revista de Amnistía Internacional (jul 2013) hay una entrevista a Ada Colau donde dice «Ya hemos ganado. Hemos conseguido lo más difícil, que es cambiar el imaginario colectivo». Me alegra de que alguien se dé cuenta de esto y le dé importancia. Me parece fundamental para la lucha social, y para la lucha que debemos entablar con la «culpa» cristiana que nos ha adoctrinado, que no hace más que empujar a la gente a comportamientos mezquinos, en realidad, y aparentemente contradictoriamente.

Si no puedes hacer lo que sientes que debes o desearías hacer, que te opere la culpa implica que no lo volverás a intentar más adelante. Te instalarás y te irás atando anclas de culpa. Y con ese peso, no podrás más que obedecer, seguir la corriente de la tradición, lo que te mandan: autodestruirte, bloquear toda posibilidad de lo bueno.

Es fundamental que sepamos que las cosas malas que combatimos fuera las llevamos dentro, tan fundamental como saber que el dolor intenso ante una muerte pasará, y evolucionará, e incluso podremos sobrevivir, vivir y convivir con esa pérdida, porque estamos llenxs de capacidades que nos ennoblecen y hacen personas bellas (honestas, inteligentes, sabias, aprendientes, abiertas, solidarias, empáticas…) y también de capacidades que nos degradan hasta lo grotesco. Tener un mal comportamiento hoy no implica SER eso sólo.

Mucha gente se está dando cuenta de esto, en las poblaciones del planeta. Vivimos esta época, donde nos surge la posibilidad de saber esto: que es importante no alienarse de lo que nos hace increíbles como personas. Porque todas las personas pueden desarrollar ese potencial. Y si aprendemos desde lo individual a enfrentarnos bien a este problema de Ser lo mejor que podemos ser, y no lo peor, se nos ocurrirán ideas sobre cómo controlar y anular los efectos de comportamiento de quienes se empeñan en ser lo peor que pueden ser.

(De cíberconversaciones con mis cíberamistades! Pompitas de amor!!!)

Más sobre identidad. Por ejemplo, el otro día me puse en palabras algo sobre mi identidad, y pensé: lo cuento y nadie me creería. No me entenderían, no me creerían. Es demasiado ajeno a todo lo que prevalece y se impone continuamente. Todo esto lo digo a mi pesar, claro, nunca he querido ser «original» sino justamente comunicarme y poder convivir. Bueno, allá voy, por si alguien comenta:

Estaba yo teniendo una mala discusión con una persona en el muro de mujerpalabra. Yo sabía que no estaba siendo paciente, y estaba siendo cruda. Y entonces convoqué «mis apoyos», es decir, cité a algunas personas que suelen participar en debates, por si querían leer y comentar. Y ahí estamos: que me dieran la razón no era el tema, el apoyo yo lo sentí cuando la gente se pasó y comentó, no por lo que dijera. Porque aquí viene la cuestión crucial de identidad que no se entiende en el mundo general:

hay gente que prefiere saber a que le den la razón.

Claro que si quienes opinan ven que tu análisis les gusta y sirve, eso es una gran alegría, y un alivio, pero si no fuera así, si estuvieras equivocada, sería triste que te dieran la razón, y por un tercer lado, si no opinan lo suyo, te quedas sin saberlo.

La cuestión de fondo es que el hecho de que te importe más saber que que te den la razón indica hasta que punto estás evolucionando hacia la superación de la violencia y la guerra. Pero cómo lo explicas. Yo lo veo así, y será así? No lo sé, pero me parece una buena idea!

No sabes quién soy. Y no es porque «ni yo misma» lo sepa. No es porque yo carezca, me equivoque, no sepa… Estoy viva y aprendo, porque respiro y evoluciono. Cómo es que sabes qué pienso, que soy, al punto que lo sabes, con esa convicción.

Y cuando digo que toda la mierda que combato en el mundo la llevo dentro significa algo inteligente, real. No es una frivolidad, una tontería. Soy todo lo que las culturas humanas me imponen, y lo que elijo de las culturas humanas, y lo que imagino y lo que puedo llegar a ser. Entiendo que no entiendas, hay que esforzarse un poco, en lugar de subestimar a quien se expresa.

Pondré un ejemplo: soy misógina por tradición, pero he sido capaz de comprender los derechos humanos, por lo que respiro yo y por cómo pretendo tratar a otras personas, por lo que he sido capaz de desarrollar inteligencia feminista, lo que siendo misógina y siendo capaz de ser pensadora feminista resulta que arroja una «opinión» excepcionalmente «informada», no desde la teoría de la tradición en evolución teórica desde el poder y el estatus, desde eso que contengo a pesar mío y desde las ideas y las vivencias y cómo las vivo y pienso e IMAGINO, desde la realidad construida social, la realidad construyente individual y los ideales. Por eso mi comprensión del mundo tiene profundidad y es importante para la especie. Y esto nada tiene que ver con la identidad del poder y estatus, esas biblias que se imponen a quienes necesitan estatus que les diferencia de la masa anónima.

Epílogo

Relacionarse con la gente es ser una mosca atrapada entre cristales, siempre golpeándose contra los límites de identidad que te impone todo el mundo.

Por eso la gente que necesita la libertad como necesita el aire acaba retirándose de las relaciones. No hay quien aguante tal afán de no escucha, de no convivir, tal obsesión por decirle a otra persona lo que es y no es, lo que debe ser y no debe ser, hacer, decir. A confundir, lejos de aquí.

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Los hombres del mundo de la Cultura no saben lo que es:

cada palabra que usas, la tienes que rescatar

porque

las han vacíado de vida

y las han llenado de violencia,

todo mal entendido,

las violan cuando las nombran.

 

No saben relacionarse de otro modo con ellas.

 

Prueba a escribir cuando te han excluido del lenguaje

y han distorsionado lo que has sido, eres y puedes ser

hasta la demencia.

 

Rescatar la realidad no es más que

rescatar la vida palpitante y libre.

POBLACIONES Y LUCHA NOVIOLENTA

Por michelle renyé (mujerpalabra.net, 2013)

La lucha noviolenta es algo que las personas llevamos haciendo siglos pero que no ha conseguido ser visibilizada en nuestras consciencias culturales porque el patriarcado  ha borrado sistemáticamente los rastros de su existencia, como ha hecho con la inteligencia y la sexualidad de las mujeres, con todas sus aportaciones a la construcción de vida buena. Pero la música siempre se ha podido oír. Y las mujeres hemos sobrevivido como seres inteligentes y no vamos a aceptar esta situación más. Sabemos, además, mucho sobre la lucha noviolenta, por toda la violencia que hemos recibido en todos los ámbitos, por ser mujeres, y por haber tenido culturalmente prohibida el uso de la violencia. La mente es humana, pero de los papeles impuestos hemos aprendido cosas específicas.

La lucha noviolenta en la actualidad es una opción política (de actuación para la construcción social) y ética (de racionalidad empática), aunque el patriarcado tradicionalmente la haya identificado sistemáticamente con religiones y espiritualidades patriarcales, de ahí que la población general sólo sepa de figuras como los líderes espirituales Martin Luther King y Gandhi. Sin embargo, ya contamos con información sobre luchas de las personas y poblaciones en el pasado y ahora, innumerables ejemplos de luchas noviolentas, y tenemos que conocerla y difundirla para seguir evolucionando por ese camino.

La lucha noviolenta permite la participación de todo el mundo, alienta la creatividad y la cooperación, el trabajo en equipo, desarrollando por tanto nuestra inteligencia y nuestra capacidad de construir sociedades menos violentas e injustas, pues los medios asumen el fin, luchamos de maneras revolucionarias, que no reproduzcan la violencia del sistema combatido. La lucha noviolenta es por tanto más barata en todos los sentidos, e igualitaria o no jerárquica por naturaleza, ya que toda participación es vital.

El problema de la violencia no lo han resueltos las soluciones de violencia, son siglos de pruebas al respecto. Las soluciones violentas sólo han intensificado y diversificado la ejecución de la violencia. Necesitamos dar el paso para aislar a los violentos como poblaciones del planeta que reclaman un mundo respetuoso con la naturaleza y con todas las personas, como empezamos a entender en el siglo 20 al dar con la noción de derechos humanos.

Debemos desechar la Razón patriarcal y apostar con toda nuestra inteligencia por la razón empática, pues la noción de justicia no es aplicable sin entender que el sentimiento y la razón nacen ambas en la mente humana y no pueden ser separadas.

Vi la copa de vino blanco sobre la mesa, pero no podía dejar de trabajar. Estaba agotada y sin embargo seguía leyendo, sopesando, evaluando. Cuando sobrepaso el límite del cansancio, la sobreexcitación intelectual puede ponerme difícil el poder detenerme a descansar.

Sin embargo, en la tele, de pronto me estrellé con una obra de arte. Me llegó bronco y rotundo el aullido del viento del campo inglés, cargado del aroma del seco tomillo y de la tierra mullida húmeda. Era una historia de amor en un mundo enemigo del amor, y sin dejar de oír el viento raspando entre el brezo me senté a la mesa a cenar con A., que se sentaba en aquel momento, al tiempo sentándonos los dos.

cumbresborrascosasUna película del siglo 21 que, a través del sonido y la fotografía, había captado algo fundamental, áspero y salvaje, de un libro escrito en el siglo 19. No hablo de la historia precisamente, más de la vivencia.

Como me tengo cerca, exploro el oscuro universo de mi mente de cuando en cuando, por ejemplo, a veces los sueños, para ver si allí puedo encontrarme con mis muertas, porque tengo muertas y no soy creyente, a veces es demasiado duro echarlas de menos. No he logrado nada de lo que imagino sería posible aún, pero también es cierto que no soy metódica. El método, espero, lo podré aplicar si llego a la edad anciana, cuando deje de distraerme con todo y con nada. El otro gran viaje a mis oscuridades y centellas lo he hecho en busca de una comprensión del impulso creativo, de cuándo la comprensión de algo establece conexiones desconocidas y además sorprendentemente encuentran expresión precisa, y las palabras fluyen como si te fuera en ello la vida.

Durante la cena le conté a A. lo que estaba comprendiendo entonces del amor y de la guerra, como el rayo me llegó la comprensión de los cinco minutos de Amanda, y en sus ojos, los de A., que me escuchan callados e intensos, como en un espejo, vi que el alcohol había aguzado mis sentidos y mis capacidades, y que era interesante. Creo que me perdí el segundo plato porque volé al ordenador, y me puse a escribir en esa casa que comparto en el cíberespacio.

La cuestión es ésta: varios crímenes de la guerra no han llegado a los libros de los padres. No están las torturas indescriptibles a mujeres, y no están (y nadie las echa de menos salvo sus protagonistas que, inexistentes para el resto, es decir, enterradas por el resto, guardan silencio) son las historias de amor que no fueron. Como si no importaran.

Sólo importa probar continuamente que amar es sufrir, que amar es sacrificio. No importa nunca nada que amar no sea más que amar, algo positivo que somos capaces de vivir y generar.

Si no protegemos el amor, ¿cómo vamos a dejar de fomentar la violencia? ¿Es falta de inteligencia, o es que no sabemos amar ni queremos aprender porque nos falta ganas de vivir, coraje para vivir?

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Cuando las mujeres de Greenham demostraron que con acción directa noviolenta, es decir, sin dinero, sin armas, usando meramente su cuerpo, su empatía, su inteligencia, se podía poner en jaque la seguridad de una base aérea militar europea llena de misiles mortíferos y que costaba lo que permitiría vivir con dignidad a millones de personas, la interpretación de la gente sin conciencia social ni autocrítica fue que unas sucias odia-hombres lesbianas estaban dándole mala fama a la región.

Cuando las mujeres de Femen se ha puesto a usar sus propios cuerpos semidesnudos en acción política y social noviolenta por la justicia, ofreciendo un contenido muy distinto a Las Mujeres Desnudas que usa el patriarcado incluso en los programas familiares para sus violento adoctrinamiento de lo que es y para lo que sirven las mujeres, así como para amasar dinero y dinero que acumulan unos pocos, la interpretación de la gente sin conciencia social ni autocrítica es que son unas zorras locas con ganas de llamar la atención.

Cuando las mujeres exigen ser nombradas es ridículo e irrelevante, no surrealista y grotesco que se vean obligadas a hacer algo que sencillamente es pedir que se ejerza una mínima educación en la convivencia, nombrando adecuadamente a una persona.

Listad ejemplos y aplicad la mente-corazón, la razón empática. ¿Cómo han interpretado hechos inteligentes, de lucha social de las mujeres? ¿O es mejor abandonarse a esta idea…?: ¡Cómo van a ser las mujeres protagonistas de lucha social contra la violencia y la injusticia? Quienes luchan, en el patriarcado, son sólo los hombres, y eso se hace destruyendo, no construyendo.

Todo lo que hace una mujer, para la gente sin conciencia autocrítica y social, es excesivo, estúpido, exagerado, improcedente, irrelevante, como mandan los patriarcas, por eso el Hombre debe controlarlas. ¡! ¡Los encargados ejecutores de tal catálogo de violencia que no cabe en la cabeza! ¡¿Pero es que seguiremos con la cabeza perdida otro turno de siglos más?!

Así de hondo impacta la ideología patriarcal a quienes no quieren desarrollar la inteligencia a través de evolucionar a una conciencia social y autocrítica, para poder participar en la construcción de un mundo INDUDABLEMENTE ¡mejor que éste!

¡Un poco de coraje y de empatía, por favor! El patriarcado lleva siglos reduciendo a media humanidad a seres ¡de segunda clase! Esto es un crimen contra la humanidad que debemos frenar YA.

tengounpeligro

Vivir sin confiar no es vida, no protege casi nunca de nada, y además no proporciona todo aquello a lo que se renuncia cuando se opta por desconfiar. Por otro lado, confiar no condena a la estupidez. Vivir es aprender y eso incluye aprender a cuidarse, y aprender a cuidarse no equivale a vivir desconfiando, sino, sencillamente, aprender a cuidarse y aprender a confiar.

Por eso deberíamos dejar de transmitir a todo el mundo, que es sobre todo transmitir a esas esponjas que son las personas pequeñas, que «sólo tu familia» te ayudará, y demás frases como poco falsas para la inmensa mayoría de los casos.

Deberíamos transmitir que es bueno confiar, prestarle atención a la vida, a las personas, aprender, para mejorar, y siempre confiando, en nuestra capacidad de aprender y en nuestra capacidad de relacionarnos como seres empáticos capaces de cosas buenas.

Para Roberto Echevarría que me alienta a escribirlo (tercer borrador)

Para el activismo político, lo que hacemos en el movimiento social, y desde un punto de vista con inteligencia feminista, es decir, entendiendo que el padre de todos los sistemas es el Sistema patriarcal, la inocencia es una herramienta revolucionaria: tenemos que limpiar la mirada y aprender a confiar, aunque sólo sea para evitar desarrollos de violencia, que es a lo que lleva la desconfianza.

Decir esto no es no saber nada del mundo, precisamente. Es saber de cómo cambia todo cuando desde la autocrítica y el pensamiento en diálogo intentamos abordar la vida de maneras libres del aprendizaje continuo y extremo de la violencia patriarcal.

Podríamos analizar por ejemplo cómo concibe y lo que hace el Sistema (patriarcal) con la inocencia. ¿Por qué iba a hacer eso con la inocencia, que es limpia y vulnerable? Es como lo que hace con los ideales anarquistas: lo de lo más esperanzador y positivo, nos dicen que eso es la más terrible violencia. Y sin embargo, está claro que lo mejor que hemos hecho hasta ahora en la especie (¿o no?) tiene muy directamente que ver con los ideales anarquistas de libertad y solidaridad, y no justamente con las realidades de la violencia patriarcal, «inevitables» y lucrativas para los más violentos: opresión, explotación y represión.

En el patriarcado (el padre de todos los sistemas de violencia según los datos y no sólo según la mirada de una mujer de la masa anónima), todo lo que podría conducirnos a un mundo sin violencias es distorsionado y conducido al extremo de la demonización, tan eficazmente enseñado por los líderes religiosos en el planeta siglo tras siglo. Y lo sé también porque en mi ADN se recoge la información de lo que le pasó a las mujeres que fueron libres, y solidarias.

¿Cuáles son las realidades patriarcales respecto a la inocencia? Destrucción de la inocencia, con saña además; o burla, escarnio, desprecio. Violación de bebés, de niñas y niños, su secuestro para redes de prostitución. Abusar “del débil” entre los hombres, burlarse de ellos, feminizarlos, que es la máxima humillación para el Hombre. La inocencia la usan contra “la mujer” para dejar claro que ésta no dispone de la misma mente humana: inteligente. La inocencia, cuando no la usan para crear horror, la usan en la Guerra Patriarcal contra la Humanidad para humillar, denigrar, desvalorizar a quien la muestre o proteja.

En la política de partidos queda muy claro: la Estrategia de la política patriarcal es la demencialidad de un juego político con las reglas irracionales de la violencia patriarcal. Todo lo bueno es implanteable. Todo uso de la inteligencia para resolver los conflictos con la máxima justicia posible y a través de la noviolencia (de procesos que no generen ni multipliquen la violencia) “No es político”, queda descartado porque es antitético a lo que “se puede y se debe hacer, mal que nos pese”.

Sin inocencia, ¿cómo podemos empezar a relacionarnos de manera revolucionaria (¿o aún hay quien cree que seguir con este Sistema patriarcal nos «protege»? ¿Contará algún día lo que ha vivido más de media humanidad desde el neolítico?), para generar un mundo inteligente, que es decir, capaz de respeto y felicidad a pesar de que tengamos enfermedades y envejezcamos, a pesar de que no siempre coincidamos en los afectos e incluso tengamos que esquivarnos para no hacernos daño o no dolernos?

Sin inocencia, ¿cómo vamos a poder pensar en comandita, sin miedo al error, con afán, con confianza de que podemos construir soluciones (inclusivas o respetuosas con los derechos humanos) en lugar de seguir perpetuando la guerra y la guerra más invisibilizada del dinero? ¿Por qué no íbamos a poder, por ejemplo, poner un límite a las riquezas multimillonarias, e impedir las trampas de las corporaciones? ¿Por qué no íbamos a decidir radicalmente no volver a darle credibilidad, ningún tipo de poder, a las personas enloquecidas que hablan de los «derechos» del «no nato» para imponerle a una persona con derechos humanos la gestación y todo lo que a eso sigue?

¿Que no se puede? Pregúnteselo a las mujeres, y en especial a las feministas. Y no están solas. Pero algo está claro, para todo el mundo: la revolución será feminista o no será, tendremos que entenderlo con inocencia algún día, si es que vamos a salvar la vida y la calidad de vida y el planeta con toda su vida.

livingdolls walternatasha Al leer «angry» en p. 3 de Living Dolls de Nathasha Walter, salió como un volcán de agua: en mi ADN, todo el esfuerzo brutal y generoso de tantas mujeres* con todo en contra, luchando contra Goliat, y siendo llamadas David, es decir, borradas, eliminadas, aniquiladas, ni sus cenizas. Salió la indescriptible pena, la insuperable impotencia, la furiosidad feminista de mi saga.

Y es significativo, estoy aquí y elijo.

maryanthewrongsVolviendo a mí en el ahora, se me vinculó (en ese instante y porque pude empezar a verbalizarlo ante una persona excepcional, que escucha y es inteligente ♥ , además de mi amor ♥) la consciencia de lo de escribir desde la inteligencia feminista para la sociedad con las notas furiosas y razonadas a mi madre, siempre inútiles, algo desequilibrante, desesperante, tristísimo y cruel. (Qué pronto empecé a razonar y cuántos años he tardado en saberlo. La gente no ayudó, siempre focalizada en otros rasgos míos… No como en internet, donde al fin la gente lee las ideas, y no se deja distraer por otras cosas! 😀 Y qué bueno es hacerse vieja.)

Quizá sí sería capaz de escribir ensayo feminista, y es sólo que lo tenía estrangulado por esto.

Volviendo al mundo, me viene Mary (Wollstonecraft) en Mary y creo que es fácil imaginarla. Lo conmovedor: esa lucha de quien no puede creer las cosas, por demenciales y se esfuerza por explicar que las mujeres también tienen inteligencia, que el problema es qué se espera de ellas, a qué se las fuerza, en qué se las educa. Ella, que hubiera sido (aunque lo fue) una filósofa.

*mi amor también para el resto de personas que hizo como ellas, o que se negó como pudo al autoritario sistema de misoginia y odio general a la vida buena.

Furiosidad feminista, para mantenernos lúcid@s y viv@s. Nótese, se ruega, la crueldad patriarcal.

Hay gente que me ha dicho que mi poema «De qué me sirve leer a Hemingway» les gusta, que está muy bien, aunque no están de acuerdo. ¿No están de acuerdo con qué? ¿Y piensa eso también de otros poemas que leen, de hombres famosos, Grandes Poetas, en especial respecto a posibles injusticias, o inauguramos caso?

¿Con qué no están de acuerdo: con que diga literalmente que a mí no me sirve leer a Hemingway? Parece el caso. Pues… Literalmente, sería mi asunto, no susceptible de que nadie esté o no de acuerdo, cuestión de gustos y usos.

¿O con que use una metáfora para incluir en un poema una crítica al Sistema (patriarcal)? (Intento salvar el comentario entendiendo que no ha sido machismo inconsciente, para darle posible uso, aprender algo, pero… no me lo termino de creer, busco confirmación ahora.) Aunque dada la velocidad tras la lectura del poema con la que se me ha hecho el comentario, me pregunto: ¿no es un poco raro? ¿Disentir justo con esa parte del poema, considerando todo lo que connota y transmite? (Ay! Si las feministas no tuviéramos criterio, ¡dónde iría nuestra autoestima!, ¡el valor de nuestro trabajo!)

Para mí, que he desarrollado la inteligencia feminista más conscientemente desd 1989, que te diga «aunque no estoy de acuerdo» en un poema, es sorprendente y refleja la inconsciencia de la gente… y el machismo inconsciente. Molesta que se critique a un representante de la cultura. Molesta que se plantee que la historia del arte no es justa, que incluso es criminal contra la humanidad. Que el Hombre no nos representa a las mujeres también, ni siquiera a la especie.

Si alguien lo pensó y me lo dijo y quiere contestar, se lo agradeceré. Y si alguien quiere comentar libremente, bienvenidx igual!

La libertad de la que disfrutáis no es un derecho humano de las mujeres en este planeta, sino algo bastante poco común. No ha ocurrido por el Hombre, ni por milagro, y es algo muy reciente y generado por luchas de mujeres existentes. No está en nuestra consciencia entre los Grandes Hechos de la Historia patriarcal, ni de las Revoluciones patriarcales, porque las mujeres en el patriarcado no tienen más valor que el de contenedor.

Es ideología patriarcal que no veáis las cosas de valor que han hecho las mujeres; que no sintáis ninguna curiosidad por saber cómo fue que este mundo patriarcal de siglos de innumerables violencias en todo tipo de grados incluida la violencia terrorista misógina de la violación ha sufrido esta Revolución noviolenta. Que no echéis de menos a las mujeres como seres libres y propios. También es parte de nuestra ideología por defecto que sintáis hostilidad hacia mujeres que sí quieren saber, y seguir sabiendo y seguir luchando hasta un mundo donde ser mujer no signifique todo lo que significa ser mujer en el sistema patriarcal.

Las mujeres no son lo que «describen» las religiones patriarcales, las que dieron la base ideológica al Sistema. Las mujeres tienen mentes humanas y aunque la mente se puede educar en el sistema de género, y la educación condiciona el desarrollo, también es maleable, mucho, y también se puede educar con libertad para las personas pequeñas y las grandes. La mente importa porque es ahí donde nacen los sentimientos y los pensamientos. Tener vaginas no implica nada más que la capacidad, si se desea usar, de gestar, ni siquiera implica, como saben y supieron millones de mujeres querer ser madre o desearlo. Tener la capacidad de pensar no ha parecido ser tampoco algo que el Hombre haya querido usar en la resolución de los problemas, pues siempre opta por el medio que genera más sufrimiento y destrucción: el uso de la violencia, en las guerras clásicas y en las actuales, que no van sólo de campos de batallas y nos llegan incluso a casa por todas sus ventanas, si las tiene.

Tenemos que superar el sistema sexo-género patriarcal para que las personas podamos construirnos con libertad, explorando nuestro potencial, fuera de esta obsesión enferma del Sistema. Si existe una feminidad no es la de comprar cosas para ponerse, y no usar la mente.

Los medios de comunicación y el mercado, allí donde las mujeres viven más como personas, han recrudecido la guerra ideológica patriarcal contra las personas pequeñas, dictando masivamente qué podemos y qué no podemos hacer, y sobre todo, qué tenemos que hacer, dependiendo de si somos «niñas» o «niños»: rosa estático para ellas y libertad de movimiento para Él; mundo de poses para ella (introducción al porno misógino patriarcal), vida real para Él (salvo en el sexo, pues la educación del porno le incapacita para desarrollar la percepción del placer, con su visualidad y su odio al cuerpo de las mujeres).

¿Por qué defender este sistema? ¿Por qué no aceptar que existen otras posibilidades? ¿Hasta cuándo, por inconsciencia o por ignorancia, vamos a seguir defendiendo el sistema patriarcal con las elecciones que hacemos diariamente (que también aquí nos marean: para que sigamos perpetuando el sistema es importante que creamos que no elegimos nunca), con las ideas que manejamos y expresamos, y validando los sentimientos que la guerra ideológica patriarcal nos ha dictado que sintamos sobre todo por las mujeres: las que no existen, las malas, las incapaces?

La guerra es la autodestructividad que tenemos metida en la cabeza es la única guerra que podríamos ganar, porque depende de nuestra libertad para re-educarnos y escapar del sistema desde la inteligencia.

La escuela de la RAE (Real Academia de la Palabra Muerte) se pone a explicar la etimología de «escrache». Tufillo de naftalina.

Como hija de la lingüística moderna, territorio que usa la observación de la realidad para investigar el lenguaje y donde no estamos piradxs, sabemos que el lenguaje significa lo que establecen los usos que se generalizan.

«Escrache» nos viene de América (el continente, o las américas indígenas y latinas) y se refiere a una Acción Directa Noviolenta (ADNV) de la gente (sin armas, fuera de los puestos de poder) que comprende los derechos humanos, y que los realiza, los escraches, para que los criminales (de guerra) no queden impunes. Los escraches no habrían surgido si la Justicia y la Política y la Democracia se hubiera encargado de abordar los crímenes de guerra.

Los escraches son lucha social, y nada tienen que ver con los linchamientos como puede comprobarse continuamente.

Ésta es la historia que no quieren contar quienes siempre están del lado del poder que ejerce todo tipo de violencias contras las personas. Siempre denigrando, distorsionando las cosas mejores que genera la especie. Siempre defendiendo a los más violentos.

La violencia humana es toda cultural. No hay ninguna pulsión biológica que no podamos moldear con nuestra imaginación, con nuestro pensamiento, con nuestra cultura. El genio del patriarcado es habernos hecho creer que la violencia del Hombre contra otras personas, y contra «las mujeres», es biológica = inevitable = natural. Lo natural es la empatía. La violencia nos horroriza. El genio del patriarcado ha sido construir un Ser Hombre y un Ser Mujer, dos únicas opciones clarísimamente definidas respecto a los papeles que tienen necesariamente que desempeñar y concebidos a partir de dogmas religiosos de binomios contrapuestos (hombre = el bien, mujer = el mal, hombre = la guerra, mujer = el hogar, hombre = la razón, mujer = el sentimiento, etc.), que le han prohibido el uso de la violencia física a las mujeres y se lo han impuesto a los hombres para construir su «hombría».

Pero la violencia es una capacidad compleja de la mente humana. Y el que esté tan genderizada sólo apunta a lo absolutamente cultural que es su expresión. Cuántos hombres se horrorizan ante la idea de ejercer violencia física y cuántas mujeres desearían mucho ejercerla! La atroz violencia del Hombre contra las mujeres, la violación, bien, no tiene nada que ver con el sexo. Las mujeres también tienen pulsión sexual, y no violan. Porque la violación es un aprendizaje cultural de violencia del Hombre contra las mujeres, muy específica. Que se adoctrine a los hombres a que así es es parte de los dogmas del Sistema patriarcal, parte de sus cimientos del horror.

Pero el hecho irrefutable es que la mente humana es capaz de cualquier cosa: que la desarrollemos desde la limitación de lo que se espera de ella por el género que te ha tocado en sociedad es cruel e idiota, sólo alimenta las violencias del mundo patriarcal.

¿Por qué las mujeres con inteligencia feminista no han propuesto el medio de la guerra contra el Hombre, dado el nivel y la complejidad de violencias que reciben de él, incluida la del ninguneo de sus existencias como seres humanos? (basta ser representadas por Él). Quizá el hecho de que las mujeres no sean sicópatas que violen y hagan cachitos a los hombres no sea un hecho biológico, sino de aprendizaje cultural y luego de aprendizaje vital: quien ha sido objeto de la violencia, como la mayoría de las personas en las guerras, abomina de la violencia y prefiere buscar otras salidas. Quizá la experiencia de siglos de las mujeres como objetivo de la violencia patriarcal misógina que sustenta el sistema (las tiene encerradas y sirviendo) ha sido suficiente para desarrollar la inteligencia de que la violencia no nos sirve para resolver problemas, sólo para generar más mundo esclavo. Existe otro factor vital, claro: que llevamos el Sistema en la mente, en el cuerpo y esto repercute en nuestras ideas, sentimientos, relaciones, lenguaje. Si fuéramos a juicio, todas las personas tendrían crímenes patriarcales de los que responder. Por eso usamos esta idea sólo como metáfora, aunque no estaría nada mal poder hacer cumplir las leyes que ya existen, respetar los derechos humanos incluidos de verdad los de las mujeres, y llevar a juicio a todos los violadores, en paz, en guerra, en burdeles, en casa, en la calle. Para la violencia misógina cualquier espacio es válido.

Se ha disuelto una gran mentira que inició el propio Miguel Hernández en una carta a Josefina, su novia de Orihuela (para restablecer la relación), y que redondeó la crítica: que El rayo que no cesa, poemas de amor y sexo, estuviera dedicado a la novia. El rayo era Maruja Mallo.

Miguel Hernández, en su cuarto viaje a Madrid, fue amante de Maruja Mallo, y por la represión sexual que llevaba encima por la época (no se había acostado con su novia del pueblo), es fácil de imaginar la vehemencia desesperada sexual de cuando ella ya no quisiera seguir siendo amantes. Y de ahí los poemas, y de ahí los poemas que la presentan como cruel. Pero quien haya conocido eso del sexo (tanto porque se haya acostado con gente virgen con la que luego no se puede seguir, como por haber sido quien deseara apasionadamente), y lo que es la traducción a arte de hechos de la vida, imagina fácilmente que el hecho de que se sienta muy fuerte y se juzgue cruel a alguien que no puede seguir contigo es un hecho expresado artísticamente, y no un juicio que busca justicia. Se siente rabia, se quiere hacer daño, se quiere sobre todo hacer reaccionar para que vuelvan contigo, pero es todo el mundo de la expresión artística, no una descripción objetiva, justa de una relación.

(En épocas de intensificación hacia una guerra, la gente se necesita aproximar físicamente más, y había gente acostándose con diferentes personas, incluido Miguel Hernández luego, al parecer.)

Recientemente, yo misma, al escribir un poema basado en la amistad perdidad con una antigua amiga, y al hacer un dibujo sobre cuatro amistades perdidas, no pretendo «hacer justicia» sino sencillamente plasmar lo que sentí al quedarme sin ellas, que puede ser un reflejo de algo real o no, o sencillamente un reflejo de cómo procesas los hechos. El poema tuve que «disfrazarlo» con el plural, cosa que no está mal (salvo en una estrofa que tendré que trabajar) porque de algo particular surge un reflejo de un asunto que atañe a mucha más gente. Del dibujo, he tardado en subirlo por dudas, hasta que las he descartado por esto mismo, porque una cosa es cómo nos sentimos y otra la realidad de todas las personas implicadas.

Los curas lavaron el cerebro a la población sobre que pensar algo (imaginar) equivalía a hacerlo, y esta tara la arrastramos y es siniestra –y no digamos si le sumamos la misoginia atroz. Porque el hecho es que no es así: estaban enseñándonos a congelar el pensamiento y ser obedientes, esclavas y esclavos. Pensar en que se muera alguien no es igual que matar, no cabe en ninguna cabeza sana. Y el arte es una vida pararela en ese sentido. (Las feministas artistas, por ejemplo, jamás han pedido la pena de muerte para el Hombre, pero si lo hacen trizas en algunas obras. Y es que no es lo mismo. De hecho, la violencia expresada tiene relación con la recibida, no con la emitida en la vida real.) Miguel Hernández se sentiría furioso, rabioso, partío de dolor, claro que sí, pero eso porque se produjo una ruptura en una relación que necesitaba y quería. Que Maruja Mallo no quisiera seguir con esa relación sexual (y digo sexual porque siguieron colaborando artísticamente y siendo amigos) no implica que ella fuera una persona cruel, fría, que utilizaba a los hombres. Un poquito de por favor.

Por cierto, Sorpresa del trigo lo pintó Maruja Mayo en 1936, el último cuadro pintado en Madrid antes de irse a Galicia con las Misiones Pedagógicas, y de tener que huir a Portugal por Tuy cuando Franco inició la guerra civil. En este cuadro está también Miguel Hernández, su amigo y compañero republicano.

(Editado luego para meter lo de mujeres y violencia en arte.)

Después del efecto que tuvo la guerra de Vietnam respecto a movilización social contra la guerra, en los ochenta la administración Reagan desarrolló la llamada Guerra de Baja Intensidad, en la que al menos la teoría era que armas y campos de batalla quedarían reducidos al 20% del total de lo que era hacer la guerra.

Por desgracia, las poblaciones no se detuvieron lo suficiente a analizar este hecho, y conservaron la idea de guerra que ya, de hecho, era antigua y no contemporánea. Quienes no tienen escrúpulos han evolucionado mucho en su idea de cómo abusar, explotar, reprimir, oprimir y asesinar. Y la gente activista ha desarrollado la acción directa noviolenta y métodos noviolentos como nunca antes. Pero la población sigue siendo bastante inconsciente de lo que es lucha, de que están usando la noviolencia para luchar, y de lo que es violencia y guerra, de cómo ha cambiado esa realidad en los dos últimos siglos. (Ayudaría un poco de consciencia por parte de las poblaciones en estos temas. Luchamos con noviolencia casi todos los días, enfrentando todo tipo de violencias, y con esta lucha nos va mejor que si usáramos los medios que la propaganda patriarcal registró que eran los únicos que usaba la especie. Pensemos en «las feministas» que a lo largo de la historia no han caído en la torpeza o indignidad de proponer un mundo tan violento como el patriarcal, a pesar de siglos de violencias en su contra.)

La Guerra de Baja Intensidad incluyó el «frente» de la propia población: desinformación y neutralización radical de cualquier pulsión a lo social (llegaron a crear ONGs en el marco de la guerra, o sea, con un objetivo contrario al explicitado, para «ayudar» en el extranjero).

Actualmente, no puede ser ya escondido ni disimulado: el concepto de la violencia para el poder lleva ya décadas de práctica en hacer la guerra, en ejercer la violencia, sin tener que usar armas ni golpes en la calle.

Yo lo llamo la Neoguerra del Consumismo, los Desahucios y el Desempleo. Llamémoslo las guerras de las sociedades industriales-tecnológicas. O más cruelmente, la Guerra en la Democracia.

Lo asqueroso de que periodistas en puestos de poder pregunten: «¿Y cómo se sienten los hijos de las personas que son escracheadas?» es esto. Que no identifican la extrema violencia de la guerra que se ejerce contra la gente. Cierto que una cosa es la autodefensa y otra el linchamiento, pero la gente de los escraches no ha linchado a nadie, están presionando porque son objetivos de la Neoguerra del Consumismo, los Desahucios y el Desempleo.

La crisis existe porque hay un puñado de seres en el planeta que acumulan riquezas astronómicas inimaginables. ¡Un límite a las riquezas ya! Si hay gente que necesita ser rica para vivir, que lo sea, pero no a costa de todo el mundo y el planeta. Tiene que ser un crimen poseer más de X dinero. Tiene que suceder ya, con esa prontitud con que responden los irresponsables políticos al gran crimen del escrache, un recurso de la Acción Directa Noviolenta de la desesperación ante el abuso sin límite y reiterado hasta la náusea, como sabe cualquiera que sepa de escraches en el mundo.

(editado viernes 12, 12.20pm)

Cumpleaños

Hay problemas sin solución, y uno propio es mi relación con los cumpleaños: puedo imaginar que quizá a una persona pequeña (pero me pregunto, ¿todas?) pueda llenarla de amor estar rodeada de personas que la quieren y celebran su nacimiento, deseándole cosas buenas, dándole besitos y encima regalos! y comiendo cosas ricas ese día y tomando bebidas especiales. Pero yo no soy una niña y no podría sentirme así (si es que sienten así, que puede ser que sí). Me intimida la idea de ser el objeto de todas las miradas al mismo tiempo, ser la prota de «mi día». Entre personas adultas, lo bueno es que todo puede ser bastante ordinario. Me admira, con todo, que se atrevan, pero les he visto llevar una caja de bombones y ofrecerlos. A cambio reciben felicitaciones. En fin, ni esto, no, a mí, que tanto me gusta celebrar cada día, esta celebración me intimida. Cuando era joven y expliqué esto a mis relaciones ocurrió que pensaron que se me pasaría organizándome una fiesta sorpresa. Por qué el ser humano piensa que cuando dices «No me gusta eso» estás pidiendo que te lo hagan tragar es algo que sé explicarme. Respecto a aquella fiesta, escapé, y sin duda me abrió una brecha con esas personas, que no querían o sabían escuchar cuando lo que oían era tan contrario a la tradición y las costumbres. Por eso, después de esto, que ocurrió hace más de 30 años, no volví a decir cuándo cumplía años.

Hoy cumplo medio siglo en el universo y como existe Internet, que proporciona formas alternativas para la socialización, me he atrevido a compartirlo. Es cierto que llevo todo el año 49 revisando cosas en mi cabeza, y que así seguiré este año 50. Porque quiero pasar los próximos 50 años más propia si cabe, más libre, y sufriendo menos, pasando menos penalidades al menos con la gente.

No ha ocurrido lo que me auguraban las personas estrechas de miras, desde la infancia, en la adolescencia, en la universidad, fuera de allí, siempre, ¡siempre!: «cambiarás». He aprendido mucho, y evolucionado, pero no ha cambiado esa esencia vital de necesitar la libertad para respirar y latir, esa lucha contra la injusticia, a favor de las cosas. Eso que tanto generaba que te dijeran: «Ya se te pasará» no ha pasado. Sigo aspirando a la luna, o siendo «anarquista» como dijo con pesar un profe que tuve, augurándome una vida «problemática». He vivido una vida intensa y de lucha contra la imposición. No era una cosa «de juventud». Es una cosa de derechos humanos, derechos de vida. Habrá a gente que eso le pase sólo en la juventud, pero ése no ha sido mi caso.

Lo que sí es cierto es que no me he casado (ahora que lo pienso), pero eso no ha significado que no haya conocido el placer (por la parte de sexo que tiene casarse, ¿no?), que no haya experimentado la felicidad en una relación monogámica, o que no haya sido capaz de comprometerme en proyectos altruistas (que tener hijxs no es el único proyecto de vida posible). No es casarse, al menos, para la mayoría de los casos, pero es que yo no he querido casarma nunca. De hecho, quiero a mi amor cada día. No sé mirar más allá.

Tampoco he querido tener hijas o hijos y por suerte, no los he tenido. Y por más suerte, la persona de la que estoy enamorada tampoco ha querido tener descendencia. Así que feliz en ese tema tan lleno de trampas. No hay un fondo de tristeza o vacío en mi mirada respecto a esto. Y cuando saludo a las nenas y los nenes mi cuerpo no me manda mensajes de querencia, ni mi emoción, ni mi cabeza. Me asombran las personas pequeñas, simplemente.

Mi relación con el dinero se ha mantenido mala, entiendo que algún problema tengo, pero hay una directriz vital con sentido: nunca he conseguido darle suficiente importancia al dinero, y ya sé que ser vagabunda, y pobre, no te cambia esa falta de querer. Sencillamente sufres cosas físicas, y mueves el culo para ganar dinero para no pasarlas, pero eso no equivale a concebir tu vida en torno al dinero, concebir todo lo que haces en función del dinero, y lo que puedes hacer con la gente. Sin dinero se puede hacer muchísimo, y sobre todo, vivir (y dos de mis favoritas: conversar y tener orgasmos). Que nuestras sociedades nos impongan tener que tener algo de dinero no debería llevarnos a esos extremos a que llega tanta y tanta gente, por dinero.

He conseguido controlar mi violencia y aprender a procesarla desde la acción noviolenta, creativa y a menudo incluyente de humor. Por eso sé tanto de la violencia y de la noviolencia. Además, tengo un profundo análisis sobre el tema desde la inteligencia feminista, lo sepa contar o no. Y si tuviera tiempo un día, debería escribir sobre esto, la verdad.

He sobrevivido al sistema educativo, en la guerra y en la paz. Sobrevivo día a día en un mundo donde el patriarcado impone sus violencias de pesadilla, desde La Familia a las Corporaciones, siempre desde las más brutales a las más retorcidas y disimuladas.

Y aunque haya días bajos, básicamente, sigo disintiendo, y luchando amorosamente, por amor.

El patriarcado se ha impuesto porque su base es ejercer la violencia sin límite, total. Están, claro, los Hijos Rebeldes que se llaman revolucionarios del Sistema y no son más que sus perpetuadores. Como el Padre, no ven toda la realidad, sino sólo la que el Padre mande, y la que les conviene. No ven la lucha de la gente que no lucha aterrorizando, sino por amor a la justicia y la libertad y la vida buena.

Frente a la violencia patriarcal, no hay violencia que la venza. Sobre si podrá la noviolencia, sigue estando por ver. Esta lucha es la que nos ha traído lo bueno que tenemos en el mundo, justamente, aunque se la invisibilice continuamente, entre otras cosas porque la han realizado masivamente las mujeres, y le feminismo como movimiento social.

Sin desarrollo de la inteligencia feminista, no se verán las cosas. Las cosas no son que la violencia lo puede todo. La violencia se impone, pero es la responsable del horror del mundo. No ha conseguido más que tararnos la inteligencia, sufrimiento y destrucción. Y lo que demuestra que la violencia no sirve como sistema es que incluso ésta, al no poderse sostenerse total y absolutamente porque se habría autodestruido radicalmente, ha tenido que generar sistemas de violencia no física directa, con aspectos de noviolentos pero no pudiendo serlo porque sus intenciones son violentas.

Saturada de violencia, saturadas de violencia, y la especie, debería estar ya saturada de violencia y tara mental. Deberían apostar por lo que somos capaces de hacer bien, y dejar de cantar a los modos patriarcales de creación de problemas.

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http://internacional.elpais.com/internacional/2013/04/02/actualidad/1364925579_010447.html

http://www.mujerpalabra.net/creadoras/michelle/pages/poemas_cuadros/poemas/nosoyungranodeanis.htm

http://www.mujerpalabra.net/frases/?p=773

 

lamujerestienenmenteshumanas

MODIFICADO, QUE HABÍA FRASES QUE NO SE ENTENDÍAN!

Qué pesadez. ¿Cómo cabe en una mente humana (libre) concebir que cuando al fin las personas descubren que lo que antes se explicaba como magia, brujería o espiritualidad era algo humano, de nuestros cerebros el surrealismo (el subconsciente, inconsciente), eso sólo interesó a un grupo de personas muy concreto y poco numeroso con un líder, un mandón, el señor Breton, patriarca del surrealismo?

¡La historia patriarcal está llena de patriarcas que oRdEnAn y MaNdAn! ¡Es que tienen que distorsionarlo todo nombrando patriarcas! Patriarcas y «los primeros» que hicieron algo. Qué idea tan distorsionante… Pues no hay personas que llegan a lo mismo en sitios muy distintos… de siempre… aunque no nos conste en la jodía historia patriarcal…

¿No habría más bien millones de personas (en especial, artistas) que estarían explorando este hallazgo en el siglo del descubrimiento del subjetivismo?

Y Maruja Mallo (aquí un hombre ha subido un montón de obra, lo que es una suerte!) sin duda alguna, ¡cómo no! Lo que no quiere decir que hiciera lo que ordenara Breton ni que sólo hiciera eso.

¡Pero qué pesado es leer las tonterías que se escriben desde mentes que no se plantean preguntas, sólo un afán de decir algo que les haga ocupar un sillón en la historia o que les permita ganarse la vida! Lo último, recoger algún rastro que posibilite algún grado de conocimiento.

¿No tuvo Picasso épocas? ¿Qué pasa, que si eras una mente exploradora pero con un cuerpo con vagina tendrías que aspirar a una etiqueta (yo no estoy en contra de los nombres, pero los nombres son etiquetas cuando se usan para mutilar)?

Miro los trabajos de Maruja Mallo y veo cosas distintas, increíblemente distintas, pero creíblemente distintas porque vienen de una mente capaz de mirar por encima de todos los muros y de hacer conexiones sorprendentes! Y veo que tiene épocas, claro, de exploración de tal o cual, como toda persona artista: hay cuadros donde se ve el impacto del surrealismo (no del del Patriarca asesino sino de lo que fue el impacto en las mentes artistas humanas), y hay un montón donde hay cubismo, abstracto, modernismo/futurismo, dadaísmo. Y costumbrismo («lo popular», lo único que el museo reina sofía tiene de ella). Y también hay algo que hace ella que es conectar lo moderno con la Grecia clásica, y con la Ciencia. Hay millones de conexiones. Millones de preguntas: mira el universo y le da orden humano o encuentra tal diversidad en la naturaleza que puede encontrar un orden posando la mirada en un punto, y ese orden nos vale a las personas? (no a los patriarcas, enfermos de sólo querer imponer su jodío orden, qué pesadez, qué bombardeo, nada les basta, nada les contiene! Qué abuso de pesadilla!)

Y eso sí: ni una página de citas de ella en Internet. Con todo lo que debió hablar y escribir!

Protoesquema, s.f. (h. 1982) – usado girado 45º a la derecha, en la portada del libro que tengo, escrito por Estrella de Diego, y publicado por la Fundación Mapfre, 2008

Maruja Mallo en su estudio, 1936 (Madrid, quizá) El cuadro «El milagro del trigo» es de este año y está ahí, así que ésos son cuadros del año, o alguno más!

En 1943, tiene una serie (de pocos más años) de Naturalezas Vivas, y ésta además tiene el subtítulo de Vida Vibrante.

Se ve que exploraba algas… Algas III, 1943 – cómo van creciendo

Seguiré posteando sus cuadros…

Ya lo dijo Lakoff. Y es que no hay manera: en cuanto hay una diferencia de opinión, se establece, en el mejor de los casos: mejor dejarlo. Ni curiosidad, ni ganas, ni nada. Mejor dejarlo. Hay un rechazo radical al diálogo, que es decir, a la exploración, a la posibilidad de colaboración, de construir algo más allá de lo que cada cual saque individualmente (aprender a explicar mejor las propias ideas, p.e., o abandonar una idea que resulta no ser muy buena).

Defender, atacar…

El lenguaje lo dice todo de nuestro sistema conceptual.

Pero eso no es decir lo limita todo. Porque tenemos una mente compleja, con un potencial increíble, que no queda contenido sólo en el lenguaje. Ya nos lo dice la intuición, la inspiración (arte, sueños), esas vivencias de que hemos procesado mucho más y sin lenguaje.

Así que habría que luchar por comunicarse, realmente. Las redes sociales ofrecen espacio para eso, oportunidad, de difundir pequeñas experiencias distintas que plantean preguntas.

En 1994 cuando tras 8 años de trotar el mundo decidí terminé una carrera, para acceder a la enseñanza pública, el profesor de quinto de filología, literatura estadounidense, al llegar las dos únicas autoras del temario se las saltó, con una excusa. A la salida de clase, le comuniqué que no volvería a sus clases, porque yo sí escuchaba la omisión, y era el colmo que para lo que había de no omisión, la ejecutara implacable. «Pobre hombre», «loca mujer». Es una pesadilla. El buen hombre me dijo: Da la clase tú sobre ellas, si quieras. Yo debiera haber sentido gratitud, pero respondí: A ti te pagan por este trabajo, yo sólo soy lectora de estas mujeres. Pero pasaron los días, me quedé sin clases de literatura, y con el cargo de conciencia de que había tenido oportunidad de dirigirme a la clase, para dar a conocer a esas dos autoras y había dicho que no. Así de locas y déspotas somos las feministas. Así de buenos hombres son los hombres que nunca nos echan de menos, no necesitan buscarnos, escucharnos, aprender de nosotras. Se bastan y se sobran, y si te miran cuando explican, tienes que sentirte especial, y generar gratitud.

A los tantos días, acepté dar la clase sobre las dos autoras, al cabo de un tiempo. Me preparé una selección de poemas de ellas, y como intro, escribí una página titulada: «Sobre la necesidad de leer a mujeres y de que las mujeres puedan ser modelos».

A lo largo del curso, el profesor universitario, hablando de los escritores, mencionaba también su suicidio, si se habían suicidado, y el cuadro era el de un contra héroe, pongamos, Hemingway. Debíamos fundir el interés en su obra, con la admiración al Hombre. COMO SIEMPRE, SE NOS DEJARA O NO ACCEDER AL CONOCIMIENTO.

En lugar de presentarme a mí, con mi pequeño nombre, y sencillamente contando por qué iba yo a dar la clase (gratis), habló de lo que hizo una de las escritoras cuando se suicidó: dejar una nota y un biberón, para que quien viniera se encargara del bebé, o sea, para que el bebé no pasará penalidad alguna. LA REACCIÓN DE LA GENTE SE RESUMIÓ ASÍ: Qué mala madre. Y ya dio igual lo que leí, mi intro, los poemas. CUANDO TERMINÉ VARIAS MANOS SE ALZARON PARA DECIR CON DESPRECIO QUE QUÉ MALA MADRE, QUE CÓMO HABÍA PODIDO HACER ESO. En quinto de carrera en la Complutense, a finales de los años 90.

Y eso sí, por extensión: qué grandes hijas de puta las feministas, siempre amargando a todo el mundo.

Ni curiosidad feminista, ni la mínima decencia de aceptar críticas racionales Y empáticas, de una gran inteligencia y de un gran valor, en todos sus sentidos, así operan los defensores del Sistema patriarcal, y la masa que los apoya.

Dime a quién desprecias e insultas y te diré a quién obedeces.

EPÍLOGO

De ahí en adelante, me hicieron el vacío en clase. Al punto que al profesor le di pena, y un día después de clase se me acercó como para que me sintiera incluida, existente. Pero eso me dio igual, claro (la inteligencia sirve para mucho más). Lo que dejó una huella mejor labrada de espanto abstracto (frío, como sordo) en mi memoria fue esto: a partir de aquello escribí unas tiras de papel que se titulaban: «¿Por qué no leer y regalar a escritoras?» y una lista de diez autoras y títulos. Pues bien: los arrancaban de los tablones, o escribían cosas como: Porque no! Me pasé el resto del curso poniendo mis papelitos y viéndolos arracados y tachados! Increíble. Y… patético. ¿Pero a quién se lo parecía? Seguramente no incluso a esos pensadores aportan su trabajo (remunerado) a nuestra cultura.

para cartel

I don’t really think in terms of explanations (Leonora Carrington, from video below)

If I’d been anything else I would’ve been a teacher (Vanessa Redgrave, from video below) (I wanted to dance.)

I had a gift, but I kind of resisted that idea. … she just got up and said … No, it’s a gift and I born with it. …

(Volando voy, volando vengo)

Estoy en insumisión radical: no me basta ya con tener relaciones que me respeten lo justo, y me aprecien bien. No voy a mantener relaciones con la gente que por inteligente que se conciba, contribuye activamente al ninguneo de personas tan valiosas para la especie comos las personas con inteligencia feminista. Estoy cansada del abuso. El problema es suyo. Que lo asuman.

Cuando era una mujer joven, me ocurrió que me encontraba manteniendo conversaciones interesantes con hombres. No sabía yo, claro, nada de qué hondamente impacta la cultura patriarcal  nuestras identidades. Me sorprendía que al rato de aquellas conversaciones ellos siempre encontraban que era un proceso “natural” pasar a mantener relaciones sexuales. Resultaba que el que un hombre conversara contigo como si tú fueras un hombre, tenía un precio. Pero esto no lo supe con palabras hasta muchos años después. No les interesaba en realidad lo que yo pudiera aportar intelectualmente (o sí, también, aunque siempre menos que lo otro). No hablo de hombres machistas sino de hombres que no se consideraban machistas, ni yo a ellos; en realidad en nuestros mundo ni existía la palabra “machismo”, ni el análisis del sistema social en el que vivíamos, ni sin duda alguna la palabra “feminismo”. Que yo sin sentir el mismo deseo me dejara llevar a la cama me lo explico como el mismo silencio pero hacia mí misma (de obediente a los mandatos patriarcales) que hace que las niñas callen a pesar de su malestar intenso cuando el viejo amigo de la familia las agarra de los genitales para montarles a caballito.

Gracias a mi cabeza, he podido mantenerme aprendiendo, lo que es decir inocente y vulnerable (abierta y vital). Y esto me ha llevado a relacionarme intelectualmente con las mujeres, en una relación igualitaria y libre. Sin trampa. Sin sorpresa que luego destapa que has sido utilizada. Eso sí, con tu propia colaboración.

Relacionarse con mujeres, a nivel intelectual, afectivo y emocional, haciendo todo, cualquier tipo cosas, incluido el arte, el activismo, transformando el mundo (“sin que se enteren (porque no quieren, claro)”), y también sexualmente (con ellas esto “surge” cuando el deseo es mutuo, y no como premio al esfuerzo de “hablar y hablar”), es más libre, más relajado, está más lleno de vida y potencial, de ideas, de conexiones, es más placentero que con la gran mayoría de los hombres (que siguen insistiendo en sus miedos y consecuentes violencias en lugar de aprender a escuchar y a convivir. Con mujeres, es como estar con una persona, con una persona como tú, diferente pero sobre la tierra, bajo el cielo como tú. Es mucho mejor que la “igualdad”, yo lo llamo “libertad”.

Así que no me sorprende nada de cosas que dice Annie Leibovitz sobre Susan Sontag. Puedo comprender con la mente y el cuerpo de lo que habla.

Y bien, que siga la sociedad ignorando todo lo valioso y apoyando el sistema de violencias. No saben lo que se pierden. Una fuente de valioso aprendizaje, como poco.

Hay un sola mujer y en un momento el entrevistador la pregunta algo, y ella dice, «bueno, esa pregunta me cabrea porque siempre piensan peor si eres una mujer» (no sé de qué hablaban, es sólo la idea general de su crítica, la de ella), y el entrevistador, ciego, inconsciente, a cómo la cultura nos influye lo queramos o no, suelta el comentario de superioridad infinita, y mentiroso en su supuesto halago: «Es interesante que lo veas así (cómo se puede ser tan cabrón), porque yo no estaba pensando en eso cuando hice la pregunta». Claro, listo, pero está claro: si eres una mujer en un país en guerra y te ganas la vida como reportera, y ves morir a niñas o niños, no se piensa de ti lo mismo que si eres hombre.

Cuando yo volví de trabajar en países en guerra nadie me invitó a hacer una gira, como se hacía con los hombres que volvían –y quizá con mujeres (me consta que en cualquier caso sería mucho menos) de las que linchan «a las feministas» para ganar el «respeto» de los líderes de izquierda de su barrio. Pero claro, es mucho más fácil hacer lo que manda la cultura: sospechar de ella, de que ella tiene algo muy oscuro y malo. ¡Cuánto más miedo da una mujer «loca» que un hombre! A pesar de la realidad de violencia del mundo, protagonizada horroríficamente por «los hombres».

Es como me pasó a mí en la universidad: al hablarnos de los escritores, si se habían suicidado, como Hemingway, quedaban presentados como antihéroes merecedores del respeto del papel. Sin embargo, cuando presentó el profesor a las dos únicas mujeres reconocidas como escritoras en quinto de universidad Literatura estadounidense, lo primero y único que se dijo, porque lo primero ya dejaba claro mucho, fue que se habían suicidado, y que eran madres, y que Silvia Plath dejó el biberón preparado (hecho que se interpretó como el colmo de la maldad?! y no como el hecho trágico que fue, y conmovedor si empatizas un mínimo con la presión a la que se somete a las mujeres para ser madres y lo que se las exige siempre: que sirvan a la humanidad y no tengan identidad propia). Y todo el mundo pensó, lo que una persona exclamó y nadie comentó: Qué egoístas. Qué grandes hijas de puta, verdad? Ah, sí, pero mi pregunta no era por eso, yo escapo al efecto de la cultura, estoy en otro plano.

Lo más triste de esto, es que si más gente han visto el documental, muy posiblemente piensen en lo clásico, que el análisis feminista distorsiona la realidad exagerando cosas sin importancia. Tan poco, tan poquitito, se puede conceder a la realidad siniestra de que las mujeres son seres inferiores para la especie. El Hombre, la medida de todas las cosas, nunca ha significado «las personas», «los seres humanos».

Es un documental sobre el hombre, no sobre las personas. Y han metido a un mujer no porque necesiten explorar ese lujo de saber lo que un ser humano con un papel muy distinto en la sociedad siente o piense.

Y con esto estoy diciendo que muy mal, el documental? No, hostias!, no! Me parece necesario que veamos a las personas hablando con sinceridad de algo. Lo que pido es que se incluya a las mujeres, lo que exigo es que se nos tenga un mínimo respeto, joder. Qué mala!

Hay que vigilar las interpretaciones, porque muchas siguen siendo nefastas (con el fin no declarado de validar el orden existente). Por ejemplo, con equipos interdisciplinares, pero no sólo de gente que estudia diferentes ciencias!! Tienen que estar ahí personas como activistas sociales, y personas artistas, y personas relacionadas con el conocimiento del lenguaje!

La ciencia al fin tiene caminos donde los dogmas religiosos no mandan. Combinada con el conocimiento de la vida y las sociedades desde varios lugares, no puede más que ayudarnos a ser mejores, pienso.

En mi pequeña experiencia como profesora, por ejemplo, ya con más de 20 años de experiencia volví a la universidad (90s) para hacer algún curso de lingüística (a nivel doctorado) y saber si mi metodología de enseñanza tendría sentido para las ciencias. Y encontré más apoyo en las ciencias que en los usos y costumbres de la docencia!!

Ahora en Qué son las lenguas, por ejemplo, leo hipótesis del autor, o de gente a la que ha leído, y veo que por el camino que yo tomé: aprender mientras enseñas, he llegado a ideas incluso iguales!

Hoy leyendo sobre el origen del lenguaje humano (que no es cuando al fin se da el paso de la sintaxis) he «visto» las cosas que yo explico en clase!!: Useful Language, Body language, Automatizing Production for fluency and accuracy and to avoid literal translation, using the multiple resources we have to understand, listening to the music of the language, thinking of context and situations…

 

Todo ocurre simultáneamente, en y desde todo tipo de direcciones.

Esto no niega el peso de un sistema de siglos en la naturaleza de las sociedades que tenemos, patriarcales, que es como decir, basadas en la prevalencia de una minoría violenta y sin escrúpulos (o que no consigue concebir que toda persona contiene una mente humana) que usa todo lo que tiene a mano para mantenerse en su poder de violencias.

Es fácil comprender que frente a un ser sin escrúpulos («demente») es difícil defenderse, se use la violencia o la noviolencia. Sin embargo, lo poco que hemos avanzado en tantos siglos (o quizá sea mucho, quién sabe, a mí como mujer en las sociedades humanas no me lo parece, ya que las de mi grupo sólo parecen haber conseguido «tener derechos humanos» a partir del siglo 20 de manera más generalizada en algunas sociedades sólo, además), se debe a ese ocurrir de todo al mismo tiempo. Por un lado nos marca el sistema social y por otro hay quienes saben aprender más allá de lo que lo que deben aprender.