Nació en 1917, año en que también nacieron Leonora Carrington (pintora y escritora surrealista) y Carson McCullers (próxima a Faulkner al escribir, pero muy distinta).

Considerando el estrangulamiento que sufre esta escritora a manos de quienes han “heredado” sus derechos de autora (que además la tía y su ejército de abogados persigue legalmente a todas las webs y blogas que quieren apoyar la difusión de su obra), estoy pensando en hacer un dibujo de ella, basado en una foto (este artículo lo quiero traducir también, está muy bien) que posiblemente fuera tomada hacia el final de su vida (1917-1973), y traducir menos su relato “Simple Pleasures“, “Placeres sencillos” (patatas asadas), que escribió en algún momento entre 1944 y 1951 (parece que en 1946, cuando tenía 29 años) y que publicó en 1966 en una colección de relatos y obras de teatro que tengo la suerte de tener porque mi amigo Fernando lo encontró creo que en Los Angeles y me lo regaló a su vuelta.

Me enfurece lo indecible lo que considero una visión misógina sobre su literatura, artículos de la prensa española, escritos por hombres insensibles e ignorantes: visión incapaz de entender que no todo el mundo posible ha sido imaginado por ellos. Dicen que sus historias son malas. Pues bien, señores, no todo el mundo quiere escribir “historias” tal y como ustedes las conciben. Lo que pasa es que hay literatura que te lleva en viajes a lo desconocido. Si no se puede hacer el viaje, guárdese el mínimo respeto de no echar mierda a lo que no se comprende.

(Para mí, lo que intenta captar, describir, plasmar son los procesos desconocidos inconscientes de la mente humana en su fluir del día. Es puramente exponente de aquello que se llamó en el mundo anglófono, el modernismo (distinto a lo que se entiende en español por esta palabra), captar instantes, el de Dorothy Parker (nada conocida para el público mayoritario), Katherine Mansfield, Virginia Woolf, y otra gran olvidada que a mí me asombra, Jean Rhys.)

Jane Bowles lo sabía, supongo, que no la leían e incluso que no la leerían. Tras la publicación de Two Serious Ladies / Dos damas muy serias (1943), escribió en una carta a su compañero Paul:  “I am serious but I am isolated and my experience is probably of no interest at this point to anyone.” Trad.: “[Voy en serio]?, pero estoy aislada y mi experiencia probablemente no le interese ya a nadie”.

Toda mi furia contra el mundo por esta autora. Como por Camille Claudel (ay, y no voy a dejar que me lleguen más nombres y más no nombres que nunca conoceremos), lo que le hicieron a una impresionante escultora que tuvo que sufrir la tortura que debe de ser no poder crear porque te encierran en un psiquiátrico. Sométete, experto-de-mierda, a la incomprensión radical, y ya veremos cómo lo llevas, qué haces. Canalla.

A las personas que tienen el don de explorar deberíamos amarlas y apoyarlas, porque hacen lo que casi nadie se atreve a hacer, su vida, sobre el alambre del mundo.

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