Abro el correo y de pronto sé que no me llegará uno tuyo. Un mensaje breve, escrito con una sonrisa, aunque todo está en contra, incluso yo, que lo veré infrecuente, insuficiente, lo sabes, que me hará protestar, porque contengo la memoria olvidada de mundos que fueron que no retuvimos por algo, más bien, por personas, un correo que protesto como si no existiera algo más rotundo, pongamos la muerte, porque en el mundo no hay espacio para nuestra vida de personas que se aprecian, sólo años sin tiempo ni espacio, así de suspensos tú y yo en el mundo exterior, con gente que requiere, necesita, pide, toma, quita y sin querer no puede ni siquiera dejar un poco respirar, no a ti. Y ahora, así, abrir y nada, nunca, no de ti.

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