Category: No pasaremos a la historia


HÉROES Y NADAS. Cuando un hombre sale al mundo a defender que el resto de las personas tenga derechos, es un héroe. Se le respeta con sólo tener noticia de ello. No hacen falta comprobaciones. Se le venera. Cuando una mujer hace lo mismo, no se la ve, no se la reconoce ningún mérito. Es su obligación: cuidar al resto. Algo biológico, sin mérito, por tanto.

HÉROES Y LOCAS. Cuando un hombre lucha por el resto, es un héroe. No hay duda alguna. Todo es admiración. Muestra nobleza, solidaridad, coraje. Cuando una mujer lucha por el resto, se duda siempre, como cuando denuncias una violación. Ella da miedo. Hay que cuidarse de ella. Y además, en lugar de nobleza, se la ve histerismo, en lugar de solidaridad, exceso, en lugar de coraje, violencia.

(Del muro de mujerpalabra en Fb)  SOBRE NOVIOLENCIA. La población debería pensar más en esto porque se tienen ideas muy raras sobre algo que puede suponer vivir una vida con más calidad en muchos sentidos. Se cree que la gente noviolenta come sólo lechuga, pone la otra mejilla cuando les atacan o agreden, suspenden el uso de la inteligencia crítica, y ceder sumisamente, lo que se dice «ser flexible» que quiere decir «ceder en lo que no se puede ceder», para no disentir jamás con nadie bajo ningún concepto. Y algo importante: que sus principios inviolables les impiden alzar la voz. ¡Y cómo no se ven un montón de violencias que se ejercen a diario! (conceptuales, actitudinales y de palabra, por ejmplo).

Realmente debería sentarme a escribir sobre este tema. Si tuviera tiempooo! Cómo me gustaría escribir sobre violencia y noviolencia desde la inteligencia feminista! Suspiritos!

Martin Luther King decía: «Los que (en masculino, claro, como siempre: el mundo concebido desde el patriarca y dirigido a los patriarcas) aman la paz deben aprender a organizarse con tanta eficacia como los que aman la guerra». Lo sé porque su mente no tenía nada de inteligencia feminista. El día de celebración cuando dio el discurso «I have a dream» Tengo un sueño, no dejó que las mujeres dieran discursos ese día, a pesar de que Rosa Parks, presentada eso sí como ama de casa cansada y no como lo que era además, una activista, ya era «famosa». Les dijo que ya les organizarían un día para ellas. Es decir, Martin Luther King era un patriarca, como Gandhi, y no podían ni concebir que quizá las mujeres activistas que les rodeaban (vistas siempre como eficaces secretarias o ayudantes) pudieran ser pensadoras y pudieran tener buenas ideas sobre cómo proceder para generar procesos noviolentos eficaces para transformar la sociedad. Ahora tenemos el movimiento feminista y la gente sigue sin ver su conexión con la lucha noviolenta más eficaz. ¡A desarrollar inteligencia feminista! ¡que seguimos sin terminar de arrancar! A dejar de tener miedo a las mujeres que piensan, hostias! A dejar de subestimarlas, desvalorizarlas, demonizarlas. Pesadez infinita, estupidez máxima! ¡QUE NO TENEMOS EL CHICHI PARA FAROLILLOS!

 

Yo gritoooooooo! li lo líiiiiii, Gritooooo, Gri-i-itooooo! Propongo una acción directa noviolenta: que gritemos cada vez que vemos que alguien use violencia conceptual o verbal en la vida cotidianaaaaaaa! A gritar! MOLESTO? LUEGO EXISTO! YO GRITOOOOOOOOOO, ALZO LA VOZ! Ay, voy a escribir un relato de esto: Alzo la voz! Escribamos relatos: relatemos todas las voces alzadas que nos han traído los derechos, y la gran diferencia de diferentes gritos! Los gritos de quienes se imponen (sobre todo si son varones o «madres» patriarcales) no se ven más que como naturales, legítimos, del orden, los gritos de las mujeres, histeria, sin duda. Pero resulta… resulta que pueden tener otra explicación! O no? Será que sólo somos histéricas excesivas incapaces y que nunca hay motivo de desesperación ni para alzar la voz?

Sobre el problema del egoísmo. El mayor problema no es que queramos cuidar lo nuestro. Eso no es un problema. Es lógico y natural. El problema se da cuando cuidar lo tuyo implica abusar del resto, o sea, violencia hacia el resto. Revisando frases conocidas, El límite de tu egoísmo está en los derechos de todas las personas. Ahí radica la diferencia entre el egoísmo noviolento y el violento o patriarcal, que perpetúa el sistema de violencia desde lo que Hannah Arendt al parecer llamó la vanalidad del mal.

Cómo se perpetúa la invisibilización de ciertos tipos de violencia

Monólogos del Patriarca

Es violento que nos grites, una agresión a nosotros y a la comunidad. No hay motivo, nadie ve que haya motivo, no son formas. No, el contenido es irrelevante y tus motivos, porque no hay justificación. Gritas porque eres excesiva e irracional. Eres la única que grita. Nunca antes habíamos tenido problemas así hasta que llegaste tú. Jamás hemos tratado mal a nadie, jamás hemos sido injustos o forzado situaciones, jamás reflejamos nuestros miedos y problemas personales en nuestro trabajo. Cuando tenemos problemas es porque la gente no comprende el peso que llevamos, que el respeto tienen jerarquías, como los derechos: hay gente que debe necesariamente tener más.

Nosotros no generamos problemas. Tú sí generas problemas, protestando sin motivo… Por eso nadie escucha lo que dices. No nos interesa. No nos interesa lo que diga alguien como tú, que grita.

Y tenemos que hacerte daño porque nos obligas, no es por gusto. Nos obligas.

HISTORIAS DE MI MADRE. Bueno, ahora me voy a echar un partida de póker online (con dinero de mentira, eso sí). Me recuerda a mi adolescencia tardía y primera juventud. Mi madre organizaba timbas en casa con mis amigas y amigos o con quien pilláramos. Empezábamos con 5 pesetas, y a veces apostábamos 25 ptas. O sea, jugábamos de dinero, aunque eran cantidades pequeñas. Jugamos también mucho con la gente que trabajaba en el circo, cuando venían a Madrid, el Price. Con buffalo bill y el domador de monos y el de leones, y la troup de acróbatas búlgara. A mí eso me divertía pero me ponía triste el circo y ya sé por qué, claro. Volviendo a mi madre y las timbas de póker, suena fatal pero era lindo e inocente. Me decía siempre, «Si tienes candidatos, tráetelos. Si no saben perder, no te líes con ellos», jajajaja… Mi madre fue adelantada a su época. Me dijo a los 16 lo que necesitaba saber para no quedarme embarazada. Yo entonces tenía como 10 años mentales y me parecía asquerosa la idea de besarse con las babas en la boca con nadie!! También me dijo algo que siempre he creído me salvó de muchas cosas: No tomes drogas con gente que no te quiera de verdad, y si las tomas, sólo pruébalas, no tomes la dosis que tomen quienes te las ofrecen. Cuando lo pienso, me admira. Ella sabía que yo volaría pronto y seguro que aunque temiera mucho que me pasara algo, temería más cortarme las alas. Y pobre! Siempre vivió con el complejo de ser una mala madre, con ese peso insoportable, y teniendo que escuchar a la gente decirla que una madre nunca haría todo aquello que hizo. Cuando me envió a las antípodas porque me preguntó y yo quise, para aprender inglés, la llamaron «mala madre», dijeron que quería «librarse de tener que cuidar a la niña». Qué barbaridad. La violencia patriarcal y sus caminos inexcrutables! Pues voy a echarme un poker! Para despejar la mente antes de irme a descansar. Y un abrazo a la gente que no ve cosas raras en las cosas inocentes y/o sabias.

Tengo un talento por el que no pasaré a la historia: puedo ver la luz de la gente, y también cuándo renuncian a ella en grados y cuándo se abandonan. Uso la palabra para avisar, porque todo siempre tiene solución mientras estés viva.

Con cada muerte de las personas que pueden ver la luz en sus semejantes, perdemos una memoria capaz de transformar la violencia más descarnada.

Suena triste pero el hecho empírico es que siempre hemos estado ahí, viendo luz en la oscuridad, generando luz con nuestra propia mirada, que mira y ve la vida que existe.