SOSPECHAR Y APRENDER A PREGUNTAR. Hay algo que siempre echo de menos en las miradas críticas, y es un rebelarse ante ciertos condicionamientos patriarcales, los referidos a conceptos y actitudes ante cosas que hacemos y decimos en el activismo. Pienso que es importante sospechar, entendiendo esto como hacerse preguntas sobre la intención subyacente y el hecho conceptual o verbal o de acción mismo, pero que hay que estar alerta también para limpiarse la mirada y saber indagar con más profundidad, hacer preguntas, porque quizá no lo sabemos bien o no lo hemos entendido de la manera más constructiva posible. Yo no puedo creer que nadie pueda pensar algo correctamente, porque entre otras cosas no sé qué es correctamente, y por tanto, siempre tiendo a esforzarme por partir de Preguntar antes de Juzgar. Y plantear el pero desde el no haber despreciado lo que en principio sospecho que debo criticar. (Aclaro que digo lo que intento hacer, no que siempre me salga.) En el movimiento social, encuentro pues mucho condicionamiento dogmático o “cristiano” que digo yo, desde esa noción de que “los cristianos evangelizaban”, es decir, salían a difundir su Verdad. Disentir desde el razonamiento empático sería diferente, sería dejar ese margen para caminar en los pies de lo que se critica (o de quien se critica). Y daría igual la respuesta, es decir, incluso que se verificara que se tiene razón, porque una cosa que yo creo que deberíamos empezar a hacer masivamente es usar la crítica desde otro enfoque: para rescatar lo que sirve, y no estar siempre partiendo de cero o cayendo en la trampa de los binomios contendientes de la perpetua guerra conceptual patriarcal, tan maniquea. Aquí por ejemplo, en la inteligencia feminista se practica mucho esto, pues la cultura que se cuestiona y critica (con la vida propia y toda, entera) te constituye y lo que te diferencia es sólo que puedes imaginar transformar esos procesos. Bueno, no sé si me explico. Pero habría más progreso si en lugar de usar la crítica, la lucidez, para “destruir al contrario” pudiéramos usarla para construir conjuntamente, sin exclusiones que pienso que no llevan más que a la perpetuación de lo aprendido, esa guerra. Esto es pensar desde la noviolencia y el feminismo para mí. Y por eso pienso que sin esos elementos no puede haber una transformación social que realmente empuje con más fuerza para la superación de un Sistema brutal.

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