MARY WOLLSTONECRAFT. “Da la impresión de que los hombres, en general, emplean la razón para justificar prejuicios que han asimilado (sin alcanzar siquiera a plantearse cómo ha podido darse este hecho) en lugar de para superarlos. La mente tiene que ser fuerte para, con resolución, poder formar sus propios principios [ideales e ideas] allí donde prevalece una suerte de cobardía intelectual que hace que muchos hombres se sientan pequeños ante la tarea y la eviten, o sólo la emprendan a medias. Y sus conclusiones imperfectas aparecen como verosímiles porque se construyen sobre parte de la experiencia, y se razona desde ahí, pero esto no borra la existencia del hecho de que se trata de perspectivas limitadas [y desde aquí es cómo vemos que se produce la distorsión].” (trad. mía: soy fiel a la autora pero tengo en cuenta el paso de más de dos siglos para actualizar algunas ideas)

“Men, in general, seem to employ their reason to justify prejudices, which they have imbibed, they can scarcely trace how, rather than to root them out. The mind must be strong that resolutely forms its own principles; for a kind of intellectual cowardice prevails which makes many men shrink from the task, or only do it by haves. Yet the imperfect conclusions thus drawn, are frequently very plausible, because they are built on partial experience, on just, though narrow, views.” (Ch. 1, AVOTROW)

— más alante:

P12: … till truth is lost in a mist of words, virtue, in forms, and knowledge rendered a sounding nothing, by the specious prejudices that assume its name.

TRAD.: al punto de que lo verdadero se pierde en la densa niebla de esas palabras, la virtud en las formas, y el conocimiento queda reducido a una nada sonora, porque los prejuicios distorsionantes han usurpado su nombre.

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