El Periódico de Aragón, 10-11-2004

Las carreras humanísticas sufren una sangría de alumnos en Aragón

Uno, ocho o nueve alumnos matriculados en el primer curso. Cifras como éstas perfilan un panorama desolador para algunas carreras de carácter humanístico en los campus de Zaragoza, Huesca y Teruel de la Universidad de Zaragoza. De ellas la licenciatura de Humanidades es la más perjudicada. La preferencia de carreras más tecnológicas, la falta de salidas profesionales o el mayor peso del campus de Zaragoza son algunas de las causas apuntadas a EL PERIODICO DE ARAGON por los vicerrectores, quienes comparten la preocupación por la situación actual y plantean la necesidad de un análisis y replanteamiento serio.

El caso de Teruel es especialmente grave. La licenciatura en Humanidades cuenta este año con una persona matriculada en el primer curso, aunque en este nivel hay que añadir otros alumnos de cursos superiores con asignaturas pendientes. En total, entre los cuatro cursos suman 30 alumnos. Se trata de una situación que no es nueva, ya que como indica el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del campus de Teruel, José Carrasquer, "el descenso de alumnos en esta titulación viene siendo progresivo. El año pasado en el primer curso había unas dos personas".

Esta misma licenciatura sufre también una sequía de matriculación en Huesca. Según los datos de este año, en el primer curso hay matriculadas nueve personas y en total son 91. Según indican desde la facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, la reducción de alumnos ha sido progresiva, como en Teruel. "Es una situación preocupante. Nosotros estamos ahora en un periodo de análisis, en el que hace falta preguntarse dónde nos hemos equivado o qué es lo que no funciona", manifestó ayer la vicerrectora del campus de Huesca, Pilar Bolea.

Si Humanidades es la licenciatura más perjudicada en estas dos capitales, en el caso de Zaragoza las carreras que arrojan las peores perspectivas son las filologías Clásica y Francesa. A falta todavía de datos definitivos, las cifras que se manejan en la Facultad de Filosofía y Letras sitúan en 8 los alumnos matriculados en el primer curso de Filología Clásica y 13 en el caso de francesa. En la primera de ellas, entre los cinco cursos suman 56 alumnos, y en la segunda titulación suman en total 67 matriculados.

REPLANTEAR LOS ESTUDIOS La excesiva escasez de alumnos en estas licenciaturas humanísticas contrasta, sin embargo, con la fuerte demanda de otras carreras del ámbito global de las letras, como las diversas ramas de magisterios en Huesca y Teruel o Historia e Historia del Arte en Zaragoza. De hecho, en Huesca hay listas de espera que dejan fuera de magisterio infantil y de educación física a más de 100 alumnos para cada una de ellas. Por tanto, el interrogante se centra con especial preocupación en lo humanístico.

"Es necesario un replanteamiento de todos los campus. Tal vez, no se trata de renunciar a ciertas carreras sino a remodelar, porque hay que ajustarse a la realidad", señala la vicerrectora de Huesca, que indica que hay que tener en cuenta que los segundos ciclos de humanidades sí reciben grupos de alumnos procedentes de diplomaturas.

Los factores apuntados son similares en todos los casos. "Además de las dificultades de desplazamiento de alumnos de otros lugares a Teruel, una de las causas está en la propia titulación. Las humanidades no están bien consideradas por la sociedad como titulación universitaria. Se tiende cada vez más hacia carreras tecnológicas, que tienen mayor entronque en el mercado laboral", afirma el vicerrector del campus de Teruel, Rafael Blaco. "Y, sin embargo, desde la facultad pensamos que en Aragón hay suficiente trabajo para los que se forman en titulaciones próximas a las humanidades. Lo que hace falta es que desde la universidad y desde el ámbito político haya interés por abrir caminos a esas titulaciones", añade Carrasquer.

"Existe además una buena respuesta hacia la formación profesional y no hay que olvidar el descenso de población, como otras causas. Además, para otras carreras como los descensos experimentados en algunas ingenierias también hay que apuntar a la duplicidad de estudios", dice la vicerrectora de Huesca.

En todos los casos están realizando análisis sobre la situación actual que atraviesan los campus. Sin embargo, se muestran prudentes con respecto a posibles modificaciones. "Hay que esperar a ver cómo desde el espacio de convergencia europeo se remodelan algunas titulaciones, porque se está en un momento de cambio", manifiesta Carrasquer, que añade: "Con pocos alumnos la calidad de la enseñanza es mejor, pero todo tiene un límite".