Dossier Gertrude Stein (DGS). Escrito y diseñado por MIchelle Reñé para un taller en la Biblioteca de Mujeres de Madrid en abril del 2001. Escenografía del taller: Cristina Albert. Moderadora del taller: Lola Robles. Música: Javier Albert.
GERTRUDE STEIN
EL CÓMO INCANSABLE Y LIBRE. PARÍS 1904-44
 
Fragmentos deThree Lives
2. La comunicación
Melanctha y el doctor Jeff

Tres vidas: Melanctha
(Cada cual como guste)

Traducciones Ilegales ¡aceleradas!, 2001
Ir a Fragmentos de Three Lives 1 * Leer la novela en inglés

[Situación: el doctor Jeff va a acompañar a Melanctha por la noche porque su madre está enferma. Están
sentados en una escalera y la madre duerme.] (pp. 81-87)


Melanctha estaba ahora bastante callada, con él. El Dr. Campbell empezó a sentir un poco esto, cómo respondía ella a estar con él. El Dr. Campbell empezó a ver un poco que quizá Melanchta tenía una buena cabeza. El Dr. Campbell no estaba aún seguro de que ella tuviera una buena cabeza, pero empezó a pensar un poco que quizá sí la tenía.

A Jefferson Campbell siempre le gustaba hablar con todo el mundo de las cosas en las que trabajaba y de lo que pensaba sobre lo que podría hacer por la gente de color. Melanctha Herbert nunca pensaba en estas cosas de la manera en que él lo hacía. Melanctha nunca le había dicho demasiado al Dr. Campbell sobre lo que ella pensaba sobre esas cosas. Melanctha no sentía lo mismo que él sobre lo de ser una persona buena y llevar una vida ordenada, y no sentir emociones fuertes todo el tiempo que era cómo Jefferson Campbell quería que todo el mundo hiciera, para que todo el mundo fuera sabio y sin embargo feliz. Melanctha siempre tuvo fuerte el sentido de la experiencia verdadera. Melanctha Herbert era crítica con esta forma de llegar a la sabiduría verdadera.

El Dr. Campbell pronto terminó con su lectura, en los viejos periódicos, y entonces de alguna manera empezó a hablar y hablar de las cosas en las que siempre estaba pensando. El Dr. Campbell dijo que quería trabajar para comprender qué era lo que le preocupaba a la gente, y no sólo para sentir emociones fuertes, y que él creía que debías amar al padre y a la madre y llevar una vida ordenada toda la vida, y no estar siempre queriendo nuevas cosas y emociones fuertes, y saber siempre dónde estabas, y qué querías, y siempre decirlo todo tal y como lo sentías/ lo querías decir*. Ése es el único tipo de vida que él conocía o en el que creía, Jeff Campbell repetía. “No yo no le encuentro la utilidad a estar todo el tiempo sintiendo emociones fuertes y a querer tener todo tipo de experiencias todo el tiempo. Yo consigo mucha experiencia sencillamente con una vida ordenada y tranquila y con mi familia, y haciendo mi trabajo, y cuidando a la gente, e intentando comprenderlo. Yo no creo mucho en esto de andar corriendo en líos y no quiero ver a la gente de color haciéndolo. Yo soy un hombre de color y no lo siento, y quiero ver a la gente de color como lo que es bueno y lo que quiero que tengan, y eso es llevar una vida ordenada y trabajar mucho y comprender las cosas, y eso basta para que cualquier hombre decente sienta una emoción fuerte”. Jeff Campbell hablaba ahora un poco enfadado. No a Melanctha, él no pensaba nada en ella mientras hablaba. Él le hablaba a la vida que él quería, y a cómo quería que fueran las cosas con la gente de color.

Pero Melanctha Herbert le había escuchado decir todo esto. Ella sabía que él lo decía de verdad, pero no significaba mucho para ella, y ella estaba segura de que algún día él averiguaría, que no era todo, de la sabiduría verdadera. Melanctha sabía muy bien lo que era tener sabiduría verdadera. “¿Y qué me dice de Jane Harden?” dijo Melanctha a Jeff Campbell, “me parece a mí Dr. Campbell que usted parece encontrar algo en ella, y usted va allí muy a menudo, y usted le habla a ella mucho más que a las chicas buenas que se quedan en casa con su gente, esa clase que dice usted que desea de verdad. A mí no me parece Dr. Campbell que lo que usted dice y lo que usted hace tengan mucho que ver. Y sobre lo de que usted es tan bueno Dr. Campbell”, continuó Melanctha, “a usted no le importa mucho lo de ir a misa, y sin embargo siempre está diciendo que cree tanto en cosas así, para la gente. A mí me parece, Dr. Campbell que usted se lo quiere pasar bien como todos los demás, pero entonces usted sigue y sigue diciendo que es bueno ser bueno y que no se deberían buscar emociones fuertes, y sin embargo usted en realidad no quiere hacerlo Dr. Campbell, no más que yo o Jane Harden. No, Dr. Campbell, sin duda me parece a mí que usted no se conoce muy bien a usted mismo, lo que usted siente/ quiere decir, cuando está hablando”.

Jefferson había estado hablando todo el rato, como siempre hacía cuando empezaba, y ahora la respuesta de Melanctha sólo le hizo hablar con un poco más de dureza. Se rió un poco, también, pero muy bajito, para no molestar a ‘Mis’ Herbert que estaba durmiendo muy bien, y miró inspirado a Melanctha para disfrutar de ella, y entonces se dispuso a contestar.

“Sí”, empezó él, “sin duda suena un poco como si yo no supiera muy bien qué es lo que quiero decir, cuando me lo presenta así, Miss Melanctha, pero eso es sólo porque usted no entiende lo bastante de lo que yo quiero decir, con lo que yo estaba diciéndole ahora. Yo no digo nunca, no quiero conocer a todo tipo de personas, y no digo nunca que no piense que no sea bueno conocer a algunas personas, como Jane Harden, y hablar con ellas, pero de Jane Harden me gusta las cosas fuertes, no todas esas emociones fuertes que van con ella. No admiro las cosas malas que hace, Miss Melanctha, pero Jane Harden es una mujer fuerte y yo siempre respeto eso de ella. No yo sé que usted no cree lo que digo, Miss Melanctha, pero lo digo de verdad, y lo único que pasa es que usted no lo entiende cuando yo lo digo. Y sobre la religión, ésa no es mi forma de ser bueno, Miss Melanctha, pero es una buena forma de que mucha gente sea buena y lleve una vida ordenada, y si ellos creen en eso, eso les ayuda a ser buenos, y si son honestos en eso, me gusta que lo tengan. No, lo que a mí no me gusta, Miss Melanctha, es esto que veo tanto con la gente de color, eso de que siempre quieran nuevas cosas sólo para conseguir emociones fuertes”.

Jefferson Campbell paró de hablar en este punto. Melanctha Herbert no respondió nada. Los dos continuaron sentados y en silencio.

Jeff Campbell entonces volvió a los viejos periódicos. Estaba ahí sentado, pocos peldaños más arriba que Melanctha, y continuó con su lectura, y movía la cabeza arriba y abajo, y a veces estaba leyendo, y a veces estaba pensando sobre todas las cosas que quería estar haciendo, y entonces se frotaba el dorso de su oscura mano contra la boca, y entre medias fruncía el ceño con su pensar, y en ocasiones se frotaba la cabeza fuerte para ayudarse a pensar. Y Melanctha sólo estaba ahí sentada, quieta, mirando cómo ardía la lámpara, y en ocasiones la bajaba un poco, cuando el viento le llegaba y empezaba a humear.

Y así Jeff Campbell y Melanctha Herbert estaban ahí sentados, en la escalera, muy callados, mucho tiempo, y no parecía que pensaran mucho, que estaban juntos. Estaban así sentados, durante como una hora, y entonces le llegó a Jefferson muy despacio y como un sentimiento fuerte que estaba sentado ahí en la escalera, solo, con Melanctha. Él no sabía si Melanctha Herbert estaba sintiendo algo sobre el que estuvieran allí solos juntos. Jefferson empezó a preguntárselo un poco. Despacio fue sintiendo que probablemente los dos tenían este sentimiento. Era tan importante saber si ella también tenía que tenerlo. Los dos estaban ahí sentados, muy callados, mucho tiempo.

Por fin Jefferson empezó a hablar sobre cómo olía la lámpara. Jefferson empezó a explicar lo que hace que una lámpara huela. Melanctha le dejó hablar. No contestó, y después él dejó de hablar. Pronto Melanctha empezó a sentarse más derecha y después empezó a cuestionar.

“Sobre lo que usted acaba de decir, Dr. Campbell sobre llevar una vida ordenada y todo eso, sin duda no entiendo lo que usted quiere decir con lo que estaba diciendo ahora. Usted no se parece en nada a la gente buena Dr. Campbell, a la buena gente que usted está siempre diciendo que son justamente como usted. Yo conozco a gente buena Dr. Campbell, y usted no se parece en nada a los hombres que son buenos y que tienen religión. Usted es tan libre y tan tranquilo como cualquier hombre lo pueda ser Dr. Campbell, y a usted siempre le gusta estar con Jane Harden, y ella es bastante mala y usted no la mira mal y usted nunca la dice que es mala. Sé que a usted sólo le gusta como amiga Dr. Campbell, y así sin duda no entiendo bien qué es lo que usted quiere decir con todo lo que usted me estaba diciendo ahora. Sé que usted quiere ser honesto, Dr. Campbell, y yo siempre estoy intentando creerle, pero tengo dudas pues veo claramente lo que usted quiere decir cuando usted dice que quiere ser bueno y compasivo, porque estoy muy segura Dr. Campbell de que usted no es ese tipo de hombre, de ninguna de las maneras, y a usted no le avergüenza nunca andar con gente rara Dr. Campbell, y parece que usted piensa que lo que está haciendo es justamente como lo que usted está siempre diciendo, y Dr. Campbell, sin duda no termino de ver lo que usted quiere decir con lo que dice”.

El Dr. Campbell casi se ríe lo bastante fuerte como para despertar a ‘Mis’ Herbert. Sí que le gustaba la manera en que Melanctha le decía estas cosas. Empezó a sentir muy fuerte al respecto que quizá Melanctha tenía de verdad una buena cabeza. Estaba riendo muy tranquilo ahora, pero no como para disgustar a Melanctha. Era una risa amistosa para con ella y después puso la cara seria, y se frotó la cabeza para ayudarse a pensar.

“Lo sé Miss Melanctha” empezó, “No es fácil para usted comprender lo que yo estaba queriendo decir con lo que le estaba diciendo a usted ahora, y quizá algunas de las buenas personas que a mí me gustan serían críticas, como usted, Miss Melanctha, sobre las formas que tengo de ser bueno. Pero eso no importa nada Miss Melanctha. Lo que quiero decir Miss Melanctha con lo que estaba diciéndole a usted ahora es, que yo no, nunca, creo en lo de hacer cosas sólo para conseguir emociones fuertes. Sabe Miss Melanctha quiero decir como tanta gente de color hace. [Se lo explica más (...)] Sí Miss Melanctha, sin duda me gusta que todo sea bueno, y tranquilo, y sin duda pienso que éste es el mejor camino para todos nosotros la gente de color. No, Miss Melanctha además, lo que quiero decir con esto no es más que lo que siento/ he dicho. Yo no tengo ningún otro significado Miss Melanctha, y es eso que quiero decir/ significar cuando estoy diciendo cosas sobre ser bueno de verdad. No es Miss Melanctha ser compasivo y que no te gusten todos los tipos de personas, y nunca digo Miss Melanctha que cuando otro tipo de gente se incorpora de manera ordenada a tu vida no debas querer conocerles nunca. Lo que quiero decir Miss Melanctha con lo que siempre estoy diciendo, no se debería intentar conocer a todo el mundo sólo por andar por ahí buscando emociones fuertes. Es ese tipo de quehacer lo que odio tanto siempre Miss Melanctha, y que es tan malo para todos nosotros la gente de color. Yo no sé mejor como usted entiende ahora lo que quiero decir con lo que estaba diciéndole a usted ahora. Pero usted sin duda sabe ahora Miss Melanctha, que siempre siento/ quiero decir lo que digo cuando estoy hablando”.

“Sí sin duda le entiendo cuando habla así Dr. Campbell. Sin duda entiendo ahora lo que quiere usted decir con lo que está usted siempre diciéndome. Sin duda entiendo Dr. Campbell que usted quiere decir que no cree que está bien amar a nadie”. “Pero qué dice, sí que lo creo Miss Melanctha, sin duda creo firmemente en el amor, y en ser bueno con todo el mundo, y en intentar comprender lo que todos ellos necesitan, para ayudarles”. “Oh me lo sé todo sobre esa manera de actuar Dr. Campbell, pero sin duda ése no es el tipo de amor al que me refiero cuando estoy hablando. Me refiero a un amor verdadero, fuerte, caliente Dr. Campbell, que te haga capaz de hacer cualquier cosa por alguien que te ama”. “Todavía no sé mucho de ese tipo de amor Miss Melanctha. Sabe siempre es así conmigo Miss Melanctha. Siempre estoy tan ocupado con mis pensamientos sobre el trabajo que estoy haciendo y por eso no tengo tiempo para hacer el tonto, y entonces también, sabe Miss Melanctha, en realidad sin duda no quiero no nunca tener emociones fuertes, y ese tipo de amor tan fuerte sí que parece sólo querer decir que es sólo buscar emociones fuertes todo el tiempo. Sin duda eso es lo que siempre pienso de lo que veo de las personas a quienes les va mal Miss Melanctha, y sin duda eso no le iría bien a un hombre como yo. Sabe Miss Melanctha soy un tipo muy tranquilo, y creo en una vida tranquila para toda la gente de color. No Miss Melanctha sin duda nunca me he metido en esa clase de problemas”.

“Sí eso lo veo claramente Dr. Campbell”, dijo Melanctha, “Veo que eso es sin duda lo que siempre me ha hecho no saber bien de usted y eso es sin duda lo que hace que usted sienta/ quiera decir lo que usted estaba siempre diciendo. Sin duda es sólo que usted tiene demasiado miedo Dr. Campbell a sentir las cosas de verdad bien dentro de usted. Lo único que usted quiere Dr. Campbell, es sólo hablar de ser bueno, y jugar con la gente sólo por pasárselo bien, pero quedándose siempre, sin duda, al margen de los problemas. A mí no me parece Dr. Campbell que yo pueda admirar mucho esa manera de hacer las cosas. Sin duda para mí eso no es en realidad ser muy bueno. Sin duda eso no es para mí Dr. Campbell más que que usted sin duda tiene un miedo horrible a sentir las cosas de verdad bien dentro de usted, y eso es sin duda la única manera Dr. Campbell que veo que usted pueda sentir/ querer decir, con lo que siempre está diciéndome”.

“Yo no sé de eso Miss Melanctha, sin duda no pienso que no pueda sentir las cosas bien dentro de mí, aunque sí que digo que sin duda me gusta que las cosas sean agradables y tranquilas, pero no veo mal alguno en mantenerse al margen del peligro Miss Melanctha, cuando un hombre sabe que sin duda no quiere matarse en eso, y yo no conozco nada más terriblemente peligroso Miss Melanctha que sentir el amor muy fuerte con alguien. A mí no me molesta la enfermedad o los verdaderos problemas Miss Melanctha, y no quiero estar hablando sobre lo que soy capaz de hacer ante un problema de verdad, y usted sabe algo sobre eso Miss Melanctha, pero sin duda yo no veo lo de hacerse un lío sólo por conseguir una emoción fuerte, en ese tipo terrible de peligro. No Miss Melanctha sin duda yo sólo conozco dos tipos de maneras de amar. Un tipo de amor me aparece a mí, es como que uno tiene un sentimiento bueno y tranquilo en una familia cuando uno hace su trabajo, y siempre está viviendo bien y llevando una vida ordenada, y después la otra forma de amar es sólo como hacerlo como un animal inferior en las calles juntos, y eso no me parece a mí muy bueno Miss Melanctha, aunque yo no digo nunca que no esté bien si a alguien le gusta, y eso son todos los tipos de amor que conozco Miss Melanctha, y a mí sin duda no me interesa hacerme un lío en ese tipo de manera/ camino sólo para tener problemas”.


*N. de la t.
: mean significa ‘significar’, ‘querer decir’ pero también ‘hacer algo en serio’, ‘sentir algo de verdad’, ‘sentir algo’.

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