La ciencia también tiene algo que decir acerca del ‘Día del orgullo gay’. En EL PAÍS del 1 de julio [2003] aparece una noticia que recopila algo de información sobre el tema. Describe los fundamentos científicos que avalarían en concepto de ‘más de dos géneros’ para la sexualidad humana. Consisten estos, a grandes rasgos, en una alteración de la cantidad de hormonas fabricadas por el feto durante el embarazo, así como en una interacción con las hormonas maternas. Como resultado, en la edad adulta el comportamiento sexual es distinto al que correspondería por dotación cromosómica (ser hombre o ser mujer). Y eso se refleja también en rasgos fisiológicos, como un cerebro con zonas diferentes a las típicas de su sexo.

Muchos intentan avalar con este tipo de noticias el respeto requerido a orientaciones sexuales distintas de las predominantes.

Pero, ¿es que hace falta que diga la ciencia que existen más de dos géneros en cuanto a comportamiento sexual? ¿es que no es suficiente con lo que la voluntad de las personas elija?

La duda es por qué tenemos que intentar avalar con la ciencia una cuestión meramente social.

Es verdad que la ciencia avanza en este campo y avala que sí existe más de un comportamiento sexual para cada sexo. Se sabe desde hace tiempo que en especies territoriales es habitual la existencia de machos feminizados que tratan de escabullirse de la vigilancia de los ‘sultanes del territorio’ para acceder a su harén (como machos despertarían agresividad).

Pero ese no es el problema. En esta cuestión no es la ciencia la que tiene que dar respuesta, sino el raciocinio. ¿Por qué mirar mal a una persona por lo que hace en su intimidad con otra si a ti no te afecta? ¿Por qué avalar la familia hombre-mujer por el simple hecho de estar dotados de cromosomas XY y XX? ¿Por qué rechazar la familia XX-XX o XY-XY en función de su dotación genética, en vez de estudiar qué repercusión tiene la orientación sexual de los padres en lo buena gente que salen l@s hij@s?

Es arriesgado meter a la ciencia en según qué berenjenales. Recordemos su misión. Es describir, interpretar, mirar. No es decidir. Decidir decidimos nosotros, con nuestra mente.


COMENTARIO ENVIADO POR michelle (julio 2003)

Es muy buena la reflexión. Sólo me gustaría comentar que en la naturaleza hay todo tipo de sexo y/o sexualidades físicas (no sé si "emocionales", jajajajajaj).

He visto hasta peces que cambian de sexo, y animales hermafroditas... ¿Sabes algo de esto?

Tengo un documental titulado "Animales extraños" y después de verlo acabas pensando que, al parecer, no es tan extraño en la naturaleza...

Y que sólo vemos lo heterosexual, digamos, quizá porque le haya convenido a la Iglesia o a la organización social... ???