El Colectivo la Decena Trágica se une a la demanda mundial por la salida inmediata de las tropas invasoras de Irak y Afganistán.

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La guerra estaba.
Entre nosotros estaba, ahuecada en nuestras mandíbulas.
La guerra santa del uno contra el otro, del éste contra aquél, del todo y de la nada.
(Debo subirme al tren y limitarme a obedecer todo lo que me ordenen, debo de recordar todo lo que me enseñaron, las técnicas de insensibilización, y los sutras asesinos. Ya no soy yo, soy solo un soldado más en este tren atiborrado de nadie, no estoy pensando nada realmente, es sencillo ser un muerto estando vivo, solo he sido una inofensiva raspadura en la existencia)
Estaba la guerra entre nosotros.

Autor del poema Juan Carlos Castrillón, tomado del libro Cantos del Puerto.

POR EL COLECTIVO LA DECENA TRAGICA: Nazario Soto.

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A QUIEN CORRESPONDA:
Sólo la poesía puede expresar en éstos momentos la vergüenza y la rabia que nos subleva debido a que mentes tan monstruosas puedan actuar con tanta impunidad y cinismo en México asesinando cobardemente lo más valioso que aún nos queda: las mujeres, jóvenes y niñas, con la activa complicidad del gobierno:

Aconteció que a las hijas de la tierra les nacieron hombres: arqueros, gladiadores, pelotones enfermos de pequeños carniceros. El mundo fue considerado un despojo natural, evolución orgánica del alma en las rodillas del humano. Y esas tristes bestias crecieron para convertirse en una plaga de sí mismas.
Y la tierra se secó, cegada, endurecida por el sudor del sufrimiento.
Y los últimos poetas se sacaban los ojos, se
encadenaban los hipotálamos para desaprender
los alaridos.
Y el puño de los destrabajados se trababa con
odio quirúrgico contra sus camaradas.
Y las razas del planeta se reunían para exigirle a
Lázaro que pereciera, que se salvara.
Y el cielo hace tiempo se ha secado en una
costra suicida.
Y el ventrículo izquierdo es lupanar de reptiles
enflaquecidos.
Y las placentas se acuchillan rutinariamente en el
mercado caníbal.
Y la hormona del odio creció hasta ser célula
pensante.
Y devoró a su clon en el óvulo del tiempo.
Y devastó toda carne sobre la faz de la tierra.


Urgimos al pueblo mexicano a manifestarse en contra de
esta vil masacre.
AUTOR DEL POEMA JUAN CARLOS CASTRILLÓN
(TOMADO DEL LIBRO CANTOS DEL PUERTO)
Atentamente: COLECTIVO "LA DECENA TRÁGICA"
Si compartes nuestra indignación ayúdanos reproduciendo, imprimiendo, enviando, y traduciendo este texto de denuncia. ¡Ésta rabia debe recorrer el mundo!
Contacto: castrillon67@yahoo.com