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Activismo - Activistas - Mujeres palestinas e israelíes

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Shani Werner y Rela Mazali

Israel es el único país del mundo que practica la conscripción de las mujeres; y por tanto, es el único país en el que existen mujeres que se resisten a ser reclutadas. En Israel, este movimiento de resistentes al reclutamiento crece de manera continuada, pero no existen datos sobre el mismo. El ejército no quiere dar a conocer esos datos. En octubre del 2002, el general brigadier Avi Zamir, jefe de la división estratégica del departamento militar de recursos humanos, informó al comité Knesset sobre el estatus de las mujeres que el número de mujeres que no se alistan por razones de conciencia era confidencial. Los datos que ha reunido el movimiento New Profile (Nuevo perfil) a partir de información publicada en los medios de comunicación indican que todos los años el 40% de las mujeres candidatas a la conscripción no se alistan. En la década pasada, el número de mujeres que no se han alistado por razones de conciencia o religiosas ha aumentado un 10%, y constituye actualmente el 30% del total de candidatas.

A diferencia de lo que le ocurre a los hombres -una negativa a alistarse les lleva a las cárceles militares-, la objeción de las mujeres a hacer el servicio militar por razones de conciencia ha sido reconocida oficialmente por las autoridades militares. A estas mujeres se las exime de hacer el servicio militar siempre y cuando convenzan a una comisión del ejército llamada "el comité de consciencia" de que su objeción es totalmente sincera.

La mayoría de la gente, incluso las y los candidatos a la conscripción, no sabe que las mujeres tienen este derecho. La información sobre qué proceso hay que seguir no se encuentra fácilmente. Es muy difícil ver la insignificante mención de este tema en el paquete de información preparatoria que se le envía a las y los aspirantes a ser reclutados. A las mujeres que solicitan información en los centros de conscripción a menudo se les dice: "eso no existe". Por lo tanto, muchas no logran ni enterarse de que tienen derecho a solicitar su objeción al "comité de consciencia".

Las que sí consiguen enterarse se enfrentan a innumerables dificultades. El comité de consciencia trata a las jóvenes objetoras de manera arbitraria e inconsistente. En algunos casos, la entrevista es corta e irrelevante, en otros es humillante y muy intimidatoria. Bastantes chicas no saben que pueden recurrir la decisión del comité o solicitar la lectura de su protocolo. Hasta hace poco, el comité de consciencia rechazaba casi todas las primeras solicitudes de las mujeres y concedía la exención a la mayoría de las segundas solicitudes, producto de que las mujeres hubieran recurrido la decisión del comité. No obstante, muchas mujeres no sabían que podrían recurrirla.

Desde su formación, el movimiento New Profile ha estado recogiendo y difundiendo información sobre que las mujeres tienen derecho a objetar, y sobre lo que hay que hacer. El portal web de New Profile vínculo externo ofrece información detallada sobre este tema, información elaborada por el objetor de conciencia Moran Cohen y el abogado Yossi Wolfson [Nota de la traductora: ¿parecen nombres de hombres?]. Este movimiento dispone de una red de asesores/as para las mujeres que hayan decidido resistirse al reclutamiento y necesiten información y/o apoyo. Cada vez es mayor el número de mujeres que van conociendo esta opción; además, la mayoría de las que presentan la solicitud consiguen ser eximidas del servicio militar.

Aunque el ejército israelí exima a las objetoras con bastante facilidad -si se compara con la situación de los hombres objetores-, negarse en sí mismo es un paso bastante difícil de dar. Exige que cada mujer se enfrente a sí misma, a toda su educación, y a un entorno social que a menudo le será hostil si lo hace, que no lo comprenderá. Además, el hecho de que las mujeres tengan esta ventaja respecto a los hombres, tiene un impacto directo en su estatus dentro del ejército, y de la sociedad israelí en su conjunto. A las mujeres se las puede eximir del servicio porque no son tan importantes, porque no son "lo auténtico": el soldado combatiente. Consecuentemente, su negativa (un paso personal muy valiente y nada fácil) es insignificante, los medios de comunicación no informan sobre estos hechos, es invisible ante la opinión pública.

En las próximas semanas iremos ofreciendo una serie de testimonios de las mujeres que se están resistiendo a ser reclutadas. Hablan de sí mismas, de su lucha, del proceso que han tenido que seguir, de temas conexos importantes. Serán muy bienvenidas los testimonios de mujeres resistentes que deseen enviárnoslos, tanto si se refieren al antes, al durante o al después).

Presentamos a continuación un "anticipo"."Después pensé en el día en que comprendí al fin que yo no sólo no pertenecía al ejército sino que éste incluso actuaría en mi contra si lo consideraba necesario (...) Comprendí que yo no les pertenecía, y que ellos no me querían entre ellos" (Noa Kaufman)"El entrenador explicaba cómo funcionanban los rifles semi-atomáticos, cuáles eran los movimientos defensivos que había que hacer, cómo apuntar al "enemigo", cómo cambiarse revistas... No participé en el juego. Al llegar a casa, me había convertido en una activista pacifista." (Danya Vaknin)"Desde aquel día, sólo podía pensar en cómo salir de esta rutina a la que me había empujado el estado (...) Decidí no mentir, no fingir, y ser lo más educada posible con el ejército." (Moran Farchan)"A. me preguntó si me iba a negar a hacer el servicio militar, y contesté que sí. Porque era obvio que si..., que si la gente muere, hay que pararlo, ¿no? No debía morir más gente, ¿no? Pero A. ya no me escuchaba. No volvió a hablarme nunca más. Y así, los otros también." (Tal Matalon)"En mayo del 2001 llegaba a Tantur (un centro teológico cristiano, propiedad de la Iglesia ortodoxa, considerado ex territorio), para asistir a un seminario sobre el diálogo para asesores de jóvenes israelíes y palestinos." (Eilat Maoz)

"Después de mi entrevista con "el comité de consciencia", abandoné la base de inducción de Tel-Hashomer y llamé a casa. Había habido un bombardeo en Tel-Aviv. (...) Un joven había decidido suicidarse para matar a gente israelí. Ojalá hubiera podido decirle que existen personas israelíes que se niegan a ocupar sus territorios." (Shani Werner)

"Se rieron de mí y me dijeron que aquello se me habría quitado de la cabeza cuando me llamaran a filas. Pues no fue así." (Noa Levi)

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Publicado en mujerpalabra.net en 2003