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  Machismo en Internet
  Por Flavia A. Limone Reina
 
I.
II.
III.
IV.
V.
VI.
Introducción
Objetivos
Marco teórico
El análisis de 5 textos: 1, 2, 3, 4, 5, y textos originales
Conclusiones
Bibliografía
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IV. El análisis de los textos

5. Del machismo feminista (Leer el texto)

Ya a partir del título este texto nos habla de la dominación de las mujeres (especialmente de las feministas) sobre los hombres que serían víctimas de esta situación.

Se representa a las feministas como mujeres que actúan basadas en la emoción y fuera de la razón. Se las ridiculiza diciendo que sus actos son más emocionales que racionales al punto en que llegan a ser risibles (son además arbitrarias). Las feministas están ciegas por la emoción de haber "descubierto" (no ganado) su independencia y autonomía. Se utilizan diminutivos ("hermosas cabecitas") para desvalorizar a las mujeres.

Para justificar lo que el autor dice se vale de un ejemplo: una discusión entre él mismo y una amiga acerca de la infidelidad de la princesa Diana y del príncipe Carlos. Se construye la situación de muerte de la princesa dentro un marco negativo situándola con su "amante" a altas horas de la noche y a gran velocidad en su automóvil de modo que queda definido muy lejos de las conductas típicamente femeninas que esta sociedad acepta.

Para ejemplificar la emotividad que dirige la vida de las feministas, explica que él no pudo terminar su argumentación (es decir, su juicio basado en la razón) cuando se vio interrumpido por el arranque pasional de su interlocutora.

Expone, entonces su calidad de víctima ante tal falta de consideración y se manifiesta positivamente como racional, dulce y tierno (aunque en guerra si atendemos al adjetivo “vencido”):

"Entonces, regañado, cabizbajo y un tanto deprimido pero aún no vencido, y como para intentar librarme de semejante condena, o insulto, o estigma, y queriendo extenderle un puente de cordialidad razonada que no fuera a dejarme sin su grata compañía por el resto de mis días, le reflexioné tierna, dulce y silbonamente al oído (…)"

Concluye de esto que las feministas consideran al hombre infiel como machista y a la mujer infiel como condenada por el machismo masculino. De este modo, los hombres siguen siendo, a su juicio, víctimas del poder (puramente pasional y sin argumentos racionales) de las feministas que pueden llegar a ser, incluso, agresivas.

“Esto, que lo escribo para mi Diario personal e íntimo, que es una reserva del sumario, ¿podré sacarlo a la luz pública, por ejemplo, en una columna periodística, sin quedar expuesta y en peligro mi integridad personal?

¿Sin que la lectora "desprevenida o reflexiva o ecuánime" me grite "machista" y me odie y me condene para siempre?

¿Sin que me saque los ojos?

¿Sin que me arañe?... "