Qué pena, Pablo Iglesias (como mandan los revolucionarios Anonymous, que olvidan que probablemente la mayoría fueron mujeres, Anónimas, como siempre): no podías decir una sola palabra, “ciudadanía”, o “las ciudadanas y ciudadanos”, como hace tres siglos, en la Revolución Francesa, que estaba prohibido porque sólo importaban los revolucionarios, el Hombre, los hombres, como ha demostrado la historia patriarcal y sus violencias hasta la náusea. Un mensaje tan meditado.
Es una falta de valor. Requiere mucho valor entender que es preciso desarrollar la inteligencia feminista, defender ideales feministas. El máximo crimen en el patriarcado. La presión máxima, mirándolo en el hecho de hoy.
Qué pena tan grande, mimare. Pero las mujeres ya tenemos derechos humanos y políticos porque los hemos peleado durante siglos, ya al fin, ahora, en algunos lugares del planeta; y ningunear en una situación revolucionaria que hemos conseguido con un ejemplo claro de lucha noviolenta es alejarse de la justicia social. Qué pena tan grande, joder. Para una buena idea que se consigue aportar y que adopten, y tiene que ser tan sistemáticamente machista como todo. Qué pena tan grande. Un poco de desarrollo de inteligencia feminista, por favor. De qué sirve llevarse bien con las mujeres de tu vida si no se entiende el papel del lenguaje en el sistema conceptual y las relaciones humanas. A pesar de tantas pruebas en la historia patriarcal!!!
¿Aprenderá del error? ¿O es un inicio clásico para las mujeres, sin progreso, sin grandes esperanzas? ¿O creerá que perderá votos, como toda la izquierda política en las décadas de nunca mentar el feminismo ni en los carteles del 8 de marzo?

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