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Activismo - Herramienta Palabra

Volver a Herramienta Palabra Algunas ideas sobre cuestiones controvertidas relativas a usos de palabras (onda editorial)

Reflexiones recogidas por michelle, admin de Mujer Palabra

Contestando algunas preguntas sobre España/español/castellano/América y otras cuestiones controvertidas. En Sobre lenguaje (Pensamiento) y en Postales sobre lenguaje (Materiales MP) encontraréis tratado el punto de Lenguaje inclusivo, o no machista/misógino, no sexista...

Americano, americana

En Mujer Palabra usamos "estadounidense" porque reconocemos América como un continente y no como el país llamado Estados Unidos. No usamos "norteamerican-" para aludir a Estados Unidos porque en América del Norte hay tres países: Canadá, Estados Unidos y México. Usamos en ocasiones "Américas indígenas y latinas" y conocemos los términos "pueblos originarios" que aluden a la gente que no "descubrió" América porque ya vivía allí, antes de las invasiones europeas (no "colonización"). Lo llamamos "invasiones", como los pueblos europeos llaman las acciones de "colonización" que sufrieron, como en Gran Bretaña, la "invasión normanda" o en España la "invasión francesa", etc.

Sumarse a America is a continent & people from the USA are US Americans/ América es un continente y la gente de EEUU es estadounidense vínculo externo

Sobre el inglés (y el espanyol, alemán, francés...)

Inglés (y español, alemán, francés...) son las lenguas del mundo habladas por más diversidad de personas y pueblos. Por ejemplo, el inglés es la lengua materna (de bilingües o trilingües) de personas indias americanas del Norte (inglés si son de Canadá y EEUU, espanyol si son de México) y el español la de personas del Centro y el Sur de América. Lo recordamos porque se olvida: es síntoma de ignorancia criminalizar las lenguas, reducirlas algo tan precioso a los usos que de ellas hacen quienes desean eliminar a otras personas y culturas. El inglés no es sólo la lengua del "imperialista yanqui", es mucho más, y no toda persona que lo habla como lengua materna pertenece a las élites psicópatas del mundo.

¿Español o castellano? ¿Hay lenguas imperialistas?

En Mujer Palabra, como editoras, digamos, nos guiamos por enfoques lingüísticos (científicos), manteniendo (porque es indivisible) una sensibilidad solidaria hacia hechos abusivos que usan las lenguas como arma para establecer, por ejemplo, clases sociales (como hizo siempre la RAE antes de convertirse en una institución anacrónica vínculo externo), el valor de las personas (por esto incorporamos también la inteligencia feminista), o borrar del planeta identidades culturales junto con su lengua.

Voy a intentar explicar esta idea en relación con el último punto.

En el siglo 20 en Espanya hubo una dictadura que impuso la prohibición a muchas personas de hablar sus lenguas maternas (expresar, desarrollar sus culturas). Esto es un hecho tan cruel como la crueldad de los dogmas religiosos que han prohibido a las mujeres acceder al conocimiento, usar su inteligencia o decidir con quién acostarse o si quieren ser madres. Si en Espanya no se hubiera sufrido esta represión cultural-lingüística, imaginamos, lo natural habría sido que la mayoría de sus habitantes fuera plurilingüe, al menos todas las personas que se trasladaran de región para veranear o visitar a sus seres queridos.

La realidad en el territorio llamado España ha estado afectada por el hecho de violencia de la dictadura y la situación respecto a las lenguas es:

punto que una gran parte de la población habla sólo español o bien es bilingüe con la lengua de su región (comunidad autónoma);
punto que existe aún una abierta hostilidad nacionalista por parte de quienes desprecian todo lo que no sea, por un lado, "hablar español porque estamos en España" (nacionalismo español) y por otro, por parte de quienes identifican la lengua llamada 'español' con la dictadura lingüística que impuso Franco, rechazando por tanto ser bilingüe o plurilingüe con el espanyol;
punto que parte de la población de todas las regiones (una aplastada minoría, valiente, dados algunos contextos, y lúcida) es capaz de asimilar el bilingüismo y el plurilingüismo sin ubicarse en ninguno de esos bandos nacionalistas contendientes, respetando así la existencia de lenguas diversas y apreciando la riqueza del plurilingüismo y el multiculturalismo, pues se rigen por la idea de que las identidades colectivas no tienen por qué constituirse sólo desde el concepto político del nacionalismo y su geopolítica.

Las lenguas son pueblos y personas en existencia, una riqueza, e instrumentalizarlas como armas ideológicas es lo que hacen quienes desprecian "lo diferente" y el conocimiento, quienes aspiran a mandar (como pretende, por ejemplo, la Real Academia de la Lengua Española, una institución anacrónica desde el nacimiento de la Lingüística Moderna, o sea, del estudio científico de la lengua, respecto a las variedades del español habladas en España fuera de la zona de español castellano y respecto a las variedades del español habladas fuera del país España; ¡cómo no les da vergüenza pretender explicarle a comunidades extranjeras cómo deben hablar "bien" es una razón de Expediente X!). Es evidente que las lenguas crean palabras que reflejan sus ideas, sensibilidades, costumbres... pero las lenguas en sí mismas no son "imperialistas" o "dictaduras" pues son herramientas lingüísticas y por tanto sus ideas vienen determinadas por los usos, y los usos los genera la gente, al hablarlas, es decir, las lenguas son susceptibles de evolución, como es lógico, y la responsabilidad de sus conceptos la tiene, por tanto, la gente. (Por esto mismo el feminismo siempre le ha dado tanta importancia al lenguaje: el lenguaje y el pensamiento van tan unidos como el huevo y la gallina y el hecho lingüístico determina las relaciones sociales, cómo nos relacionamos.)

No llamamos aquí castellano al español porque desde un punto de vista lingüístico y ya en el siglo 21, el castellano debería ubicarse como lo que es: no la Lengua del Imperio, sino una variedad local del español de Espanya, la zona relacionada históricamente con lo que era Castilla (ahora dividida en varias comunidades autónomas, principalmente, la de Madrid, la de Castilla-La Mancha y la de Castilla-León). Consideramos que el español hablado en Andalucía, Galicia, Euskadi o Cataluña, o el español hablado en Guatemala, Bolivia, Chile, o por el pueblo saharaui, por poner algunos ejemplos, no puede ser llamado castellano pues son variedades del español distintas a la castellana. Y así con todas las variedades del español en las distintas regiones.

La problemática de cambiar el nombre a "español" para aludir a todas las variedades de esta lengua es tan compleja que la evolución de los usos nos lleva más bien a aceptar "español" como nombre de todas ellas, para entendernos, y sin limitar su significado (¿quién cree que el español sólo se habla en España?) a una de las lenguas habladas en España. Estos nombres, español, inglés... existen porque existió el imperialismo (pero no podemos borrar sus efectos, sólo podemos transformarlos, superarlos) y porque los nombres que se usan para hablar de las zonas geográficas del mundo (salvo con pueblos nómadas como el gitano o romaní) son los de la organización geopolítica del mundo, que algunas personas y comunidades rechazamos pero que no podemos negarnos a nombrar, para entendernos.

Al margen de esto, reconocemos el hecho positivo que fue el uso de castellano como sinónimo de español cuando terminó la dictadura franquista (finales de la década de 1970), pues esta reivindicación era como una declaración de intenciones de respeto a la existencia, hasta entonces perseguida, de otras lenguas: galego, euskera, català y hasta algo más de la decena si incluimos tres lenguas de signos. Constatamos, por tanto, ya en el siglo 21, que gallego, euskera y catalán no son variedades del espanyol (aunque se hablan en territorio de país llamado España), sino lenguas. Y que el español es una lengua que se habla en culturas y comunidades muy distintas, que a su vez acogen variantes de la misma (el español hablado en el sur no es como el español hablado en Barcelona o Madrid; y el español hablado en Guatemala, donde además existen otras 22 lenguas diferentes, las llaman 'lenguas indígenas', 'originarias', 'autóctonas', no es el mismo que el hablado en Chile, o por el pueblo saharaui, y así con muchos otros casos.

En el ámbito personal, tenemos publicados textos que usan "castellano" como nosotras usamos "español", y al tiempo, en la comunicación personal, cada una de nosotras usa "castellano" allí donde la gente se siente mejor si se usa ese término. Para convivir, es bueno tener en cuenta en lo posible la sensibilidad de otras personas.

Sobre por qué en ocasiones usamos la ortografía Espanya en lugar de "España", sólo anotar que quienes lo hacemos aún sufrimos el trauma de lo que fue España en la dictadura, a pesar de entender que España sólo debe indicar un hecho geográfico-político de fronteras en el mundo (fronteras que no compartimos pero que nos afectan).

No dudéis en enviarnos vuestros comentarios. Pueden ayudarnos a mejorar este texto y también quizá a aprender algo nuevo.

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Publicado en mujerpalabra.net en la primavera del 2012